Una elemental medida
de sanidad pública debiera exigir que a pie de página de las
encuestas figurase una leyenda del estilo de la impuesta a las
tabacaleras para prevenir el cáncer del pulmón: “Este producto
contiene prejuicios, ignorancia y falsedad, los cuales son
nocivos a la conciencia política del lector. No constituyen
ninguna orientación y pueden ser nocivas para su salud mental”.
Pues nada más dañino y peligroso que tomar las encuestas al pie
de letra como si expresaran la verdad de un diagnóstico
científico, probado, confiable y no como lo que realmente son en
el mejor de los casos: mera instantánea de los caprichos
inducidos de una superficie social escogida arbitrariamente.
Raramente dejan entrever las tendencias que bullen en lo
profundo de la realidad social y que aparecen a la superficie a
través de esos caprichos – reales o supuestos, naturales o
inducidos - de la opinión pública. Sin contar con la
intervención de la mano peluda que las financia.
La escandalosa de Seijas publicada en el día de ayer por El
Nacional riza el rizo del absurdo, sin que ni el encuestador ni
el periódico manifiesten el menor asombro. A un mes de la
abstención más descomunal experimentada en la historia
democrática del país y que según indicios nada dudosos habría
superado el 80%, ahora resulta que el 89,2% desaprueba que se le
recomiende hacer lo que hizo, hace y probablemente volverá a
hacer el 4 de diciembre: abstenerse. De ser cierta esta
encuesta, los abstencionistas rechazan que les recomienden
abstenerse. Lógica del desatino. ¿O usted cree, querido lector,
que la participación electoral del 4 de diciembre próximo
rondará ese 90% de los anti abstencionistas del Sr. Seijas?
Lo bizarro de la encuesta de marras no radica solamente en esa
contradicción demencial. Resulta – según esa misma encuesta -
que en un país que se declara mayoritariamente de derecha o de
centro derecha, la mayor popularidad la tiene un partido que
respalda la política del gobierno, como el MVR. Que en un país
que rechaza la acción de ese mismo gobierno, la mayoría respalda
al jefe del mismo. Que quienes prefieren la democracia de
partidos, repudian los partidos de la democracia. ¿Y cuáles son
los porcentajes de sus preferencias? Muérase de la risa: Carlos
Andrés Pérez, 6,9%, Claudio Fermín, 5,5%, Rafael Caldera, 5,5%,
José Vicente Rangel, 4,9%, Enrique Mendoza 4,7%, Acosta Carlés,
4,0%. ¿Hizo la encuesta el Sr. Seijas en el maniconio de Acción
Democrática o en Aló Presidente?
O el país está fracturado, deforme y perturbado psíquica y
espiritualmente como para aborrecer lo que ama y amar lo que
aborrece, o Seijas ha llevado la demoscopia al arte del cubismo:
esos retratos de Picasso con un ojo en la nalga y un brazo en la
oreja con una leyenda que reza: Infanta Doña María de Aragón.
Como para promover la creación de una Locademia de Demoscopia.
No lo olvide: creerle a una encuesta puede resultar dañino para
su salud.
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