Ya
vimos que los tiempos verbales, aunque se relacionan con
el tiempo real, no es de manera absoluta ni mecánica.
Todos los tiempos verbales pueden expresar cualquiera de
los tiempos reales. Algunos de los ejemplos que utilicé
corresponden generalmente al lenguaje coloquial o familiar,
pero eso no importa, lo importante es que se pueden construir
frases de esa manera, porque la flexibilidad y el dinamismo de
la lengua lo permiten. Es el caso de frases como ³Mañana
salimos muy temprano, a las 5 me fui, y el que no esté
listo se quedó²; o ³Usted sabrá mucho, pero en
esto se equivoca², que se dan más en el lenguaje informal de la
conversación que en la lengua culta o académica, más cuidada y
convencional, aunque es también una construcción muy apta para
el lenguaje poético.
Otro rasgo característico de las flexiones verbales es la
de llevar en sí mismas el modo de la acción. No es fácil
explicar el concepto de modo verbal. El DRAE en su
definición incluye la idea de que ³manifiesta la actitud del
hablante hacia lo enunciadoв. Andrés Bello lo define de otra
manera: ³Llámanse modos las inflexiones del verbo en
cuanto provienen de la influencia o régimen de una palabra o
frase a que esté o pueda estar subordinado². Otros gramáticos
ponen énfasis en que el modo expresa ³la actitud del
hablante respecto de lo dicho². Para facilitar la comprensión de
este concepto veamos unos ejemplos. En las oraciones ³Yo
puedo ir mañana² y ³Ojalá yo pueda ir mañana² se ve
claramente la diferencia entre las dos inflexiones del verbo
poder: puedo / pueda. Las dos son primera persona singular
del presente, pero puedo es de modo indicativo, y
pueda, de modo subjuntivo. Con la primera, en
indicativo, expresamos algo real, categórico, la posibilidad
de hacer algo, en este caso ir, no importa que sea en presente,
como en el ejemplo, en futuro, podré, o en pasado,
pude o podía. Con la segunda, en subjuntivo,
expresamos algo subjetivo: un deseo, una posibilidad, un
propósito, que pueden darse o no darse, con independencia del
tiempo: ³Ojalá pueda ir² (presente); ³Ojalá pudiera
(o pudiese) ir² (pretérito imperfecto); ³Ojalá pudiere
ir² (futuro). Si se observa con cuidado se podrá ver que el
subjuntivo, sea en presente, en pretérito o en futuro,
siempre lleva implícita una idea hipotética, de acción no
realizada, contingente, que pudiera realizarse o no.
Modernamente, la gramática castellana señala tres modos
verbales: indicativo, subjuntivo e imperativo.
Antes se agregaba un cuarto, el potencial, pero este, a
partir del Esbozo de una nueva gramática de la lengua
española (1973), desapareció como tal, y se agregó como
tiempo condicional al modo indicativo.
Como ya vimos, el modo indicativo enuncia una acción como
real, categórica, aunque esté en presente, en pretérito o en
futuro. Le corresponden cinco tiempos simples: amo
(Presente / Presente; la segunda denominación es la de Andrés
Bello), amaba (Pretérito imperfecto / Copretérito),
amé (Pretérito perfecto simple / Pretérito), amaré
(Futuro / Futuro), amaría (Condicional / Pospretérito). Y
cinco tiempos compuestos: he amado (Pretérito
perfecto compuesto / Antepresente), había amado
(Pretérito pluscuamperfecto / Antecopretérito), hube amado
(Pretérito anterior / Antepretérito), habré amado (Futuro
perfecto / Antefuturo), habría amado (Condicional
perfecto / Antepospretérito).
El subjuntivo expresa lo subjetivo, lo que se refiere más
a la actitud anímica del hablante. Tiene tres tiempos simples y
tres compuestos. Simples: ame (Presente / Presente),
amase o amara (Pretérito imperfecto / Pretérito),
amare (Futuro / Futuro). Compuestos: haya amado
(Pretérito perfecto / Antepresente), hubiese o hubiera
amado (Pretérito pluscuamperfecto / Antepretérito),
hubiere amado (Futuro perfecto / Antefuturo).
CON LA LENGUA EN ONDA
Oiga, de lunes a viernes, a las
11,30 a.m., CON LA LENGUA EN ONDA, por Radio Onda 107.9 FM, en
el programa de Mari Montes.
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Artículo publicado en
el vespertino
Tal Cual, edición del
martes 31, mayo 2005 |
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