Inicio | Editor | Contáctenos 
 

 Webarticulistas

Manuel Malaver

 

Eli Bravo

 

Luis  DE LION

 

Roberto Palmitesta

 

Lucy Gómez

 

Alexis Márquez Rodríguez

 

Ted Córdova-Claure

 

Antonio Sánchez García

 

Aníbal Romero

 

Charles Cholaleesa

 

Agustín Blanco Muñoz

 

 

La confiscación del ahorro de los venezolanos
por José Guerra  
viernes, 24 noviembre 2006

 

En Venezuela se viene observando un proceso incesante de confiscación del patrimonio de los ahorristas por parte del Gobierno Nacional, mediante el deterioro de las remuneraciones reales que perciben quienes tienen parte de su patrimonio depositado en la banca nacional. El ahorro se define como aquella parte del ingreso percibido que no se consume. Quienes devengan un ingreso por su trabajo o por dividendos y optan por no consumir sino una parte, colocan el excedente en el mercado financiero en la forma de depósitos de ahorro y a plazo. De manera que a los fines de este trabajo el ahorro lo constituirán los saldos monetarios mantenidos en libretas de ahorro y certificados de depósitos a plazo. 

El ahorro se remunera con la tasa de interés, que en el caso de Venezuela es fijada de manera administrativa por el BCV de la siguiente manera: 6,5% para los depósitos de ahorro y 10,0% para los certificados a plazo, mientras que la tasa de inflación de situó en 15,5% anual en octubre. Para un ahorrista es fundamental que la tasa de interés que obtiene por las colocaciones de sus fondos sea mayor o igual a la tasa de inflación porque de otra manera el aumento de los precios se encargará de desvalorizar el capital y los intereses devengados. Sin embargo, para valorara adecuadamente la importancia de la tasa de interés que percibe un ahorrista, es fundamental ver, a parte del BCV, a otro actor de este juego: el Gobierno quien cubre sus gastos parcialmente mediante la emisión de deuda pública. 

Actualmente, el Ministerio de Finanzas está financiando la ejecución de parte del gasto público, con la emisión de Bonos de la Deuda Pública (DPN) y Letras del Tesoro (LT) por los cuales paga una tasa de interés de 6,0% y 4,0%, respectivamente. Esos títulos de deuda son adquiridos por el sistema bancario, con los ahorros del público. De esta manera el público ahorrista está financiando al Gobierno. El BCV ha optado por el camino de facilitar el financiamiento del Gobierno, para lo cual ha producido una caída significativa de las tasas de interés, lo que se ha traducido en una demanda de crédito inusitada por parte de quienes desean adquirir viviendas, vehículos, divisas, compara productos de línea blanca y viajar al exterior. Las tasas de interés sobre estos créditos oscilan entre 9,0% para el financiamiento a las viviendas y 18% para la adquisición de vehículos. La concesión de esos préstamos a los ávidos consumidores es posible porque los ahorristas todavía mantiene sus haberes en los bancos. De esta manera, estos fondos de los depositantes que ingenuamente creen que su dinero está devengando un interés razonable están cubriendo las necesidades de financiamiento del Gobierno a muy bajo costo, por cuanto la tasa de interés sobre los títulos que emite es sustancialmente inferior a la tasa de inflación. De esta forma, pierden los ahorristas por cuanto la tasa de interés de sus colaciones es inferior a la tasa de inflación (6,5% y 10,0% contra 15,5%) y gana el Gobierno a quien el dinero que solicita en préstamo le sale gratis, toda vez que al generar una tasa de inflación de 15,5% puede pagar con facilidad una tasa de interés de apenas 6,0% o 4,0%. Estas tasas excepcionalmente bajas no las obtiene ningún ciudadano o empresa que pide prestado en Venezuela. Así, se está produciendo en Venezuela de manera silenciosa, gradual, pero sostenida una transferencia masiva de recursos desde el público ahorrista hacia un Gobierno voraz cuyo gasto no pareciera tener límites y que utiliza para ese propósito una política monetaria de corte expansionista de un Banco Central de Venezuela a quien la independencia y el mandato de abatir la inflación hace tiempo le quedó grande.  

Uno de las consecuencias de esta situación es que la ingenuidad está dando paso a la supervivencia y muchos han comprendido que la depreciación de su patrimonio no puede continuar y por ello están adquiriendo divisas en el mercado paralelo, lo que se ha traducido en una importante pérdida del valor del bolívar al ubicarse su cotización en niveles cercanos a Bs./US$ 3.300, lo que ha implicado una devaluación de aproximadamente 15,0% en los últimos dos meses, no obstante la venta de divisas que realiza el Gobierno y las transacciones de bonos argentinos que se negocian en ese mercado. Ello sugiere que existe una demanda insatisfecha por moneda extranjera que está empujando al alza el tipo de cambio, parte de la cual proviene de la preferencia de los ahorristas por el dólar. Esta corrección del tipo de cambio retroalimenta las presiones inflacionarias con lo cual los rendimientos reales de los ahorristas se siguen deteriorando lo que impulsa la compra de más divisas en una especie de círculo vicioso.    

La cuantificación de la pérdida sufrida por los ahorristas de Venezuela se cuantifica en el cuadro anexo. 

Cuadro
Pérdidas debido a la diferencia entre la tasa nominal de interés sobre los ahorros y la tasa de inflación

 

Pérdida en millones de Bs.

Pérdida en millones de US$

2002

1.073.329

925

2003

1.518.676

944

2004

1.704.421

904

2005

1.683.915

798

2006 (Octubre)

5.980.341

2.782

Acumulado

11.960.682

6.352

           
Cálculos de José Guerra, con base en las cifras del BCV 
. La información sugiere que quienes mantenían sus ahorros en el sistema financiero en Venezuela acusaron una pérdida acumulada de Bs. 11.960.682 millones, equivalente a US$ 6.352 millones, la cual significó ingresos para el Gobierno, debido al monopolio que tiene de emitir dinero y con ello generar inflación. Es muy probable que esta expoliación a los ahorristas continúe de seguir el aumento de los precios y si el BCV persiste en ser una entidad al servicio del Gobierno en lugar ocuparse por garantizar la preservación del valor de la moneda nacional.  

 

Milton Friedman 

El 16 de noviembre murió en la ciudad de San Francisco, estado de California en Estados Unidos, uno de los economistas más influyentes del siglo XX. Milton Friedman recibió su doctorado en la Universidad de Columbia y posteriormente se dedicó a la enseñanza en la Universidad de Chicago donde forjó su pensamiento. Desde allí desafió el planteamiento de Keynes sobre la intervención del Estado en la economía, lo que igualmente lo llevó a polemizar con profesores de otras universidades tales como el Massachussets Institute of Technology o Harvard, influidas en ese tiempo por el keynesianismo. La tesis de Friedman según la cual la inflación es siempre y en todas parte un fenómeno monetario, es el postulado esencial de monetarismo. Fue galardonado con el Nóbel de Economía en 1976. Tres obras monumentales de Friedman son de obligatoria lectura: Una historia monetaria de Estados Unidos, escrito con Ann Schwartz, Capitalismo y libertad y Libertad de elegir con la colaboración de su esposa Rose Friedman. La influencia de Friedman sobre los economistas chilenos que dirigieron los asuntos monetarios cuando el Gobierno de Pinochet fue decisiva aunque luego comentó que él repudiaba la dictadura militar. Nadie puede negar el aporte de Friedman a la economía moderna.

6 mil millones mas

El presidente Chávez ya oficializó, como suele hacerlo, en un acto público, para presionar, su solicitud para que el BCV le entregue US$ 6.000 millones adicionales de las reservas internacionales. Legalmente ello no es posible. ¿Las entregará el Directorio del BCV o hará respetar la autonomía de instituto emisor? Con seguridad que las entregará. Actualmente, de ese órgano Venezuela no puede esperar otra cosa. Luego vendrá la pérdida en el ejercicio financiero correspondiente y el consiguiente deterioro del respaldo del bolívar.  El Gobierno, con la complicidad del Directorio del BCV está armado una bomba inflacionaria en Venezuela que mientras más dinero le inyecte más fuerte será el desenlace. Después se alarman porque la inflación no baja. Y no puede bajar porque están aplicando una política contra indicada en un entorno inflacionario: facilitar recursos al fisco para que siga gastando moneda sin respaldo en un entorno de recalentamiento de la economía. Por esta razón el tipo de cambio del mercado paralelo seguirá reflejando esa tendencia alcista que recientemente ha mostrado.

 
 
 
© Copyright 2006 - WebArticulista.net - Todos los Derechos Reservados.