Un
ciclo político termina en Latinoamérica con las elecciones
presidenciales venezolanas de mañana. Concluye un largo y
tenso periodo de procesos electorales que involucró a 12
países del vecindario.
Las
elecciones en Haití, que llevaron a la Presidencia a René
García Préval
, sirvieron para poner fin a la transición
provocada por la renuncia
y salida del país
de Jean
Bertrand
Aristide en el 2004. Haití logró normalizar sus
relaciones con los vecinos caribeños que objetaban el
gobierno transitorio. Sin embargo, Haití sigue siendo
escenario de violencia, apenas contenida por la presencia
de la misión de la ONU dirigida por militares brasileños.
Los
procesos electorales del último año se han resuelto -
salvo en Ecuador - a favor de políticos profesionales con
larga trayectoria en procura del poder. Incluso se
presenció el regreso a funciones de gobierno de tres ex
presidentes -Alan García en Perú, Oscar Arias en Costa
Rica y Daniel Ortega en Nicaragua- y los amagos de las
candidaturas -judicialmente frustradas- de los ex
presidentes Alberto Fujimori
en Perú y Lucio Gutiérrez en Ecuador.
Los
pronósticos electorales se cumplieron casi al calco en
Chile, Colombia y Nicaragua. En Chile se daba como un
hecho la elección de una de las pre-candidatas
de la Concertación gobernante, como en efecto ocurrió con
el triunfo de la socialista Michelle Bachelet con el
padrinazgo del ex presidente Ricardo Lagos. En Colombia,
la popularidad de Alvaro Uribe no dejó espacio para otras
opciones y prácticamente decretó la jubilación de varias
generaciones de políticos. Y en Nicaragua, la fractura del
liberalismo abrió vía libre al retorno del sandinismo al
poder. Pero los pronósticos electorales se cayeron en
cuanto a Perú y México, desde donde todos los cables
internacionales presagiaban seguras victorias de los
izquierdistas Ollanta
Humala y Manuel López Obrador
respectivamente, las cuales finalmente no ocurrieron. El
fenómeno electoral, sin duda, lo representa Rafael Correa,
el electo Presidente de Ecuador, cuya existencia y
apetencia política pasó desapercibida para los analistas
políticos de la región, hasta hace tan sólo unos pocos
meses atrás. En Brasil las encuestas que hablaban de la
imbatibilidad de Lula da Silva debieron enfrentarse a la
inesperada segunda vuelta, y a la necesidad de que el
presidente-candidato recurriera a alianzas con partidos de
centro-derecha para alcanzar la victoria.
En Chile,
Colombia, Brasil, México, y Honduras, los electores
optaron por mantener una continuidad política en el
funcionamiento del gobierno. En tanto, los resultados de
Bolivia y Ecuador señalaron, por el contrario, la victoria
de tendencias radicales de izquierda con propuestas de
quiebre institucional.
A partir de
mañana, habrá que esperar hasta finales del 2007 para
presenciar nuevas elecciones presidenciales en el
vecindario, cuando se escoja un nuevo gobierno en
Argentina.