Probablemente
el nombre de Akbar Mohammadi, no representa nada para la
mayoría de los lectores, sin embargo este estudiante iraní y
activista pro-derechos humanos murió en la cárcel de Evin,
mientras en Teheran, el presidente Ahmadinejad decía, al
imponer la condecoración mas alta de la República a su
homólogo venezolano, que Chávez, su hermano, era “amigo de
la nación y el pueblo iraní” y buscador de la libertad
alrededor del mundo.
Lo paradójico es que
simultáneamente a esta visita, donde no se mencionó el tema
de los derechos humanos y libertades fundamentales,
Mohammadi realizaba una huelga de hambre en protesta por
haber sido arrestado en junio pasado, sin explicación. El
estudiante iraní, encarcelado desde 1999 por participar en
protestas universitarias, había sido liberado hace dos años,
por motivos de mala salud producto de los tratos inhumanos
recibidos en prisión.
Recientemente, fue proscrita sin
motivo explícito la ONG “Asociación de Defensores de
Derechos Humanos”, formada por un grupo de abogados
dedicados a la defensa de los derechos fundamentales de
personas como Akbar Mohammadi o Zahra Kazem, la periodista
gráfica canadiense que murió también en esa prisión. Esta
ONG está liderada por la premio Nóbel de la Paz Shirin Ebadi
(2003), quien fuera la primera mujer en ejercer el cargo de
juez en Teherán desde 1975 hasta 1979 cuando se instauró la
República Islámica y a la mujeres se les prohibió cualquiera
acceso a esos cargos.
A pesar de que hace un año las
autoridades judiciales realizaron un reporte de las torturas
y tratos inhumanos que se venían dando en las cárceles
iraníes con el compromiso de corregir y dejar este asunto en
el pasado, la situación según diversas organizaciones
defensoras de derechos humanos no ha variado.
La impunidad se ha instalado en
esa sociedad a tal punto que Saeed Mortazavi quien fuera
Fiscal General de Teherán e implicado en numerosos casos de
detenciones ilegales, tortura y confesiones por coerción, es
parte de la delegación que representa a Irán en el nuevo
Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas; lo que fue
resentido por la delegación canadiense ya que Mortazavi
estuvo implicado en el caso de Zahra Kazem.
La impunidad es favorecida por
la continuada supresión de medios de expresión y opinión
independientes. Estos han sido clausurados sistemáticamente
desde el ano 2000 y sus periodistas y editores han sido
llevados a prisión o han salido del país, y los que aun
quedan han optado por la autocensura como medio de
supervivencia.
Mientras todo esto sucede y el choque de civilizaciones
liderado por los fundamentalismos incrementa su ritmo bajo
el grito de ¡muera Israel!, como se oyó corear por
televisión a las masas que atendían un reciente mitin donde
el presidente Ahmadinejad se preguntaba si los israelitas
eran seres humanos, otros seres humanos iraníes luchan por
los derechos humanos y las libertades fundamentales dentro
de su país y desde el Islam.
La premio Nóbel iraní sentenció
en la Conferencia Diálogo de la Tierra 2006, que se realiza
en Australia, que algunos países islámicos están dando la
espalda a la modernización y a la democracia y que esto está
creando tensiones internas. Ellos, continuó la Dra. Ebad,
quieren solventar problemas del siglo XXI con leyes del
siglo XIV, pues su fundamentalismo no les permite reevaluar
sus valores frente al mundo moderno y puso como ejemplo el
tema de los derechos humanos que a su juicio son violados
tanto en Irán como algunos otros países islámicos.
Chávez no ha debido viajar a
Irán ha apoyar la posición fundamentalista que procura la
desaparición de Israel, sino para abogar por una salida
pacífica al conflicto y por la verdadera lucha del pueblo
iraní en la conquista de sus derechos fundamentales. Esta es
la lucha por la dignidad humana que muchos gobiernos niegan
no sólo a sus ciudadanos sino a otros pueblos.