Estos
no son tiempos de alfombra roja para Estados Unidos. Su
popularidad está muy resentida por una diplomacia poco
diplomática y una guerra que está dando demasiada pelea. Según
la encuesta global de actitudes del Instituto Pew realizada en
quince países, hay una caída significativa de la opinión
favorable hacía EEUU en naciones como España (de 41% a 23%),
India (de 71% a 56%) e Indonesia (de 38% a 30%). Incluso en casa
los resultados duelen: apenas el 29% de los estadounidenses
encuestados consideran que las cosas están bien en su país.
La
guerra en Irak es el lastre mayor, pero también pesan la guerra
contra el terrorismo y el lunar de Guantánamo. No en balde el
presidente Bush decía en Europa esta semana que deseaba cerrar
el centro de detenciones y repatriar algunos prisioneros. Hasta
Japón ha disminuido su apoyo a la guerra antiterrorista, pues si
en el verano de 2002 un 61% de su población estaba de acuerdo
con ella, ahora solo un 26% la respalda. Y como toda opinión
arrastra acciones, Japón anunció hace unos días el retiro de sus
tropas de Irak.
El
estilo diplomático de la Casa Blanca es también un plomo en el
ala del águila. Un embajador en la Naciones Unidas como John
Bolton y un Secretario de Defensa como Rumsfeld no son de gran
ayuda a la hora de ganar amigos. Tal y como editorializó la
revista The Economist, las acciones hablan con más fuerza
que las palabras y una superpotencia debería saber que es
posible llegar lejos con un poco de cortesía. Consejo que
debería tomar tanto Washington como Caracas, pues si juntamos lo
dicho y lo hecho desde Miraflores, en materia internacional
Venezuela se debate entre militantes a la causa y letreros que
rezan “no pisar la grama”. Claro que resulta más rentable jugar
al débil cuando el fuerte tiene problemas de imagen y eso lo ha
sabido capitalizar la administración Chávez.
Hay un punto que vale la pena resaltar del
informe: mientras el 66% de los japoneses y el 65% de los indios
dicen estar preocupados por el calentamiento global, al
consultar a las dos naciones que más emiten gases invernadero
resulta ser que apenas el 19% de los estadounidenses y el 20% de
los chinos se muestran inquietos por el fenómeno. Esta semana
resurgió en prensa un informe del año 2000 preparado por el
Centro Heinz para la Ciencia, según el cual una cuarta parte de
las casas que están a menos de 160 metros de la costa
estadounidense podrían desaparecer para el año 2060 a causa de
la elevación del nivel del mar producto del descongelamiento de
los polos y glaciares. Quizás cuando el agua llegue al cuello
será momento de preocuparse.
En la propagación de sus valores Estados
Unidos ha invertido mucha tinta, pólvora y celuloide. Parece que
ha llegado el momento de incluir en la lista un poco de tacto,
humildad y atención a lo que piensa el resto del mundo.
ebravo@unionradio.com.ve
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