La
gira que ha estado llevando a Chávez a Bielorrusia, Rusia,
Qatar, Irán, Vietnam y Mali, no es tan inusual ya que el
presidente ha pasado mas de uno de sus siete años de
gobierno fuera del país. Lo que impacta esta vez es que el
objetivo de su viaje es nada mas y nada menos que ‘salvar al
mundo’.
Esta extravagante declaración,
por decir lo menos, nos remontó mentalmente a la pléyade de
superhéroes que pululan las revistas infantiles, los libros
y las pantallas de televisión. James Bond, Luke Skywalker,
Superman o Batman son personajes que hemos visto salvar al
mundo una y otra vez. Pero, ¿cómo podrá salvar el mundo el
presidente de un pequeño país llamado Venezuela?
Un observador incauto esperaría
que en un viaje por la antigua Unión Soviética, el Medio
Oriente y Africa para “salvar el mundo”, trataría de influir
positivamente en temas como la paz y la tolerancia, el
armamentismo y la proliferación de armas nucleares y, los
derechos humanos y las libertades fundamentales.
Pero no, en su paso por
Bielorrusia, “ la última dictadura” de Europa , Chávez no
mostró su preocupación por las masivas violaciones de
derecho humanos que llevaron a la antigua Comisión de
Naciones Unidas a poner a este país bajo un mecanismo de
vigilancia sino que por el contrario elogió el tratamiento
represivo que Lukashenko dio a la “oposición de los
colores”, recordando las semejanzas entre su gobierno y el
actual de Bielorrusia, que asume el poder en elecciones
cuestionadas, lo centraliza de forma totalitaria y ahoga a
la sociedad civil. Eso si, establece un pacto de unidad o
estratégico contra el imperialismo norteamericano.
A Rusia tampoco fue a tratar el
tema de los derechos humanos o las restricciones a las ONG o
a mostrar preocupación por el tema nuclear o sobre la
situación del Medio Oriente, en especial por la influencia
que pueda tener Moscú sobre Teherán, sino que concreta una
negociación de compra de armas que pudiera llegar a US $
3.000 millones donde además de rifles y aviones se ha
hablado de cohetería y submarinos. Y agradece a Putin su
posición para romper el cerco imperialista norteamericano
sobre Venezuela.
En el Medio Oriente no toma
partido por la paz sino que se alinea con la visión iraní y
asume una posición abiertamente anti-israelita llegando a
acusarlos de fascistas además de compararlos con la Alemania
nazi de Adolf Hitler. Así pues en vez de aprovechar su
cacareada amistad con el presidente iraní para abogar por
salidas negociadas al conflicto, en especial por las
vinculaciones de Irán y Hezbolá, llama a los iraníes a
sumarse a un frente contra el imperialismo norteamericano al
que acusa de ser la causa de todo mal. Y como corolario, les
promete que Venezuela apoyará a Irán "en cualquier momento y
bajo cualquier condición"
Seguramente su visita a Vietnam
será cortada con el mismo patrón. Después de alabar el
socialismo como su modelo ideológico, recordará la guerra
contra el imperio y los invitará a seguir en esta contienda
uniéndose al grupo anti-imperial que quiere liderar. Y
olvidará el tema de la libertad de prensa en un país donde
se prohíbe manifestarse contra el gobierno y que tiene
presos internautas por diseminar información
“antigubernamental”, además de que prohíbe la existencia de
cualquier organización no vinculada la partido de gobierno.
Olvidará también, abogar contra las detenciones arbitrarias
y a favor del debido proceso.
Cuando Chávez dice que sale a
“salvar el mundo”, lo que en realidad quiere decir es que va
a salvar al mundo del imperialismo norteamericano. Además,
no hay duda que para avanzar en esta su lucha, está
conformando alianzas con países que difícilmente se pueden
considerar como parte de la Comunidad Democrática de
Naciones. Alianzas que por cierto le están costando miles de
millones de dólares a Venezuela y nada bueno traerán sino
que en el mejor de los casos el régimen pueda contar con
apoyos internacionales en un mundo globalizado que comienza
a tomar distancia pues va comprendiendo la situación interna
del país y la posición internacional del régimen. El peor
escenario sería que Venezuela pueda ser arrastrada en una
contienda internacional en la que no tendría arte ni parte,
sino fuera por el empeño chavista de alinearse e intervenir
en conflictos que quiere comprar por su postura anti-norteamericana.
Si la estrategia de crear un
mundo multipolar pasa por la creación y consolidación de un
polo constituido por gobiernos de países con poco respeto
por los derechos humanos y libertades fundamentales, no
reconocidos por su lucha contra el terrorismo internacional,
con tendencias totalitarias, armamentistas y guerreristas,
con programas nucleares incontrolados, con el inminente
peligro de la proliferación de armas nucleares, se le está
haciendo un flaco favor a la humanidad que mas bien
agradecería no ser salvada.
En realidad cuando Chávez sale a
“salvar al mundo” y va reuniendo esta clase de amigos, lo
que nos viene a la cabeza no son las comiquitas de la Liga
de la Justicia con Superman, La Mujer Maravilla y Batman
entre otros, ni siquiera la novela de Leonard Wibberley
traducida al español como Rugido de ratón o su versión
cinematográfica con Peter Sellers, sino a una versión de las
aventuras de “Pinky y Cerebro” y su manía o pretensión
compulsiva de conquistar el mundo para gobernarlo y salvarlo
de los estúpidos seres humanos. Sólo que no es para reírse.