La semana pasada le tocó el turno a la
FAN, una institución que sin duda está viviendo sus últimos
días. Rumores, movimientos de tropas, supuestos alzamientos,
cambios extemporáneos en el alto mando militar, destitución
del jefe de la Casa Militar, en fin un cúmulo de situaciones
en un corto período de tiempo y dentro de un estamento muy
específico, como para pensar que todo ha sido producto de una
ola de casualidades.
Los venezolanos en general es poco lo
que sabemos de cuanto sucede dentro de nuestros cuarteles y si
a ello le agregamos el cierre virtual de los medios de
comunicación nacionales, el desconocimiento es total. Sin
embargo, en medio de toda la mordaza y del poder omnímodo del
régimen, lo ocurrido ésta ultima semana dentro de la FAN ha
sido de tal magnitud, que una parte de lo sucedido, la que se
le escapó al régimen, trascendió hasta la agonizante opinión
pública y de ello pueden dar fe los periodistas del diario
El Carabobeño, detenidos por andar haciendo su trabajo. En
consecuencia, surgen los análisis confidenciales, las crónicas
digitales, se atan cabos, se recopila información, se oye la
opinión de especialistas para así tratar comprender lo mejor
posible éste tablero de ajedrez.
Históricamente las purgas dentro de las
fuerzas armadas ha sido una práctica recurrente a los fines de
controlar cualquier foco de oposición que exista o que esté
por nacer dentro de dichas fuerzas. En la Venezuela
bolivariana, para nadie es un secreto que el actual régimen no
tiene el control absoluto sobre todas las fuerzas que
conforman la esfera militar, la aviación y la marina por
ejemplo, dada las características propias a su formación, así
como sus capacidades técnicas, conllevan a que sus oficiales
en su gran mayoría tengan una visión menos ideologizada y a la
vez mas profesional no solo de la institución, sino del mundo
que les rodea. Algo por el estilo sucede con La Guardia
Nacional, una fuerza a la cual el movimiento bolivariano tiene
sentenciada a muerte, desde la valerosa y efectiva defensa que
de la democracia hizo la GN durante las intentonas golpistas
del 92. Si bien los oficiales de la GN no tienen el mismo
nivel de formación y capacitación técnica, que los oficiales
de otras fuerzas, estos tienen la ventaja de actuar en la
calle, de estar en el terreno, en el día a día no solo
ciudadano, sino en la rutina institucional. Por ejemplo,
fueron efectivos de la GN los que arrestaron a Granda y lo
pusieron a las órdenes de las autoridades colombianas,
posteriormente durante los días del escándalo binacional 5
oficiales fueron arrestados y casualmente durante ésta última
semana de rumores fueron liberados 4 de ellos, un hecho que
pasó desapercibido para los medios. Cerrando la ronda militar
encontramos a la fuerza mas aislada, la mas encerrada en sí
misma, la que funciona cual logia y que a su vez tiene el mas
alto poder de fuego, me refiero al ejército, casualmente la
fuerza de donde provienen Chávez, Arias Cárdenas y Baduel,
entre otros.
Dicho esto, sabemos que el actual
régimen persigue en detrimento de la propia FAN, la creación
del Ejército Bolivariano Revolucionario, es decir una única
fuerza, menos técnica, menos profesional, pero monolíticamente
ideologizada y atravesada por una sola y única línea de mando
ejercida directamente por el líder máximo. Una fuerza, que le
garantice a la Revolución como bien señala Alberto Garrido en
El Universal, domingo 6 marzo 2005: “La defensa
integral de la nación, entendida como guerra asimétrica,
versión nacional de la "Guerra de todo el Pueblo" de Cuba o de
la "Guerra del Pueblo" vietnamita”.
En el llamado nuevo mapa estratégico, o
salto hacia adelante de la Revolución producto del taller de
alto nivel que se llevó a cabo en Fuerte Tiuna en noviembre
pasado, el objetivo numero 9 dice: profundizar y acelerar la
nueva estrategia militar nacional, allí el presidente Chávez
señala que “hay que aumentar la preparación y eficacia de la
FAN”, y lo más importante “consolidar su unidad, la Unidad
Cívico Militar, son objetivos específicos”. Así como también,
la incorporación del pueblo a la defensa, y desarrollar la
industria militar dentro del mismo objetivo antes señalado.
Las ordenes fueron acatadas, y en ese
sentido se expresa el místico e indescifrable General Raúl
Baduel, Comandante en Jefe del Ejército venezolano, a través
de una entrevista que le concediera al diario Juventud Rebelde
de Cuba, publicada el sábado 5 de marzo 2005, en donde señala
que:” se nos ha encargado profundizar y acelerar, la
conformación de la nueva estrategia militar venezolana, de
donde se desprenden tres líneas estratégicas: el
fortalecimiento del componente armado - eso no significa caer
en una carrera armamentista -, de la unión cívico-militar y de
la reserva”. Vale hacer notar que, el susodicho diario
“independiente” cubano publica la entrevista en cuestión -
¿otra casualidad? – justo en los días que Venezuela hierve de
rumores de alzamiento militar, y casualmente es Baduel el
único que ha tenido derecho de palabra en estos días, y no el
actual y enmudecido ministro de la Defensa. Sin olvidar que
una de las razones que hacen a Baduel miembro activo del
olimpo de militares bolivarianos, es el hecho de formar parte
de la cofradía de conjurados del samán de Güere, un selecto
grupo al cual no todos los militares pertenecen, como es el
caso del General García Carneiro.
Así las cosas, llegamos a ésta nebulosa
que no sabemos si es realmente sediciosa o si obedece a una
táctica llevada deliberadamente adelante por el régimen. Pero
como quiera que sea, las primeras noticias al respecto las
transmitió el periodista Nelson Bocaranda al anunciar las
destituciones de altos personeros militares que el presidente
había hecho antes de partir de gira, prácticamente desde la
escalerilla del avión, y casi que inmediatamente – ¿otra
casualidad? – se desencadenaron las movilizaciones
militares.
Pero aún hay más, porque si seguimos
atando cabos, no solo encontramos que el hilo conductor de
ésta leyenda – versión oficial - converge plenamente con la
ruta del mapa estratégico bolivariano, la cual pasa
obligatoriamente por Cuba en cuyos diarios Baduel declara una
cosa, mientras en Venezuela declara otra; pero podría ir más
allá, ya que ante la llegada éste martes 8 de marzo del
presidente Chávez a París, el diario Le Figaro, publicó
igualmente el pasado 5 de marzo una nota titulada “Le
Venezuela, nouvel enfant choyé du régime castriste”,
Venezuela, el nuevo niño consentido del régimen castrista,
firmada y fechada en La Habana por el enviado especial del
periódico galo. En dicha nota, se cuenta – entre otras cosas -
que en lo que era la sede de la escuela Naval de La Habana,
funciona hoy la escuela Latinoamericana de medicina y en sus
aulas se encuentra un importante número de estudiantes
venezolanos.
Un artículo por el estilo puede dar
cabida a dos lecturas, la primera me señala una especialista
en la materia, puede corresponder a la preparación psicológica
para disimular el regreso a Venezuela de los miles de jóvenes
que han ido a entrenarse en Cuba y que van a constituir el
Ejército bolivariano revolucionario. La segunda lectura es que
se le estaría tendiendo una suerte de alfombra roja de
bienvenida a un jefe de Estado que anda en plena carrera
armamentista. Le Figaro es un diario serio y realmente
independiente en sus inclinaciones editoriales, una enorme
diferencia con otros medios, al estilo del diario de la
Juventud Rebelde de Cuba, sin embargo el principal accionista
de Le Figaro, es el grupo Dassault, líder
mundial en la fabricación de aviones civiles y militares,
tales como los fiables jet ejecutivos Falcon y los caza
bombarderos Mirage.