Un lector me pregunta si es válido decir ³la quiero demasiado² o ³me gusta demasiado². Él se pregunta:  ³¿demasiado con respecto a qué? ¿No es esto un comparativo?².
No tiene razón, aunque su duda es razonable. ³Demasiado² puede ser adjetivo o adverbio. Como adjetivo significa ³en exceso². Si decimos que algo es ³demasiado caro², queremos decir que tiene un precio  excesivo, más allá de lo aceptable. Pero si decimos ³esto es (o está) demasiado barato², ya no es igual, pues aunque se trate de algo cuyo  precio es más barato de lo normal, no lo decimos en  actitud de rechazo, sino mas bien con espíritu ponderativo, como celebrando que sea así. A menos que algo, por ser demasiado barato, nos resulte  sospechoso: ³Esto no debe ser de muy buena calidad, porque es demasiado barato².

Como adverbio, demasiado no se refiere a un sustantivo, sino  a un verbo, a un adjetivo o a otro adverbio, y significa excesivamente o en exceso. En la frase ³Comí demasiado², demasiado tiene valor de adverbio de cantidad, que indica ³comí en exceso², ³más de lo debido² o ³más de lo necesario².

En los ejemplos del consultante demasiado es adverbio, generalmente de cantidad: ³la quiero demasiado² o ³me gusta demasiado². En  ambos casos el adverbio, además de ser de cantidad, tiene valor ponderativo, pues no se quiere decir que lo demasiado allí sea negativo o criticable, sino que lo que se busca es enfatizar o exaltar el sentimiento de cariño o de gusto  que se tiene por determinada persona. De modo que en ninguno de los dos casos el uso de demasiado es incorrecto ni impropio. Como adverbio de cantidad, demasiado puede tener también un matiz modal. En la frase ³Esa mujer habla demasiado² no sólo nos referimos a que esa mujer habla más de lo normal (cantidad), sino igualmente a un modo de ser, a que es hablachenta o hablantinosa, como también se dice en nuestro país.

Desde luego, demasiado puede usarse con valor ponderativo,  pero con intención crítica o de rechazo, como es también el caso de  ³Esa mujer habla demasiado², o de ³Ese tipo se cree demasiado importanteŠ².

Demasiado puede emplearse también con un matiz  comparativo, como acertadamente lo intuye el consultante. Si decimos ³Esa mujer es demasiado bella para ese hombre², implícitamente hacemos una comparación entre la belleza de la mujer y la fealdad del hombre, la cual puede no ser física, sino espiritual. Lo mismo en la frase ³Esta casa es demasiado grande para nosotros², o en ³Ese niño está demasiado grande para su edad², en que igualmente hay implícita una comparación.

En el uso de demasiado puede haber también un matiz  irónico, como en la frase popular ³Eso es demasiado camisón pa¹ Petra², que combina el carácter comparativo y el irónico. Algo parecido ocurre en la frase ³Usted es demasiado inteligente para cometer esa estupidez².

Finalmente, demasiado suele usarse asimismo con valor interjectivo o exclamativo, como cuando, ante una  situación de cualquier tipo que se hace excesivamente mala o insoportable, decimos de manera enfática: ³¡Ya basta, es demasiadoŠ², o simplemente ³¡Es demasiadoŠ!².
 

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