La
alocución televisada de 10 minutos de duración que el presidente
Chirac le dirigió anoche a los franceses, ha sido considerada
por la mayoría de los analistas políticos como una alocución
solemne y sin dramatizaciones, en cuanto a la forma, pero en el
fondo las cartas parecieran estar echadas, por cuanto hoy los
sondeos de opinión dan como ganadora a la opción del NO con 55%
de los votos.
En ese sentido, el editorial del matutino
Libération, en su edición de hoy viernes 26 de mayo señala
que la intervención de Chirac fue patética por cuanto el
presidente quemaba sus últimos cartuchos tratando de salvar una
desastrosa situación creada por el mismo.
Por su parte el diario Le Figaro,
igualmente en su editorial de hoy, considera que el referéndum
de este domingo – por cierto días de las madres en Francia -
servirá de excusa no solo para los llamados defensores de la
soberanía, sino que igualmente servirá como medio de reclamo
para aquéllos que necesitan un empleo ya, antes que andar
escuchando sobre los destinos de Francia; servirá igualmente
para los franceses que han visto caer su poder adquisitivo, y no
quieren escuchar historias de derechos comunitarios, en fin para
todos aquéllos que tienen mas necesidad del presente que del
futuro.
Así pues mas allá de la imagen de un jefe de
Estado que sabe que se juega su puesto en la historia y que echa
el resto para tratar de convencer tan solo a los indecisos; esta
claro que el NO francés tiene mayoritariamente una carga de
angustia social, junto a un inexistente sentimiento de
ciudadanía europea. En consecuencia, desde ya el debate en
Francia se centra no sobre las consecuencias europeas que
tendría una victoria del NO, sino en las consecuencias
inmediatas en la política interior gala y el propio Chirac, en
ese sentido dio anoche el tono al prometer darle un nuevo
impulso a la acción de su gobierno, lo cual se traduce en el
nombramiento de un nuevo Primer Ministro, así como cambios en el
gabinete.
Ese supuesto nuevo gobierno de Chirac – el
presidente ha dicho de manera reiterada que aún ganando el NO no
renunciará - deberá afrontar sin excusas el palpable malestar
social francés. Un desanimo cívico, que como señala hoy el
diario especializado en temas económicos Les Echos,
tiene mucho que ver con el hecho aún por aclarar de si Francia
va a adoptar la vía de la ruptura y el asilamiento, de manera de
debilitar aún mas el modelo de economía mixta francés.
Así las cosas, el debate de fin de campaña –
dando por descontada la victoria del NO - se ha centrado en las
apuestas de quien será nombrado nuevo Primer Ministro, algo que
desde ya deja al descubierto la crisis dentro del partido de
gobierno. Pero otra crisis, aún mas grave es la crisis
ideológica del Partido Socialista, el cual igualmente a partir
del lunes 30 de mayo deberá aclararle muchas cosas a sus
miembros y simpatizantes. Dicho esto, no hay duda que la clase
política gala se prepara para afrontar un nuevo sismo político,
cuya intensidad está aún por determinarse.
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