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El gerundio
por Alexis Márquez Rodríguez
martes, 6 septiembre 2005

 
Un estimado amigo, notable jurista y político, que escribe con un buen dominio del idioma, me dice que se le dificulta el uso del gerundio. No es el único. Las confusiones con el gerundio son frecuentes, y a veces es preferible obviarlo y optar por otro giro sobre el cual se esté seguro y resuelva el problema. Lo cual plantea el inconveniente de que así pueda condenarse a desaparecer una categoría gramatical que, como el gerundio, es de gran importancia y versatilidad expresiva. Es, pues, necesario aprender a usarlo, y de ese modo asegurar su supervivencia.

El infinitivo, el gerundio y el participio son los llamados derivados verbales, formas del verbo que no se conjugan. Sin embargo, aunque no se conjuguen sí poseen las demás características de las otras formas del verbo: tienen sujeto y  complementos verbales, corresponden a las diversas personas gramaticales, indican determinados tiempos, etc.

El buen uso del gerundio requiere conocer ciertos detalles. En primer lugar, que generalmente se lo emplea en relación con un verbo principal, al cual complementa. En ciertos casos puede usarse en forma autónoma, sin conexión, al menos aparente, con otro verbo, pero  eso es excepcional y lo veremos más adelante.

Algo que hay que observar al usar un gerundio es que el tiempo de este está en relación con el tiempo del verbo principal. En principio, el gerundio enuncia una acción en curso, que está ocurriendo, y va bien empleado cuando indica una acción que ocurre simultáneamente con la del verbo principal: ³La gente iba alegre y cantando²; ³Llegamos al teatro comenzando el concierto²; ³El muchacho entró corriendo². Aquí hay simultaneidad de las acciones de ir, llegar y entrar, con las acciones de cantar, comenzar y correr. Lo mismo ocurre en ³Caminando nosotros por el parque vimos a María²,  pero en este caso, aunque hay simultaneidad entre las  acciones de caminar y ver, por lo que el gerundio está bien empleado, tal simultaneidad se refiere a un momento de la acción de caminar, y no a toda ella.

También está bien empleado el gerundio cuando su acción es anterior a la del verbo principal. En las oraciones ³Quitándome la cadena se la entregué al asaltante², ³Saliendo del cine vimos un tumulto en la esquina², ³Sólo corriendo llegaremos a tiempo², las acciones de quitar, salir y  correr son anteriores a las de entregar, ver y llegar.

Asimismo está usado con propiedad el gerundio cuando indica una acción inmediatamente posterior a la del verbo principal: ³La mujer salió, dando un portazo²: obviamente, la acción de dar un portazo es inmediatamente posterior a la de salir; ³Me asomé a la ventana, viendo cómo el ladrón corría hacia la esquina²: la acción de ver es inmediatamente posterior a la de asomarme; ³Me desperté, oyendo gritos en la calle²: la acción de oír sigue de inmediato a la de despertarme.

Está mal empleado el gerundio cuando su acción es muy posterior a la del verbo principal. En ³El asesino huyó, siendo detenido más tarde por la policía², la acción de siendo detenido es muy posterior a la del verbo huir, y por eso su uso es impropio. Lo mismo ocurre en ³No pagaron las cuotas, siendo ejecutada la hipoteca por el banco² y ³Dormimos en una posada del camino, llegando al día siguiente a nuestro destino².

En los próximos artículos seguiremos con el gerundio.

TRASPARENCIA

Una amable lectora me pide le aclare acerca de los vocablos tramparencia, trasparencia y transparencia. Tramparencia es un disparate, un feo error de dicción, aún más feo en boca de un funcionario o persona supuestamente culta, y peor si presume de ello.

Transparencia, con ³n², y trasparencia, sin ³n², están en el DRAE como sinónimos, definidos en su 1ª acepción como un ²cuerpo a través del cual pueden verse los objetos claramente².

Este es un caso parecido al de consciente y conciente. Transparencia en la pronunciación común ha perdido la ³n², evidentemente superflua, que le viene de su raíz latina, en un proceso natural de depuración fonética. Y eso es válido. 
  

No deje de oír, de lunes a viernes, a las 11,30 a.m., el micro  CON LA LENGUA EN ONDA, por la emisora RADIO ONDA 107.9 FM, en el programa de Mari Montes.

*

 Artículo publicado en el vespertino Tal Cual, edición del martes 6, septiembre 2005

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