Nexos revolucionarios
Venezuela-Cuba
Los nexos
de sectores de la izquierda venezolana con la revolución
cubana, datan del año 1958, cuando, tras la caída de la
dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, acudieron grupos
de cubanos en calidad de exiliados a Caracas. Incluso, por
decisión del presidente de la junta de gobierno
civil-militar, el Contralmirante Wolfgang Larrazabal, el
ejército venezolano envió armas a Fidel Castro a la Sierra
Maestra.[1]
Los
contactos de la izquierda venezolana con el aparato cubano,
datan de los inicios de la revolución cubana. El origen
militar del liderazgo de la “revolución bolivariana”, y la
peculiar y tradicional complicidad de sectores de la
izquierda venezolana con el estamento militar, han
facilitado la fusión del “bolivarianismo” con el castrismo.
Relación que ha sido favorecida por las estrechas
relaciones que han mantenido a través de los años con Cuba,
los sectores civiles irreductibles, que tras el fin del
período de lucha armada que conoció Venezuela en los años
1960-1970, continuaron con su labor conspirativa en el seno
de las Fuerzas armadas, y hoy están integrados al “chavismo”.
Una ilustración de esa complicidad temprana, fue la
participación de un grupo de venezolanos, militantes de la
Juventud comunista del PCV en junio 1959 en una invasión
organizada por Cuba a República Dominicana. Todos los
combatientes venezolanos perecieron en el intento.
La novedad
actual radica en que esa izquierda ahora en el poder, a
falta de un modelo de revolución propio, puesto que en el
panorama venezolano no estaba dibujada tal eventualidad, no
le queda otra alternativa que recurrir al modelo cubano
haciendo gala de la misma falta de autonomía que tanto le
reprochó a las elites del antiguo régimen que calificaba de
relación de “colonizados ante las metrópolis imperiales.”
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Marta Harnecker Intelectual chilena.
Socióloga, investigadora y escritora. |
A falta de
un proyecto propio, la “revolución bolivariana” recurre a
Cuba a tomar prestado, léase a adquirir, del modelo
revolucionario cubano, su aparato conceptual, además de sus
expertos. Hasta el envío de teóricos, puesto que la
intelectualidad venezolana, en su gran mayoría, repudia al
régimen de Chávez. Es el caso de la chileno-cubana Marta
Harnecker, afincada en Cuba tras el golpe de Pinochet,
puesta hoy a la disposición de Hugo Chávez para que elabore
las bases teóricas políticas de ese nuevo ensayo
revolucionario.[2]
Es la
célebre autora de un manual de marxismo-leninismo, -
influencia decisiva en la formación de varias generaciones
de la izquierda latinoamericana durante los años 1960-1970.
Constituyó la enseñanza fundacional de un marxismo
simplificado a la manera de un catecismo al que se le debe
el magro desarrollo intelectual y el trágico retraso
ideológico que caracterizó y caracteriza, a los sectores
más radicales de la izquierda en América latina, limitando
el surgimiento de una izquierda democrática en el
continente. Como podemos constatar dada la actividad que
desarrolla en Venezuela, su influencia cobra de nuevo
vigencia, esta vez sustentada en el doble poder que le
imparte Cuba y la petro-revolución venezolana.
El
mecanismo de préstamo, y de adquisición de imágenes e
influencias ideológicas provenientes del exterior, es
consubstancial al talante de un país caribe y petrolero: los
venezolanos se entregan gozosos al consumo de la novedad,
rasgo que comparten todas las clases sociales. Es uno de los
rasgos más notables de la cultura petrolera,[3]
no obstante la presencia masiva del modelo revolucionario
cubano, difícilmente la sociedad venezolana, se pliegue a
él, aún en las propias filas del chavismo.
La pasión
cubana le costó a Hugo Chávez la pérdida del apoyo de la
clase media que lo tuvo mayoritariamente al principio y lo
condujo a la presidencia de la república. La primera
manifestación de la oposición contra el régimen, se debió a
la llegada de asesores cubanos que venían a dirigir la
reforma de la educación emprendida por la “revolución
bolivariana”; los que demostraba sin disimulo, la relación
de interdependencia que se establecía con Cuba.
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