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El candidato de Chávez en Ecuador
por Edgar C. Otálvora
viernes, 6 octubre 2006

 

El periodo presidencial para el cual fue electo el derrocado Lucio Gutiérrez y que está finalizando en manos de Alfredo Palacio, llega a su término el próximo mes de enero. El panorama político con vistas a las elecciones del 15 de octubre muestra la continuidad de la pugna entre candidatos montados en la onda antipartidos (como ya en el pasado lo fue Gutiérrez) versus los representantes de las corrientes políticas socialdemócratas y socialcristianas. El otrora fuerte movimiento indígena concentrado en el Movimiento Pachakutik, referencia de la izquierda radical ecuatoriana, sufrió una crisis tras su participación en el gobierno de Gutiérrez. Tras un conflictivo proceso interno en el seno de la Confederación Nacional Indígena de Ecuador (Conaie), los indígenas optaron por lanzar una candidatura propia y no mestiza, la del líder Luis Macas. 

Probable segunda vuelta

De los trece aspirantes presidenciales -según los más diversos análisis- dos de ellos acaparan la mayoría del favoritismo electoral. Por una parte el economista Rafael Correa Delgado, candidato del Frente Amplio-Alianza País, quien habría pasado al primer puesto en las encuestas sumando más de 30% de las intenciones de voto. Correa, quien se presenta como el candidato anti-partidos, es la carta de la izquierda anti-estadounidense y pro-cubana latinoamericana en las elecciones ecuatorianas, luego de desechar la opción indígena del Pachakutik. Por otra parte, el candidato socialdemócrata León Roldós Aguilera (Alianza Izquierda Democrática RED) estaría cercano al 25% de los sufragantes, convirtiéndose en la opción ante el avance de la izquierda. Roldos mantiene posiciones críticas pero no confrontacionales ante el Tratado de Libre Comercio  con EEUU y sobre el Plan Colombia. 

Para ganar en primera vuelta, en Ecuador se requiere el 40% de los votos válidos y un margen superior de diez puntos porcentuales sobre el candidato que llegue en segundo lugar. El rápido crecimiento de la candidatura de Correa a lo largo del mes de septiembre llevó a que su comando de campaña calculará que era posible incluso ganar la Presidencia en la primera vuelta. La publicación de resultados de encuestas está prohibida desde 20 días antes de los comicios, pero las más recientes mediciones que siguen dando a Correa como ganador en el primer turno, parecieran indicar que habría una segunda vuelta ya marcada para el 26 de noviembre. En ese caso, tanto Correa como León Roldos, tendrían algunas semanas para negociar sus respectivas alianzas, las cuales ya de antemano se asoman.
 

¿Quién es Correa?
 

Rafael Correa (43 años) es un producto de la educación católica devenido a izquierdista. Obtuvo su título de Economista en la Universidad Católica de Guayaquil y realizó postgrado en la Universidad Católica de Lovaina. Su doctorado le fue otorgado por la  Universidad de Illinois. Profesor universitario, profesionalmente ha estado vinculado con organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo o el Japan Bank for Internacional Cooperation.  

Con la llegada de Alfredo Palacio a la Presidencia en abril del 2005, el profesor Rafael Correa, uno de los miembros de la organización denominada “Foro Ecuador Alternativo”, especialmente activo en la campaña contra el gobierno de Gutiérrez, fue designado Ministro de Economía y Finanzas. Correa, férreo crítico contra la dolarización de la economía ecuatoriana y de los acuerdos de estabilización firmados por Gutiérrez con el Fondo Monetario Internacional, representó la cuota radical de izquierda dentro del incierto  gobierno de Palacio. El ministro Correa resaltó sus posiciones anti-estadounidenses, en temas como el Plan Colombia o la presencia de tropas estadounidenses en Ecuador, y en asuntos como el pago de la deuda externa. En julio del 2005, Correa obtuvo que Caracas incluyera a Ecuador en su programa de ayuda a gobiernos amigos mediante el mecanismo de adquisición de bonos de deuda estatal. Tras tres meses en el gobierno, Correa presentó su renuncia luego de polemizar con el Banco Mundial. Su pasantía por el gobierno le valió notoriedad política y el inicio de una relación activa con el gobierno venezolano quien lo habría identificado como una clara opción para apostar en las elecciones presidenciales de este año.

Pero al contrario de Evo Morales, del nicaragüense Daniel Ortega o del derrotado Ollanta Humala, tanto Correa como el gobierno venezolano han procurado mantener en bajo perfil sus crecientes relaciones. Sin embargo, con el pasar de la campaña y con los usuales adelantos televisivos de Chávez, el puente entre Correa y el gobierno venezolano ha ido quedando al descubierto y seguramente se convertirá en un tema de campaña en los próximos días. De hecho, el candidato a la  Vicepresidencia Ramiro González (compañero de Roldos) dijo esta semana que Correa “es parte del proyecto de Hugo Chávez, aunque hasta ahora lo ha mantenido en el clóset”. Las vinculaciones de Correa con Caracas son de diverso orden y se han materializado en el pasado mediante la participación del candidato y de miembros de su equipo en las organizaciones bolivarianas promovidas por el gobierno venezolano a nivel continental. Según medios ecuatorianos, Correa habría participado en actividades del Congreso Bolivariano de Pueblos, y cercanos colaboradores son usuales participantes en el llamado Foro Social Mundial.

Correa, quien ha comenzado a referirse al presidente venezolano como “comandante y amigo”, confirmó haber sostenido a principios de septiembre, un largo encuentro con Chávez que habría tenido lugar en la residencia de la familia Chávez en el estado Barinas.   
 

La receta chavista
 

Como ya lo hizo Chávez y Evo Morales, Correa pretende introducir cambios en el sistema político ecuatoriano mediante la realización de una Asamblea Constituyente, para la cual aspira garantizarle poderes plenos. La ruta escogida por Correa para alcanzar esta meta es una mezcla de las estrategias seguidas por Chávez y Morales. El partido de Correa no presentó candidatos para las elecciones parlamentarias ya que de triunfar en su carrera presidencial, se proponen convocar a una consulta popular que apruebe la elección de una Constituyente, que entre sus primeros actos contemplaría la disolución del Congreso. Suponen los seguidores de Correa que con el impulso del triunfo presidencial lograran imponerse sobre los restantes partidos, evitándose negociaciones como las que debió enfrentar Morales en Bolivia, y que llevaron a que la oposición preservara la representación de las minorías como criterio para asignar los cargos constituyentes. El paquete de medidas de Correa incluiría la desdolarización de la economía (Hugo Chávez ya habría comentado que el “sucre” volverá a circular próximamente), la renegociación del pago de la deuda o la eventual cesación de pagos, y el rechazo a negociar un tratado de libre comercio con EEUU. El reingreso de Ecuador a la OPEP estaría entre los planes de un eventual gobierno de Correa.

En el terreno de las relaciones internacionales, el marcado discurso anti estadounidense de Correa y sus cercanías ideológica y ahora operativa con el Eje La Habana-Caracas, hacen suponer el inicio de una confrontación con EEUU, país que cuenta con Ecuador como parte de su estrategia de defensa hemisférica y que opera una base militar en territorio ecuatoriano.

 

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  Artículo publicado originalmente en el semanario ZETA

 
 
 
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