Chapuza y purga bolivariana -
por Luis DE LION
lunes,
29 noviembre 2004
Las
investigaciones hasta ahora adelantadas a los fines de esclarecer
el crimen del fiscal Anderson, tal y como nos temíamos, se han
convertido en una gigantesca purga política, en donde chapuza y
muerte han sido los denominadores comunes de una razia que además
pretende resolver no uno, sino tres casos a la vez. Un tríptico
político-criminal, compuesto tanto por el caso aquél de la
protección que el gobierno le otorgó a Vladimiro Montesinos, por
los sucesos del 11 de abril y por último, por la muerte del fiscal
Anderson. En fin un tres en uno, que en su conjunto constituye una
suerte de piedra en el zapato para el régimen chavista, y cuya
solución – policial - encomendada al siempre torpe y chaborro
Ministro de Interiores y Justicia promete solo lo peor.
La
revolución devora a sus hijos, era el lema en los tiempos de
Napoleón, una frase que al parecer recobra significado en medio de
ésta purga bolivariana, la cual aprovechándose de la investigación
sobre la muerte del fiscal Anderson, afinca su acoso, al hoy caído
en desgracia Alfredo Peña, a través de la arbitraria detención de
Iván Simonovis. Así mismo, la revolución bolivariana devora a sus
hijos, tal y como se desprende de las explosivas declaraciones del
concejal Carlos Herrera, quien de manera frontal acusa de haberle
solicitado al fiscal Anderson que no imputara a los banqueros
implicados en la firma del decreto de Pedro Carmona, a nada mas y
nada menos, que al vicepresidente de la emergente potencia
bananera en que el chavismo está convirtiendo a Venezuela.
Y
para completar éste fragmento político de la purga, in memoriam
de Danilo Anderson, se insiste por parte del régimen y no sabemos
en connivencia política con quien, pero de seguro que existe, en
aniquilar el liderazgo emergente - y por ahora solo municipal -
que constituyen los alcaldes Leopoldo López y Henrique Capriles de
Primero Justicia – un partido no tradicional – dos jóvenes
políticos cuyo error mas grave habría sido andar de comeflores
leyendo a Paulo Coelho, en lugar de leerse a Maquiavelo.
Así las cosas, éste régimen que se ha distinguido por su
desfachatez e irrespeto ante todo lo que sean formas y
procedimientos, paradójicamente al momento de reescribir la
historia, no escatima en revisar sentencias. Y para esa tarea,
tiene a un TSJ, cuyo presidente está dispuesto a revisar la
decisión que determinó que el 11 de abril de 2002 hubo un vacío de
poder, sucesos que habían desembocado - según el propio magistrado
- en la comisión del crimen dos años mas tarde contra el fiscal
Anderson.
De
esa manera, tras la muerte del polémico fiscal Anderson, el
régimen ha constituido de forma expedita un peligroso y poderoso
tridente, policial, político y judicial, que si bien ayudaría o
no, a dar con los verdaderos autores del crimen en cuestión, al
menos está ayudando al insaciable autócrata – y su campaña
internacional – a continuar no solo con la descalificación de la
oposición democrática venezolana, catalogándola de terrorista,
sino con la efectiva e inminente aniquilación de toda disidencia.
Entonces ante éste escenario, cabe nuevamente preguntarse ¿a
quienes beneficia la muerte de Danilo Anderson?
|

|