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Banqueros temblad
por José Guerra  
jueves, 29 junio 2006

 

En la medida en que  avanza la política del Gobierno más difícil será la realización de negocios por parte del sector empresarial. La visión del Gobierno sobre el modelo económico es tan clara que no debería albergarse dudas sobre el derrotero hacia el cual transita Venezuela. El camino está claro: minimizar el espacio del sector privado, arrinconarlo en un apartado lugar de la economía venezolana. Quien no quiera ver que no vea, pero es evidente que el control de precios es una restricción fundamental que está cortando la posibilidad de una expansión mayor de la producción y al no ajustarse los precios durante más de diez y ocho meses, algunas empresas han cerrado ciertas líneas de producción. La escasez no ha aumentado de forma apreciable por dos razones: la amplia disponibilidad financiera del Gobierno para importar y además porque muchos empresarios temen que si dejan de producir algunos bienes perderán definitivamente sus empresas.

 

El control total

 

Claro, el gobierno puede el darse el lujo de importar bienes alimenticios y venderlos por debajo de su costo debido a la holgura que le proporcionan sus elevados montos de divisas. También es obvio que las regulaciones legales tales como la solvencia laboral le está cerrando el acceso a los dólares preferenciales a muchas compañías, mientras que las empresas estatales están exentas de este requisito y nada tienen que informar al Ministerio del Trabajo. Adicionalmente, las restricciones que se han anunciado para que Cadivi entregue divisas presagia un endurecimiento si los solicitantes no cumplen todos y cada uno de los requisitos exigidos, aunque las oficinas del gobierno no sean diligentes en la entrega. Pero a quien más ha afectado estas medidas han sido los sectores industrial y comercial. Por estas razones es que se está copando la capacidad instalada y muchas empresas trabajan al máximo, pero no hay ampliaciones de la frontera de producción y la inversión privada y el empleo permanecen postrados.

 

En una economía donde la liquidez monetaria ha dado un salto espectacular como se documenta en el cuadro, es obvio que el crédito se ha convertido en una pieza importante para que la banca mantenga la ganancia en un entorno en el cual los rendimientos sobre los certificados de depósitos emitidos  por el BCV han reflejado una disminución significativa. Siguiendo las instrucciones del Gobierno, el 26 de abril de 2006, el BCV procedió a regular las tasas de interés activas y pasivas al tiempo que estableció algunas pautas para el cobro de las comisiones bancarias. Con ello sonó la primera campanada de lo que vendrá. Igualmente, con el establecimiento del Banco del Tesoro, el Estado cuenta con un instrumento muy poderoso para obligar a la banca privada a seguir al pie de la letra las pautas financieras que fija Miraflores, relativas a la ampliación de la cartera de créditos para aquellos sectores favorecidos por el Gobierno. Solamente el uso de la amenaza de que el Gobierno retiraría sus depósitos de algunos bancos es lo suficientemente peligroso para ciertas instituciones financieras.

 

Ahora la banca

 

Arrinconado los sectores industrial, comercial, ganadero e inmobiliario por las regulaciones de precios y demás normativas legales, le llegó el turno de la banca. Se está acabando la luna de miel disfrutada con las colocaciones de fondo y la compra de bonos de la deuda pública y del BCV que proporcionaron buenos beneficios.

 

Hay grupos dentro del Gobierno que han planteado la nacionalización de la banca para con ello facilitar sus planes ulteriores. Esa posición por ahora es minoritaria, pero expresa que ante un cambio en la correlación de fuerzas ella podría adquirir el vigor que hoy no tiene. En cualquier caso, el Gobierno va a comenzar a pasarle la factura a los bancos y a los banqueros por los favores recibidos en el pasado. Algunos, como es usual, moverán sus fichas dentro de las altas esferas del tren ejecutivo y la Vicepresidencia de la República para minimizar el impacto de las acciones del Gobierno.

 

Por lo pronto el Gobierno no puede arriesgarse a una medida nacionalizadora, tanto por los efectos internos como por las repercusiones a nivel internacional en un contexto en el cual Venezuela busca apoyo para asegurar posiciones en organismos multilaterales. En un Gobierno verdaderamente democrático e impersonal las decisiones son objeto de un debate público. Pero ese no es el caso de Venezuela donde el peso específico de la voluntad del Presidente de la República no tiene paralelo. Por tanto, es dable esperar que por intermedio de la Sudeban y el BCV se estrechen los controles y regulaciones sobre el sistema bancario nacional, mediante una serie de medidas. Entre ellas destacarían, una disminución de la tasa de interés sobre los cerificados de depósitos del BCV sin que ello se traduzca en una caída de la tasa de interés pasiva. Similarmente, el Gobierno forzaría a la banca a aumentar la gaveta de créditos destinadas al financiamiento  de las empresas de producción social y las cooperativas, sin que el sistema financiero pueda recomponer sus ingresos con mayores tasas en otros sectores para mitigar el mayor riesgo. Finalmente, el Gobierno va a limitar el cobro de comisiones bancarias para evitar aumentos de la tasa efectiva de interés.

 

Con la orientación y las políticas que está siguiendo el presidente Chávez en su intento por prefigurar un socialismo etiquetado del siglo XXI pero con políticas del siglo XIX, no era difícil imaginar que tarde o temprano la mano poderosa  del Gobierno alcanzaría a la banca. Le tocará a los banqueros realizar su mejor esfuerzo por innovar y ofrecer productos financieros atractivos para que los depositantes mantengan su dinero en las instituciones y no concurran a buscar refugio en el activo más seguro de Venezuela: el dólar. 

 

Indicadores monetarios

(Millardos de Bs)

 

 

Abril 2006

Diciembre 2000

Liquidez monetaria

77.773

16.284

Certificados de depósitos del BCV

36.191

114

Fuente: BCV

 

La anti-política

Durante años, en Venezuela ciertos sectores jugaron peligrosamente a fomentar la anti-política.  Con argumentos válidos, como la corrupción, satanizaron a los partidos y a quienes se dedicaban a la política. Con ello crearon un sentimiento de aversión hacia la participación en los asuntos públicos y estimularon la emergencia de liderazgos mesiánicos que acabarían con los políticos. El resultado: les salió el tiro por la culata y ahora no encuentran como quitarse de encima a Chávez. Este sentimiento de culpa es mayor en quienes ayer apoyaron al comandante. La desesperación ha creado la otra modalidad de la anti-política: la abstención electoral, sabiamente estimulada por el Gobierno, quien calcula los beneficios que de ella se derivan, al menos en estas condiciones. La abstención en Venezuela ha sido un estruendoso fracaso y los ejemplos sobran: cuando los adecos llamaron a no votar cuando el plebiscito de Pérez Jiménez y los comunistas cuando la lucha armada. Para que un movimiento de abstención electoral adquiera fuerza debe provenir de una fuerza social y no al revés, construyendo esa fuerza con el  llamado a no votar. El Gobierno no va a ceder un milímetro en las condiciones electorales con el objeto de que algunos se acojan mansamente a la abstención y con ello dividir a la oposición. La tarea es alcanzar una mayoría visible y hacerla valer en la calle con o sin elecciones. La abstención desmoviliza.  

PDVSA se endeuda y plagia

 

Increíble pero cierto. PDVSA está considerando lanzar al mercado una emisión de bonos por US$ 3.500 millones. Nadie conoce a ciencia cierta el objeto de ese endeudamiento. Si es para financiar proyectos de inversión, ello sugiere que la situación financiera de PDVSA no es la mejor toda vez que con un  precio del petróleo que excede los 60 dólares por barril la empresa no debería tener problemas para usar sus recursos propios. Sin embargo, se conoce que el gasto social de PDVSA es mayor que el gasto en producción de petróleo, con lo cual la empresa se ha desdibujado totalmente. En el caso de que la emisión sea usada para drenar liquidez, esto pone en cuestión la función principal del BCV. El hecho es que desde estas páginas fue donde en agosto de 2005 por primera se propuso que se cubrieran las necesidades de financiamiento utilizando el excedente de liquidez monetaria existente en el mercado, con lo que se abriría una oportunidad a los ahorristas venezolanos de participar en el mejor negocio de Venezuela.

 
 
 
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