Un
adulto de 50 años de edad, con mucho dinero y una gran talla,
que se niega a emanciparse políticamente. Esa es la Unión
Europea actual.
Sin duda un continente paradójico, capaz de
ser escenario de las mas terribles guerras que la humanidad haya
conocido, para luego convertirse en la más grande unión de
voluntades, agrupando democracias y valores institucionales, a
lo largo y ancho de un territorio por el que hoy circulan
libremente bienes y personas sin impedimento alguno.
Un gigante democrático, social y liberal,
al que solo le faltaba hacerse de un instrumento, que sentara
las bases de su necesario y tantas veces postergado desarrollo
político. Dicha herramienta no era otra cosa que la Constitución
Europa, la cual estaba llamada a jugar un rol fundador, pero la
misma murió antes de nacer.
Franceses y holandeses, en menos de una
semana rechazaron de forma unánime al tratado Constitucional, y
ante la evidencia el habilidoso político que es Tony Blair,
anuncia que Inglaterra suspende el Referéndum que tenía previsto
realizar en el 2006, con lo cual el cadáver de la Constitución
Europea, es enterrado sin honores.
Mientras los jefes de Estado de los 25
países miembros se reunirán el próximo 16 de junio, a discutir y
a darse el pésame, Blair esperará pacientemente hasta el primero
de julio en que le tocará asumir por un periodo de 6 meses la
presidencia de la UE. Con el apoyo tanto de los gobiernos de
derecha, como el de los nuevos miembros venidos de Europa del
Este, Blair durante dicho semestre comenzará las labores de
profundización de la llamada Europa de mercado, de tal manera
que se induzca a los demás países miembros a adoptar políticas
sociales mas liberales, a los fines de disminuir el desempleo y
al mismo tiempo aumentar el poder adquisitivo de sus habitantes,
esto último dirigido de manera directa a los gobiernos de
Francia, Alemania e Italia.
De igual forma el voluntarioso Blair, en su
cruzada deberá vérselas con aquéllos que se oponen a la moneda
única,y aunque Inglaterra no pertenece a la zona Euro,y como no
se trata de destruir,sino de seguir construyendo,desde Londres
capital financiera de Europa deberán salir señales claras para
calmar los ánimos de los eternos enemigos políticos del Euro,los
cuales pescando en río revuelto,pretenden exigir – sin mayores
argumentos - la abolición de la moneda única europea. Sin
embargo, como en todas las economías liberales son los mercados
bursátiles quienes deciden y estos en medio de la
crisis refrendaria, han seguido respaldando a la
moneda europea, la cual no ha sufrido los especulativos embates
que algunos presagiaban.
Así las cosas, Tony Blair el principal
aliado de los EE. UU. en el viejo continente, será el encargado
de decirle bye bye a la Europa política.
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