Gratis es una
palabra sospechosa en el mundo de los negocios, pero cuando
hablamos de telefonía, quizás sea el porvenir. El crecimiento en
los servicios de voz sobre Internet está revolucionado de tal
manera la industria de las comunicaciones que las compañías
tradicionales están siendo obligadas a rediseñar la manera como
le cobran las llamadas al usuario. Según Cyrus Mewawalla,
analista de Westhall Capital, “la voz dejará de ser muy pronto
un generador de ganancias para las operadoras, sean fijas o
móviles”. Los optimistas predicen que en unos cuantos años
hablar por teléfono será casi tan gratis como el aire.
Cuando el
pasado 12 de Septiembre e-bay pagó casi $2.7 millardos por Skype
un nuevo tono sonaba para el negocio telefónico: Internet cambia
las reglas del juego al eliminar conceptos como tiempo o destino
de la llamada. Skype es una compañía que ha desarrollado un
programa que permite hablar gratis desde la computadora con
otros usuarios que tengan el programa, o llamar desde la
computadora a números telefónicos por un precio bajísimo. Su
dueño, el danés Niklas Zennstrom, tiene una estrategia
particular: quiere la menor cantidad de dinero posible de sus
clientes, pero quiere tener muchos. Al día de hoy contabiliza 54
millones de usuarios y cada día entran 150 mil más
La edición del 15 de septiembre
de la revista The Economist tiene una completa radiografía de
este fenómeno que amenaza a gigantes de la telefonía como China
Mobile, Telecom Italia y France Telecom. El término “voz sobre
protocolo de Internet” incluye desde la posibilidad de hablar
entre computadoras, hasta servicios híbridos donde dos personas
conversan por teléfonos aparentemente convencionales, pero de
fondo están conectados por Internet. Hay incluso compañías que
ofrecen adaptadores para conectar el teléfono convencional a un
punto de banda ancha, sin necesidad de la computadora. La idea
es hablar sin tener que pagarle a la compañía telefónica. El Sr.
Zennstrom piensa que “no deberíamos pagar por hacer llamadas
telefónicas, de la misma manera que no pagamos por enviar un
e-mail”. Claro que pagamos por la conexión a Internet, pero ahí
los sistemas de tarifas son totalmente distintos.
The Economist
predice la muerte de la tecnología telefónica tradicional, tal y
como se concibió hace 100 años, y un gran reto para los tres
billones de dólares que mueve la industria. Por ello las
empresas que basan sus ganancias en servicios de voz, sobre todo
las de celulares, están buscando activamente alternativas como
integrar servicios (video, mensajería) o construir redes de
nueva generación basadas en Internet. Otras están rechazando el
cambio al bloquear el acceso a estos servicios, pero esta parece
la estrategia de una elefante agónico. Se calcula que para el
2010 existirán unos 197 millones de hogares con servicios de voz
sobre Internet, y esta cifra no incluye a los que usen software
libre como Skype. Graham Bell no pudo haberlo imaginado mejor.
ebravo@unionradio.com.ve
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