La
expresión usada por el vitalicio, para arrullar su obra
“tiernita” de 7 años, al compararla con la piltrafa cubana
de Fidel que ya tiene 47, se le olvidó el pequeño detalle
de verificar si ambos procesos son igualmente sólidos de
origen, fundamentos, y sobre todo de legitimación por
contragolpe como resultó la revolución en la isla prisión, a
partir de la invasión a Playa Girón (1961) y la crisis de
los misiles atómicos que casi desata la madre mortífera de
todas las guerras, en Octubre de 1963, en medio de aquel
pánico nuclear que nos mantuvo atenazada la garganta por
varios días.
Como hay que
transmitir aunque sea algo mínimo de los cuentos ya viejos
de la política cuando se escribe, recordemos que Playa Girón
fue el intento fallido y destrozado de la resistencia
democrática cubana, de invadir la isla para derrocar a
Castro, con apoyo del gobierno de Kennedy, cuando éste en
medio del desastre logístico inicial, sencillamente dejó que
hicieran papilla a los expedicionarios.
Fue esta opción
cínica, o resignada al fracaso, la escogida como “mal
menor”, en lugar de intentar una escalada de imprevisibles
desarrollos que llevaba a un escenario de dura confrontación
norteamericana contra un pueblo en armas y con un liderazgo,
muy popular para ese entonces como era el de Fidel.
Lo que Kennedy
evitó, generó sin embargo consecuencias que tuvo que tragar
USA por el resto de la vida del ahora moribundo Castro. La
radicalización del proceso cubano en contragolpe, casi
justificado ante la opinión mundial, fue generada por Playa
Girón. Y Chávez quiere su Playa Girón y lo busca
empecinadamente. Los yanquis mientras
tanto aprendieron a lidiar con algún tipo de locos.
El
Castrismo como forma Estado Socialista en Cuba era
sencillamente inviable, sino hubiesen existido las
implicaciones severas dentro del escenario de la Guerra
Fría, entre las mega-potencias atómicas, donde la URSS
protegió como si fuera su criatura a la “tierna” revolución
cubana.
Es el fracaso de
Playa Girón el que permite a Castro la liquidación física
del grueso de la resistencia y pasar desordenadamente a la
radicalizaron confiscatoria, hasta llegar a las pulperías y
los patios de gallinas, Y NO ESTOY EXAGERANDO.
El proceso
castrista se remata, paradójicamente de forma irreversible,
en su configuración social y política del comunismo cubano,
por la derrota humillante de la Unión Soviética, que retiró
los misiles atómicos, contra un indignado Fidel que prefería
el holocausto nuclear a esa opción.
La paradoja fue
que al mantenerse el paraguas nuclear del Kremlin,
protegiendo el compromiso secreto de USA de no invadir Cuba,
Castro pudo seguir en sus loqueteras que solo le depararon
miseria eterna a los cubanos, aislamiento internacional y
conflictos hasta contra sus propios congéneres del
izquierdismo mundial.
Eran los años
del guerrillerismo foquista a ultranza y del voluntarismo
suicida que reventaba cada vez mas la economía cubana,
aunque siempre la factura la siguió pagando Bresnev y sus
sucesores, casi como para expiar la cobardía rusa durante la
cuarentena de octubre del 63. Hasta que llegó el relevo 10
años después del derrumbe soviético, con Sabaneitor y su
chequera dorada que convierte a Cuba en ESTADO CHULO del
Banco Central de Venezuela, y al régimen venezolano en
colonia política del castrismo.
La historia está
llena de híbridos de regímenes políticos de todas clases y
el nuestro prefigura el ya conocido en la posguerra europea,
aunque quizá solo lleguemos a conocer su desarrollo
embrionario. Nos parecemos por lo menos en aspectos
centrales a los países del este europeo que eran chuleados
por los soviéticos pero además debían soportar la tutela
política y militar totalitaria del Kremlin.
Cuba, por su
revolución (1959) militar, económica, social, estatal, se
convirtió en ese engendro llamado el castrismo, solo viable
en una nación con muy efímeras experiencias democráticas a
lo largo de un siglo de vida independiente (1899-2006).
Suponer que el
engendro bolivariano representa algo que va más allá de un
desorden sostenido, con una armazón institucional en extremo
precaria, por una casta de ignorantes que se enriquecen
desaforadamente, a nombre de una numerosa clientela que ya
observa las iniquidades de la distribución dispareja que
codicia, significa someterse o dejarse seducir por la
ideología en boga de acomodarse también para agarrar aunque
sea fallo, del festín de los peculadores vestidos de diablos
de Yare.
Al Chávez
pretender, siquiera como ignorante, obviar la génesis del
proceso cubano y venezolano convierte esta falencia de
cultura política básica en parte de su propia perdición.
Para este mamarracho de revolución, el único paraguas
nuclear que existe es el de la hipótesis de una bombita de
Irán que antes de que les ocurra probarla ya serían
arrasados por Israel, su hipotética victima.
El único
indicio de astucia diplomática chavista, pero de patente
casi ridícula, si se creen su propio cuento, es el de los
lazos con Rusia, la heredera del poderío nuclear soviético,
y con la Bielorrusia y su dictador, estado cliente de esta.
¿Será que Chávez
le creyó a una lucubración ya senil de Castro, confundiendo
en su alzhaimer tiempos y personajes, según la cual le
convenció de buscar la protección de Putin y Rusia contra
USA?
Si tal es el
caso, tomando en cuenta las cifras en juego y nuestra
dependencia futura de pertrechos rusos, este ignaro
sabanetero definitivamente cree que, madurado con carburo
como es él, en las lides mundiales y su historia, Putin dará
un paso mas allá de arrancarle el brazo con to`y chequera.
¿Chávez no sabe
acaso que en la nueva política internacional del Kremlin,
este, nuestro Caribe, es considerado un lago interior
norteamericano?
¿No será
que a este uniformado de cerebro, se le ocurrirá como al
General Leopoldo Galtieri creer que podía invadir las Islas
Malvinas porque a la Margaret Thatcher le quedaba muy lejos
el Pacifico Sur y los yanquis y que serían neutrales?
Obviando esa
manía por los asideros internacionales que Chávez se empeña
en proponer en primer lugar de su agenda y para el país
(quizá ni tan lejos de los dictados de la época) abría que
aterrizarle de mamonazo en nuestra cotidianidad, por lo
menos cuando nos visita.
La republiqueta
bolivariana que Chávez cree por lo menos vitalicia para él,
es tan estable que puede ser arrasada cualquier día de estos
por las Guarimbas de los propios chavistas.
La “tiernura” de
la estafa revolucionaria bolivariana, (¡ que vaina como
jodieron a Bolívar ¡) se funda sobre malos retoques al
estado Gomecista y Adeco y para nada representa una
estructura consustanciada con otro modelo de propiedad, modo
de producción, relaciones de producción, armazón jurídico
legal institucional y costumbres consuetudinarias, que no
sean las del mas redomado capitalismo dependiente y
subdesarrollado.
A menos que se
crea que las cien mil y tantas cooperativas nos depararon un
nuevo modelo económico-social clandestino, del que todavía
no nos hemos percatado, y que no eran solo, en su inmensa
mayoría, sino una figura jurídica de trámite ladilloso para
que los presidentes y tesoreros se cogieran el crédito o la
dádiva, configurándose una figura de latrocinio masivo de
recursos públicos, habrá que creer entonces que estos
tipejos gobernantes, además de tomarnos el pelo, como que
son de un nivel de imbecilidad exacerbada como para tomarse
en serio ellos mismos.
La republica
socialista “tierna” ya esta gangrenada y tiene fecha de
amputaciones mayores sin posibilidad de sobrevida.