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¿Qué hacer frente al fraude cantado del gallineitor?...y la cuenta regresiva para
los aún abstencionistas

por Alberto Franceschi  
sábado, 23 septiembre 2006

 

     La gama de abstencionistas es tan variada y de motivaciones tan disímiles, como las miles de maneras en el planeta  de pensar o  venerar al creador, o a quienes dicen representarlo, sin olvidar que también existen los agnósticos y los ateos que nutren, con otras centenares de razones diferentes, el calidoscopio de opiniones, con que los humanos nos complicamos o nos simplificamos la existencia.

Abstenerse el 3 D. es tan indefinido en política, como decir que se es creyente en religión. La pregunta obligada para estos últimos es:  ¿ y cual es su religión?, para los primeros es: ¿Y por cual razón usted se abstendría?  

Normalmente  el creyente casi exhibe con orgullo su respuesta, el abstencionista hace lo opuesto, normalmente farfulla, masculla, una réplica conveniente  para agradar a su interlocutor, o miente sobre las verdaderas razones de su posicionamiento.  

Pocas veces es transparente y cuando son personas con medio o alto nivel educativo, su argumentación es tan complicada como la que tienen que dar los agnósticos y ateos a la pregunta sobre preferencia religiosa. 

Si los abstencionistas “coherentes” desean desterrar el despotismo gobernante, con su negativa a levantarse del sillón el 3 de diciembre, y juran que eso es mas eficaz que ir a votar por un candidato único que promete cobrar e impedir el fraude, tendrán que admitir que también se quedan en sus casas por protesta iracunda sin consecuencias, porque no reditúan mas allá de llenarse la boca con que su virginidad no fue violada por el sátiro gobernante. 

 Si de verdad les duele el futuro del país y son partidarios de no dejar piedra sobre piedra del régimen y que de seguro necesitamos movilizarnos para derrocarlo, ¿porqué no aceptar la sencilla idea de acompañar a la mayoría al acto de desconocerlo mediante el voto, así el gobierno desconozca delincuencialmente nuestra repulsa? 

Pero además de este ejemplo minoritario de abstencionista, aunque sólido e influyente,  estoy dispuesto a comprender las razones de los honestos… chantajeables. Hay venezolanos dignos, que puestos entre la espada y la pared, de escoger entre mantener a su familia o votar por el régimen, so pena de represalias, y aun estando bajo control absoluto, escogen negarse a darle satisfacción mediante ese recurso anodino de protesta, inhibiéndose  de irles a votar a favor, aunque argumente con cualquier excusa su inasistencia.  

Pero lamentablemente  la mayoría de nuestros abstencionistas parlanchines, constituyen un numeroso rebaño de la más variada fauna NINI que van, desde cómplices vergonzosos del gobierno, a cómplices que dan vergüenza. 

Los vergonzosos, esconden con su timidez o cobardía, su obstinación e impotencia contra un régimen, que les hizo sus víctimas, hasta obligarles a renunciar a su verdadera identidad, al punto de no usar el hipotético derecho de elegir, ocultando hipócritamente, disfrazada de protesta altisonante como de ronquido de león, lo que es apenas un chillidito de ratón, una conveniencia  para sus haberes bien o mal habidos.

  Los abstencionistas que dan vergüenza, es una variable especial  de los iracundos. Ellos son tan especiales, tan exquisitos que prefieren o ser gringos o que vengan los gringos  a quitarles ese problema de encima llamado Chávez. Es el doble alienado. No quiere ser venezolano porque el es mas bien gringo, pero como NO lo dejan ser gringo, sigue siendo venezolano. Al final ni es gringo ni es venezolano, es un bolsa cascarrabias.

Quedan por fuera de la clasificación, más allá de  los recios abstencionistas y de los NINI,  un espécimen numeroso que encontramos al final   de la escala: los que en su ignorancia  extrema resolvieron  que ellos no cuentan para ese acto, por reconocerse como de otra especie, de otra dimensión, de otro sistema de existencia, mas allá o por debajo de lo real.

Entre  infinidad de ejemplos podíamos enumerar al pobre colombiano, o ecuatoriano, cedulado como criollo, pero que solo quería identidad  para que no lo matraqueen todos los días los policías.

Los que ni siquiera tienen para pasaje ese día, o se dan asueto  porque el país esta parado y ellos no descansaban desde hacía meses en la tarea de sobrevivir a durísimas penas.

 No va a votar quien la última vez estuvo muy asustado con esas máquinas que hay ahora, y la gente se burló de él porque “no jallaba quehacé” con ese aparato y tuvieron que venir a ayudarlo y un señor decía que ese voto no valia porque “no era como es”.

Tampoco es un abstencionista preclaro el pobre analfabeta al que  le enseñó a macujear –sic-  unas letras, ese muchacho buena gente, que lo inscribió en la robinsón y le dieron dos cheques, que ya se comió hace meses, pero que no se apareció más nunca.

Tampoco irá el peón,  ese pico y pala con tercer grado, que imploró que lo metieran en misiones, pero como no quiso ir para marchas, porque tenía que trabajar, nunca lo tomaron en cuenta, ni ahora, ni antes, cuando él ya se había decepcionado de los “políticos que son todos iguales” y reafirmarse en su eterno simplismo: “mi partido es el bolívar si yo no trabajo no como”, que siendo francos lo vemos como del reflejo mas sano del venezolano común, asqueado de promesas y sobre todo  básicamente conciente que su suerte y su familia dependen mucho  de que él no se convierta en otro dependiente de las migajas del estado.

De esta enorme y variopinta gama  de abstencionistas depende demasiado la suerte de TODA la nación y de esos inhibidos en particular. Tienen  todavía dos largos meses para pensarlo.  

 !! Como era de esperanzada aquella democracia que Chávez mató, como cómplice necesario de  sus protervos vivianes y demagogos sepultureros, en la que a pesar de ellos votábamos el 90 % de los venezolanos ¡¡ 

Solo cobro aliento para imaginarme un futuro sin grandes tragedias, cuando me asalta la convicción que la lucha para erradicar el gobierno malandro, arreciará cuando nos acerquemos cada vez con mayor crudeza a los dilemas del 3 de diciembre.

 Será entonces cuando veamos al gobierno  dar los toques finales a su operativo de fraude y a nuestros abstencionistas honestos pensando que yendo a votar, y  volcándonos a las calles sublevadas, con mucha mayor fuerza y eficacia que quedándonos en las casas ese día, derrotaremos ese siniestro designio.  

La discusión sobre cuando es más  eficiente la protesta no es irrelevante.  El factor sorpresa sigue siendo en política el más anunciado de los factores desestabilizadores para un adversario. Aunque lo esperen no hay nada mas eficiente que verificar que lo que era amenaza y se transformó en acto. 

La más propicia  de las fechas es el mismo 3 D y no antes, cuando las acciones pueden alertar y preparar al gobierno, mucho más, para sus peores hipótesis. Pero como todo déspota es autista, el GALLINEITOR con sus esbirros, no esperan la gran sorpresa, porque creen que se la van a comer.

Y la sorpresa, para la que definitivamente NO están preparados, es que presenciemos una disminución drástica de la abstención, que ponga 4 a 1 la relación  de votos contra el gobierno.

Si NO ocurriera esta votación masiva y se pretendiera insurgir  contra ese fraude ya consumado, apoyándose entre otros baluartes en el abstencionismo, la lucha será mas cuesta arriba, por cuanto se daría contra la nueva relación de fuerzas, contrarias  a la oposición  que le daría pie al chavismo para instalarse como dictadura fraudulenta.

Cada vez que se esgrimen argumentos como estos, se me responde con el bendito ojo sacado que ya no admite invocaciones a Santa Lucia. La dificultad para operar en política con refranes, es  que bien son ingeniosos, nunca dan en la clave para comprender circunstancias donde se conjugan decenas de variables y resultados alternativos.

Una cosa es montar el sistema de fraude y otra cosa es hacer el fraude. Tomemos por ejemplo el caso del REP y sus dos o tres millones de votantes virtuales con los que inflan, sin direcciones comprobables y con cédulas chimbas, las huestes electrónicas con las que el CNE haría subir las expectativas electorales del gran tramposo gallineitor matrix.

Ese REP inflado obscenamente, que constituye la madre de todo el fraude, sólo equivalente en importancia al Software y la mecanización total Smartmatic, para hacerlo imperceptible, sugiere entonces que el punto focal de la estafa estaría en la sala de transmisión de escrutinios y totalizaciones, controladas por el CUFAN, si ese mismo: el Comando Unificado de lo que se supone son las Fuerzas Armadas Nacionales, es decir de todos los venezolanos y no el partido militar de Chávez.

Ante esa gravísima sospecha, ¿puede la oficialidad de las Fuerzas Armadas desentenderse de ese escenario, donde puede atribuírsele complicidad explícita con el alto gobierno, para delinquir contra la Constitución, en un fraude masivo contra el derecho fundamental al sufragio limpio y transparente  de los ciudadanos de la República?

¿Por qué no hacemos viable la lucha masiva contra el fraude, mucho antes  que lo produzcan y desafiamos a las FFAA a debatir, también ellos, sobre estos innegociables derechos a la transparencia electoral ?

De todas formas las FFAA  deberán saber que con las calles sublevadas, contra un fraude, en cuestión de horas a partir de la tarde del 3 de Diciembre, y en el peor de los casos, en muy pocos días posteriores a esa fecha, sus comandantes tendrán que dar cuenta al país entero, que exigirá o la salida de Chávez o que vuele en pedazos la unidad de esas FFAA, con sus terribles consecuencias.

Y pensar que todo ello se resuelve en la cabeza de los ciudadanos y es  lo medular del problema ¿abstenerse o no abstenerse? … frente al plan de fraude.

¿Cómo se derrota al gobierno, desde la casa o en la calle, esa noche de cita con el destino?

 
 
 
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