Es
cierto que ayer en el auditorio de Petróleos de Venezuela todo
arrancaba aplausos de la audiencia, pero ningún anuncio,
pronunciamiento o agradecimiento generó la respuesta frenética que
implicó la frase: 'No vamos a mandar un solo barril más a Cuba',
pronunciada por Edgar Paredes, director de Refinación, Suministro y
Comercio.
Así, uno de los íconos más
emblemáticos de la oposición en materia petrolera, que implicaba el
suministro de 53 mil barriles diarios de crudos y productos a la
isla caribeña bajo un complejo sistema de financiamiento, llegó a
sus últimos días.
El desconocimiento al acuerdo
cubano no se hizo esperar. El buque Argo Nixus, con 240 mil barriles
de diesel automotor, fue obligado a regresar a Venezuela y fondearse
en Paraguaná.
El argumento legal que desmonta
este acuerdo energético firmado el 30 de octubre del año 2000 por un
período prorrogable de cinco años, prorrogable por un período
similar, no quedó del todo claro, pero Edgard Paredes indicó que
sería desconocido bajo 'la mayor rigurosidad jurídica existente en
la actualidad'.
Vale decir que tanto el acuerdo
energético de Cuba como el acuerdo de Caracas, que incluye 10 países
centrocaribeños, nunca fue introducido en la Asamblea Nacional para
obtener su relegitimación. Sin embargo, el convenio energético tenía
la garantía de la República.
En cualquier caso, la compañía
Cupetrol desconoció a la nueva junta directiva de Pdvsa y la
decisión de eliminación del convenio de suministro de crudos y
productos con Cuba, según un cable de AFP.
'Pdvsa está siendo dirigida por un
grupo de personas que responden a golpistas que intentan
consolidarse en el poder de Venezuela por medios ilegales. Cuba no
reconoce legitimidad a la dirección de esa empresa', dijo el
canciller, Felipe Pérez Roque.