La
Associated Press (AP) acaba de lanzar una bomba estadística
al revelar una encuesta en que el presidente candidato
duplica a Manuel Rosales en las preferencias electorales.
Mucha gente quedó impactada con esta declaración y buscó
inmediatamente las referencias o ficha técnica de la
encuesta, su autor, las preguntas, dónde se hizo, la
confiabilidad, el error, entre otras referencias. Pero
lamentablemente para quienes respaldan a Rosales, todo
estaba impecable. ¡Que horror!
Indudablemente, estamos metidos en una
guerra mediática de encuestas. Casi todas las encuestas
presentadas por oficialismo han sido desmontadas, por su
origen o relación con el gobierno, el origen de sus fondos,
la metodología utilizada, o el desempeño y trayectoria de
la compañía. Pero el daño esta hecho, en especial en el
ámbito internacional donde el gobierno ha logrado convencer
a muchos que no puede perder, pues su ventaja es insalvable.
Tímidamente algunos corresponsales que han buscado alcanzar
un equilibrio, han aceptado que hay otras encuestadoras y
resultados que también merecen ser tomados en cuenta y hacen
referencia a la totalidad de las encuestas, donde se ubican
algunas que dan ganador a Rosales o cierran la brecha hasta
alcanzar un empate técnico.
Pero reportar a 10 días de las
elecciones que las preferencias por Chávez son de un 58% y
que sólo un 25% votaría por Rosales, da mucho que pensar, en
especial por el prestigio de AP y de la firma que llevó a
cabo el sondeo. Pero no nos dejemos guiar por lo que más nos
atrae, es decir la intensión del voto y miremos el factor
miedo, que tímidamente salta a la vista en toda la
investigación.
Los resultados del trabajo hecho para
la AP, nos dicen que aproximadamente la mitad de los
venezolanos encuentra que en Venezuela se ha perdido la
libertad, desconfían del CNE y no confían en que su voto
será secreto. Pero más grave aún, 57% está preocupado por
las represalias que pueden enfrentar por votar por la
oposición, en especial los que adversan al presidente Chávez
( 79%), aunque también hay temor en la mitad de los dicen
apoyarlo.
En este marco represivo, parece fácil
entender que la encuesta reporte que 2/3 del país aprueba al
presidente y a su gestión, mientras al mismo tiempo una
proporción muy alta lo considera autoritario (60%) y ocupado
de sus propios intereses (aproximadamente 50%); además de
que en realidad no creen que haya resuelto problemas agudos
como el crimen (67%), el desempleo y critican su gasto hacia
el exterior (49%).
Frente a la posibilidad de ser
reprimido por un gobierno con un presidente autoritario, en
un país donde se incrementa la perdida de la libertad, en el
que, como vimos, 4 de cada 5 venezolanos adversarios de
Chávez tienen miedo de represalias, no podemos sino esperar
que por miedo oculten su verdadera posición.
En realidad lo que es relevante de la
encuesta de la AP no es que Chávez está ganando sino que hay
mucho miedo, y que si más de la mitad de los venezolanos
tienen miedo a represalias por su posición política, va a
ser difícil que más de la mitad se atrevan a expresar, en su
casa frente a un extraño, o por teléfono, su verdadera
opinión sobre el presidente candidato, en especial si es
opositor al régimen.
En síntesis, ¿cuántos de los que
dijeron que votarían por Chávez realmente lo harán?, es una
incógnita que es difícil de develar. Pero lo que si se puede
afirmar es que los niveles de aceptación e intención del
voto están altamente influenciados por el factor miedo. Y
que en unas elecciones libres (de miedo), justas y
transparentes no hay duda que Rosales ganaría abiertamente y
que además, si una parte de los votantes aterrorizados se
atreven, junto a la inmensa mayoría de los que ya se
atrevieron, Rosales será el próximo presidente de Venezuela.