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Venezuela: ¿una nación sin estado y sin gobierno?
por Carlos Luna Ramírez  
viernes, 7 abril 2006

 

“El gobierno más perfecto es aquel que proporciona a su pueblo mayor suma de de felicidad, mayor suma de Seguridad y de Estabilidad Política”

S.E. El Libertador, Simón Bolívar


El día martes en la noche, el pueblo venezolano, otrora ejemplo de eficiencia, paz y libertad democrática en América Latina, chocó con la trágica noticia de la muerte de tres jóvenes venezolanos, menores de edad y su chofer, padre de dos niñas; quienes previamente habían sido secuestrados, con todo un modus operandi propio de un ajusticiamiento.

Esto ha traído como consecuencia toda una efervescencia nacional, que movilizó a las masas nuevamente a las calles, por una razón ya conocida por todos nosotros, EL LUTO NACIONAL, y el espíritu genuinamente democrático –digan lo que digan y hagan lo que hagan, los que sean partidarios de oscuros propósitos personalistas-, y todo para pedir justicia y para hacer escuchar los reclamos de la mayoría, que ve como poco a poco se le cierran los canales legítimos para clamar por sus necesidades.

Al mismo tiempo, un compañero de los medios de Comunicación Social, cayó a manos de un cobarde inescrupuloso, quien huyó tras haber disparado contra este reportero de la Cadena Carriles, que solo atendía al cumplimiento de un deber: El de informar, a pesar de no haber estado la manifestación de la UCV en su pauta inicial…pero así son los verdaderos profesionales…Siempre llamados a cumplir con sus tareas.

Ahora bien, todo esto deja al descubierto una vez más la tragedia en la que se debate nuestra maltratada Venezuela, y saca a relucir lo más sórdido de nuestros fantasmas pasados y presentes: En primer lugar, la pérdida total y absoluta de valores éticos y morales dentro de nuestra sociedad, ubicada en el hemisferio occidental, donde históricamente se ha considerado a la Vida y a la Libertad como Derechos Humanos Inalienables (de primera generación), tanto así que lo mismo también es recogido por el Derecho Internacional Público como las “Obligaciones Erga Omnes”, es decir, que son “Derechos Universalmente aceptados, los cuales todo Estado está obligado a promover y resguardar”; y en segundo término nos encontramos una vez más frente al hecho de que el Estado Venezolano como ficción institucional producto de un acuerdo, llamado en Ciencia Política como el “Contrato Social”, vía ejercicio inadecuado del poder por parte del Gobierno, se encuentra en una crisis sin precedentes.

Echando mano de nuestros más rudimentarios conocimientos sobre la Política como Ciencia, hay que decir que “El Estado tiene como elementos constitutivos al territorio, la población y al ordenamiento jurídico”. Este último, es decir, el ordenamiento jurídico viene a surgir gracias a un acuerdo de las individualidades que viven en un determinado espacio, y que ante la carencia de una autoridad que regule el acceso a los recursos limitados ante nuestras necesidades crecientes, se entra en un proceso de anarquía, o lo que es lo mismo, una lucha existencial. Ahora bien, el Contrato Social, que estimula la vida en sociedad de un determinado conglomerado humano, viene a procurar aquello que da sentido a la ciencia política: El Orden como antídoto a la Anarquía y a los juegos “Suma Cero”.

Por todo lo argumentado supra, el Estado como Ficción Jurídica y Política, requiere de una instancia material que lleve a cabo el mantenimiento de la Vida en Sociedad. Es por ello que a la par que nace el Estado, de la mano surgen el Gobierno y el concepto de Soberanía; que se divide en dos grandes campos a saber: A nivel Interno implica el ejercicio legítimo del monopolio de la violencia por parte de quien ostenta el poder de manera temporal, léase bien, de manera temporal (v.g. El Monarca en tiempos antiguos y contemporáneamente los Presidentes de la República o los Primeros Ministros y/o Jefes de Gobierno) en todos los rincones del territorio de ese Estado y; A nivel Externo representa el hecho de ejercer únicamente la autoridad frente al Territorio y la Población propia, sin inmiscuirse en los asuntos internos de otro Estado; por lo cual se desarrolla una relación de Primus Inter Pares, donde todos son iguales ante la Ley.

Siendo este el Deber ser de la Ciencia Política, podemos, a través de este piso conceptual, evaluar y quizás hasta responder a la duda razonable que nos surge gracias a todos los acontecimientos que aquejan a nuestro país, siendo el más reciente, la muerte de 5 ciudadanos inocentes a manos de criminales, que por serlo, viven entre las sombras.

Venezuela, gracias al ineficiente ejercicio del poder por parte de la élite política que hoy por hoy ostenta el gobierno; producto de un discurso incendiario que trata de remarcar las diferencias entre las clases sociales, y de una mentalidad en exceso disuasiva, ha generado una “Anomia Social”, es decir, un desdoblamiento de los valores y principios constitutivos del ser y del vivir en sociedad cosa que trae como consecuencia “una relación dialéctica entre lo que es correcto y lo que no”, cosa que confunde a las masas y las devuelve a su estadio más primitivo, o lo que es lo mismo el Estado de Naturaleza; rompiendo así de tajo al Contrato Social y al Estado como su expresión institucional.

Lo que resulta más triste de todo es que es el mismo Gobierno, legítimo en origen, pero cada vez más ilegítimo por desempeño, en vez de procurar la unidad u orden nacional, o lo que es en palabras del Libertador, icono al que tanto apela, “mayor suma de de felicidad, mayor suma de Seguridad y de Estabilidad Política”, lo que hace es generar el desorden, la confrontación, el odio y la promoción de antivalores, siendo el mayor de ellos la Cultura de la Muerte, y todo por ansias de arrasar la disidencia y con ello, ostentar el Poder de manera indefinida, el cual solo le pertenece al PUEBLO.

No es posible que gracias a la ineficiencia de nuestra clase dirigente, la cual sufre de paranoia compulsiva de una posible invasión del Imperio, es decir, de los Estados Unidos, país con quien antes manteníamos unas relaciones exteriores cordiales y de amplia cooperación, y ahora, solo gracias al discurso artificial y trasnochado de confrontación ideológica, se trata de fabricar cortinas de humo tan solo para tapar la incapacidad; se compren helicópteros y demás armamentos para la Guerra Asimétrica, y se regalan recursos a diestra y siniestra; mientras venezolanos, día a día, fin de semana tras fin de semana, son robados, secuestrados y hasta asesinados, ante la mirada impávida y hasta complaciente de unos cuerpos de seguridad del Estado, cuyas tropas son mal formadas, mal pagadas, maltratadas desde el punto de vista de su seguridad social, y ahora divididas y quizás hasta anarquizadas en sus valores éticos por no saber a quien servir: Si a la ciudadanía o al partido de gobierno de turno.

Todo esto nos lleva a la funesta conclusión de que el Estado Venezolano cada vez ostenta menos, -y todo gracias a las ansias del poder por el poder mismo-, el monopolio legítimo de la violencia a lo largo y ancho de nuestro territorio y sobre la población quien se siente cada vez menos atendida y más indefensa ante la impunidad y la formación paulatina de un paraestado criminal que se forma día a día en Venezuela, teniendo un Estado que da mayor suma de infelicidad, mayor suma de inseguridad y mayor suma de inestabilidad política.

El Crimen de los hermanos Faddoul, su Chofer y del Periodista Gráfico de la Cadena Carriles, son apenas la punta del Iceberg; el detonante por así llamarlo de la lucha de un pueblo pacífico y democrático contra las tinieblas del crimen, la impunidad y la opresión en pos del orden, la justicia y la libertad…Ya que de las páginas de la historia del mundo sobran ejemplos de naciones que entraron a este espiral de violencia, y que solo tuvieron como pago, muerte, tristeza y desolación.

Luchemos para que esto no suceda en Venezuela…porque todo esto, se quiera o no, tiene trasfondo político: entre el orden, el progreso y la libertad o el caos, la injusticia y la muerte.


Venezuela, despierta y Reacciona, es el momento!!!

carlosjrlunar@hotmail.com

 
 
 
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