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Agua es femenino 
por Alexis Márquez Rodríguez
martes, 10 enero 2006

 

Una atenta lectora pregunta por qué agua en singular es masculino, el agua, y en plural, las aguas, es femenino. El problema está mal planteado. El sustantivo agua, en singular y en plural, es femenino, y nunca masculino.

Ocurre que, cuando agua, en singular, va precedido de una palabra que comienza por ³a², como el artículo  ³la², se altera la concordancia, empleando una silepsis, para evitar que la concurrencia de dos ³aes² choque al oído: la agua. Eso no significa que agua allí sea masculino, como lo prueba que si le ponemos un adjetivo, este tiene que ir en femenino: el agua mansa, el agua fríaŠ  En cambio, cuando agua está en plural y lleva el artículo ³las², la ³s² de este impide la unión de las dos ³aes² y evita el sonido cacofónico, las aguas. Igual si entre el artículo y el sustantivo va otra palabra, que evita la concurrencia de ³aes²: ³la hirviente agua de la ollaŠ². Lo que no ocurre si al sustantivo posponemos el adjetivo: ³El agua hirviente de la ollaŠ².

Curiosamente, una palabra compuesta a partir del sustantivo agua, como aguardiente, es de género masculino, mientras que otra, como aguamarina, es femenina.

Esto no se da sólo con el sustantivo agua, sino con muchos otros que comienzan por ³a² tónica o acentuada: el arma, las armas, el ánfora, las ánforas; el águila, las águilas; el alma, las almas; el arpa, las arpasŠ También con sustantivos que comienzan por ³h² muda seguida de ³a² tónica: el hacha, las hachas; el habla, las hablas; el hada, las hadas; el hambre, las hambres; el hampa, las hampasŠ

No es así con los sustantivos que empiezan por ³a² átona o no acentuada: la avaricia, la academia, la acequia, la aventura, la asperezaŠ. Igual los que empiezan por ³h² muda seguida de ³a² átona: la hallaca; la hamaca; la habitación, la harinaŠ En estos casos el carácter átono de la vocal ³a² del sustantivo permite que en la pronunciación las dos ³aes² se fundan en un solo sonido, como si fuese una ³a² larga, y se evita el choque disonante de las dos vocales.

El sustantivo azúcar es un caso especial. Azúcar comienza por una ³a² átona, por lo que no debería aplicarse la silepsis. Pero decimos el azúcar, aunque no es inusual que digamos la azúcar, sin que sea chocante. En una receta de cocina se lee: ³se agrega luego la azúcarŠ². Incluso no es extraño que, en plural, digamos los azúcares, en masculino. Ha habido, pues, una vacilación en este caso. Tal vacilación se refleja en el DRAE. En su primera versión, el Diccionario de Autoridades (1726), se le calificó de masculino. En la edición de 1817 se le definió como femenino, calificación que duró solo cinco años. A partir de la edición siguiente, de 1822, se le pasó a género común, hasta la de 1869, en que se comenzó a dar como ambiguo, hasta hoy. El Diccionario panhispánico de dudas (DPD) dice que ³Este sustantivo tiene (,,,) la particularidad de admitir su uso con la forma el del artículo y un adjetivo en forma femenina, a pesar de no comenzar por /a/ tónica: ŒSe ponen en una ensaladera las yemas y el azúcar molida¹ (Š). Se trata de un resto del antiguo uso de la forma el del artículo ante sustantivos femeninos que comenzaban por vocal, tanto átona como tónica, algo que era normal en el español medieval². La explicación es razonable. Sin embargo, creo que en este empleo peculiar también ha influido el uso del sustantivo agua y algunos otros.

El DRAE también atribuye género ambiguo al sustantivo arte, cuyo comportamiento es del mismo tipo: el arte cinético, las artes plásticas. En este caso hay igualmente vacilación en el uso. El Diccionario de autoridades lo daba como femenino, tal como su raíz latina, ars, artis. Luego, en varias ediciones del DRAE se señala como masculino y femenino, hasta que, a partir de 1884, se marca como ambiguo.

Una vez más estamos ante unos casos que ilustran muy bien  el extraordinario dinamismo de nuestro idioma.
 

Oiga de lunes a viernes, a las 11,30 a.m., el micro CON LA LENGUA EN ONDA, por RADIO ONDA 107.9 FM, la superestación, en el programa de Mari Montes.

 
 
 
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