Condoleeza Rice -
por Luis DE LION
jueves, 18 noviembre 2004
Dos
semanas después de su reelección el presidente Bush ha reformado
su gabinete, sin que hasta ahora haya habido mayores sorpresas en
los nombramientos. Sin embargo, la reciente nominación de
Condoleeza Rice al cargo de Secretaria de Estado, en sustitución
de Colin Powell, ha dado mucho de qué hablar y en especial de qué
especular, en cuanto a lo que será la política exterior
norteamericana durante el segundo mandato de Bush.
Primero es de
notar, como al unísono la prensa internacional, se despide de
Powell concediéndole a éste un reconocimiento y hasta una suerte
de compasión por lo que fue su labor durante estos últimos 4 años.
Si bien tanto
Powell como Rice tienen dos visiones distintas – no opuestas - del
mundo, ambos tienen en común que son seres superdotados, condición
ésta que sin duda les permitió el haber escalado dentro de la
sociedad norteamericana a tan altos cargos de máxima
responsabilidad política.
En cuanto a
Condoleeza Rice, ésta fue paradójicamente influenciada en el
pasado por el padre de Madeleine Allbright, dicha influencia la
llevó a estudiar y dominar idiomas tales como el ruso y el checo,
y al tiempo que se convertía Rice en una reconocida sovietóloga,
se hizo igualmente experta en materia petrolera.
Quienes la conocen
de cerca dan fe de su espíritu abierto, perspectiva ésta que le
permite tener una conciencia plena de las complicaciones del mundo
– a diferencia de los halcones puros y duros – al tiempo que es
poseedora de ideas originales en diversos dominios.
En cuanto a las
relaciones con Europa, es mucho lo que de Rice se espera en un
viejo continente políticamente circunspecto ante la evidencia de
que los Estados Unidos pueden imponer sus políticas, en razón de
que Europa en su conjunto sigue siendo un enano político. Sin
embargo, en cuanto a las relaciones ruso-americanas, es bastante
posible que haya grandes y positivos cambios.
En las relaciones
con América Latina, seguirá siendo prioritaria la lucha contra la
narcoguerrilla, y en ese sentido las relaciones y la comunicación
con el presidente Uribe seguirán siendo buenas. Pero en cuanto a
Hugo Chávez, Rice seguirá enviando sus mensajes a Caracas, a
través del mensajero e intermediario presidente Lula. Y como
buscando un reacomodo ante la nominación de Rice, Chávez – hábil
político - ha movido inmediatamente sus fichas y busca colocar al
frente de la Cancillería venezolana a Alí Rodríguez Araque, quien
al igual que Rice es experto petrolero.
Así las cosas, por
lo pronto el mundo entero, recuerda aquélla frase que emitiera
Condoleeza Rice una vez que las tropas americanas llegaron
triunfantes a Bagdad; “habrá que perdonar a Rusia, olvidar a
Alemania y castigar a Francia” dejando entrever el malestar del
gobierno norteamericano por la falta de apoyo de las mencionadas
naciones durante la guerra en Irak.
No obstante, el
realismo político siempre impone que hay que abstenerse antes de
juzgar, por lo que todo está por verse y oírse en lo que será la
política exterior norteamericana en los próximos 4 años, y en ese
sentido esperaremos por el inminente gran debut internacional de
Condoleeza Rice, el cual tendrá lugar el próximo 22 de noviembre
en Charm el-Cheik, Egipto, durante la conferencia internacional
sobre la estabilización de Irak.
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