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El
carajito
pavoso
ese, de
Datanalisis
por Alberto Franceschi
jueves, 2
noviembre
2006
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Nadie
va a negarme, que leída la ya maniática presunción del
pavoso de Datanalisis sobre que Chávez gana, muchos
volvieron de nuevo a sus cavilaciones. Tengo una prima que
me tortura con las benditas encuestas y ya no hallo que
epíteto usar contra ellos.
Porque es historia demasiado sabida que las encuestas son
pagadas con muchos millones y hasta de los verdes, para
pronosticar lo que el propio pronóstico debe ayudar a
pronosticar positivo.
Tener contratada una encuestadora, con algún prestigio, es
como tener una oficina de publicidad muy cara, pero que
lanza a la calle toda clase de POP, cuñas, eventos, etc.
A la encuestadora solo le basta tener unos portavoces que
son asiduos de los grandes espacios de opinión mediáticos,
para lanzar sus cifras cuidadosamente manipuladas y el
sujeto que las propala hace valer oro cada palabra.
Pues bien, cuando las llamadas grandes encuestadoras, con la
honrosa excepción de Keller, decidieron trabajar para hacer
exitoso el pronóstico auto-cumplido del gobierno; sus
lectores volvieron a las andadas del pesimismo y a las
dramáticas dudas sobre su futuro de diciembre en adelante.
Viendo otra vez el techo, o con la mirada extraviada en el
recuerdo de los hijos ausentes o de la patria de la que se
salió obligados por las privaciones, made in Tascón, se
dicen: si no vamos a celebrar el 4 D el fin de la pesadilla,
según este pavoso ¿Qué haremos entonces?...Y vuelven las
amargas dudas entre agarrar la maleta, resignarse, rebelarse
o resistir.
No aconsejo vender el sofá a carnudos porque eso aviva la
maledicencia del vecindario, ni soy partidario de ahorcar al
mensajero cuando trae malas noticias. Por mi parte el viejo
chamin de Datanalisis puede dormir tranquilo. No le deseo
mal. Que le aproveche su oficio y lo que gana por andar de
aguafiestas de gran nivel.
No soy cínico que reiría de nuestra suerte de país
bolivariano, ni logré nunca derramar lágrimas por
fatalidades colectivas que surgieran del autoengaño de
millones.
Cuando uno se acerca a la sesentena y ya hace rato pasó la
edad de la opción de la maleta de emigrante y casi por las
mismas razones carece del empuje para andar en las
clandestinidades de la rebelión legitima, solo le queda la
amarga elección entre la resignación y la paciencia de la
resistencia.
Si son varias las bocas que dependen de ti, y como ocurre en
demasiados casos, a estas las sustentas con una entrada que
tiene su fuente de pago en el erario público, es hábito
obligante guardar silencios que, sin ser de cómplices, te
acercan a ese mundo triste de la bipolaridad.
Para no dejar ni la millonésima de dudas, este no es mi
caso, pero si es el de mucha gente honesta arrinconada en
los dilemas.
Son entre amigos, los obscenos en los calificativos
antigubernamentales, pero de simulaciones y obsecuencias sin
medida ante el que puede poner en riesgo el pago de la
facturita, la compra segura ya pactada, con el ahora
adinerado izquierdista… de tus nuevos clientes.
Estás ya entre los resignados que contabiliza Datanalisis,
claro, con otros nombres menos humillantes, eres del ítem
abstencionista, o no sabe no contesta, indeciso, o cree que
Chávez gana…
Sabemos sin embargo, que los números gruesos no vienen de
allí. El arroz que da el bulto del arroz con pollo, la gente
humilde que Chávez mandó a vestir sin el uniforme rojo, que
les aislaba y permitía contarles, para que se confundan o
mimeticen con la mayoría humilde que ya lo repudia, esos, NO
ESTAN en las cuentas de Datanalisis.
Porque no hay nada mas enigmático que el votante de los
sectores populares, sometidos a las presiones inmediatas de
la sobrevivencia. En el barrio o disimulas o estas “peinao”.
Disimulas afecto con el cobrador de peaje, el Pedro Navaja
de la esquina, para que nunca te saque las tripas, menos aún
las de tus hijos de quien le das inventados saludos,
disimulas tu amargura para pedirle fiao al Portu y mostrar
seguridad y optimismo sobre la plata que ya te viene, para
cancelarle el chorizo de tus pequeñas pero aplastantes
deudas.
Disimulas sobre todo ante las vigilancias de los esbirros
del gobierno, que te hacen la vida de cuadritos
“aborrandote” (sic) de alguna de las listas que te conceden
beneficios de aleteos de sobrevida en la miseria abyecta que
padeces.
¿Cuántos de ellos consultó Datanalisis y sencillamente le
disimularon al preguntón de la planillita, como a todos, en
medio de sus diálogos o respuestas, en sus vidas de
estrujados, donde solo las pequeñas hipocresías te mantienen
a flote?
Pero además, para los que se han negado a creerlo, les tengo
la noticia vieja que son millones los que se nutrieron de
beneficios clientelares y por varios años, de manguangua
subsidiada con bonanza petrolera. La tarjeta Mi Negra ya
funciona con otros nombres hace años, solo que los
burócratas izquierdistas con hambre atrasada le meten el
consabido mordisco de la parte del león.
Las Misiones, que sustituyeron a todos los planes anteriores
de asistencialismos, e incluso le agregaron una burocracia
mistificadora y uniformada, hacen votar por Chávez con la
misma convicción que ayer se votó blanco o verde.
Los sectores de cultura de clase media y con logros, que
solo se obtenían en un clima de libertades, son los que
ahora sienten nauseas por el país del clientelismo expreso,
confeso y hecho práctica estratégica para el logro de la
dominación autoritaria.
¿Cuántos son, cuantos somos? Porque los de cultura de clase
media, de emprendedores y aspirantes a una permanente
movilidad social, éramos estadísticamente casi dos tercios
del país en la vieja democracia. Hablo de cultura de clase
media, de aspiración y modelo capitalista, no dije con alto
o medio nivel de ingresos. Recordemos que el derrumbe del
ingreso trajo al chavismo.
Si el chavismo conservó o incluyó a una parte significativa
de ese segmento, para asegurarles con otra ideología esa
movilidad, no les extrañe entonces que también hasta en la
vieja clase media aparecieran los disfrazados de rojo.
Pero la pregunta sigue en pié ¿Cuántos somos?
Nuestros ideólogos han propalado a los cuatro vientos que
esto se encaminaba al comunismo y pasados casi ocho años de
despilfarro, en la más anómala rebatiña capitalista,
terminaron por hacer creíbles expresiones en contrario de
los chavistas, sobre que la manguangua roja no iba a ser
como Cuba.
Concluimos entonces que más bien iban a traer de premio, a
vivir aquí, a los cien mil cubanos más útiles al proyecto
autoritario.
OK, pero ¿Cuántos somos? Datanalisis y el carajito pavoso
ese, dice que Rosales pierde ¿QUE OPINAS TÚ?, casi me
gritan.
Es sencillo responder no sé, como todo estadístico o
analista serio que deba pronunciarse hoy. Estoy escribiendo
para gente que quiere comprender, no estoy haciendo un
slogan para un afiche de Rosales.
Gente como la de Datanalisis arriesgan credibilidad hoy para
apostar fuerte a la hipótesis de llenarse si la pegan, al
lado de los muy poderosos. Son estos los que pagan para
realimentar el optimismo de los parásitos, para a su vez,
con la famosa tesis del pronóstico auto cumplido, ayudar a
generar la matriz de opinión de un gobierno invencible.
Porque aunque nadie se de por aludido, los votos mas sólidos
de Chávez no están en los barrios miserables, sino entre los
grandes importadores, entre los superbanqueros y
beneficiarios de grandes emisiones de bonos argentinos y
venezolanos, reservados para los muy amigos y serviciales
con El Comandante, los prevaricadores de alto vuelo de
industrias protegidas y solventadas por quinta vez con
recursos fiscales en el mejor estilo de la Cuarta.
Así, que por más vueltas que se le den, es la opción de la
resistencia paciente que pueden abrazar los que no tenemos
ni la posibilidad, ni el animo, ni el coraje, o como quiera
llamarse al ímpetu para alzarnos en rebelión activa, o tomar
la maleta del exilio voluntario, para ir detrás de los hijos
para lo cual se requiere, aunque no se crea, tanta valentía
como la necesaria para la sedición.
Por eso este tema y a esta ahora cuando es aún es útil
tratarlo, cuando aun hay tiempo para hacerle tragar al
carajito pavoso ese, sus pronósticos indeseables pero
posibles, si es la abulia abstencionista la que finalmente
deja “al tipo” en su poltrona de jefe de los malhechores
La resistencia es ahora, después del 4 D podemos estar
condenados a seguir en ella, pero mientras tengamos
oportunidad lo que hay que hacer es trabajar en Noviembre
para poder celebrar en Diciembre y por fin abandonar esta
calle de la amargura.
Quien crea que estas líneas son nacidas del derrotismo me
habría hecho perder mi tiempo y desconocido la intención.
Quiero DENUNCIAR de forma directa y tajante que las grandes
encuestadoras trabajan para que el gobierno gane y son
entonces enemigos políticos de primera línea, aunque
terminen teniendo razón en sus cifras. Denuncio que no
importando las cifras que se publiquen lo importante para
Datanalisis es dejar establecido una matriz de opinión que
consiste en dejar sin dudas las cifras que el gobierno
aspira sin fraude para que el fraude sea creíble.
Y esto lo digo a conciencia que el carajito pavoso ese,
puede decir misa pero existe una figura que viene creo desde
el derecho romano que señala que un juez se excede con una
opinión o sentencia ULTRAPETITA si dice o decide sobre algo
sobre lo que no se le requirió ni su opinión, si su
decisión.
Las encuestas de hecho asumen el papel de juez, pues bien el
carajito pavoso ese, se nos vino con una ultrapetita.
Que averigüe sus vainas, véndale a sus clientes lo que ellos
quieran pagarle, pero es un abuso andar de asomado en
ultrapetitas con el deliberado interés de poner sus
plastitas, para beneficio de alguien que quiere dejar
establecido lo que los armadores del fraude querrán como
presunción anticipada.
Es para el fraude que se asoman las cifras que el fraude
necesita. Y es parte del fraude quien lo prepara con
matrices de opinión como si el candidato a derrotar fuera
Ghandi y no este atronao que es capaz de todo, dije TODO,
con tal de conservar el poder.
Porque no hay nada más pernicioso señores de Datanalisis que
apuntalar la moral del adversario y tratar de destruir la
nuestra, con sus cagadas de encuestas y sus pronósticos
siempre bandeados para el lado de quien paga.
Y la razón por la que digo esto indignado, es porque respeto
demasiado a las firmas que trabajan en la sombra, e informan
a sus clientes, pero esta fanfarria de andar de publicistas
de cifras favorables al gobierno es, aunque un millón de
veces lo nieguen, una estratagema propagandista de los
poderosos que cohabitan nadando en millones de dólares, con
esta piltrafa de gobierno, del que quieren su continuidad,
así el país se vaya al demonio.
Mientras sus cuentas allá en el norte se abultan, pueden
darse el lujo de la ubicuidad. Sus amistades del futuro son
las mismas que del pasado, porque sus fortunas comprarán
todo, y mientras también tanto como en el barrio, pero acá
con inmoralidad, simulan sus fechorías laptop en mano.
Si le exigen la lista de los clientes a Datanalisis o a
Seijas, de muy prósperos mecenas, quizás nunca consigan una
pista que sea del gobierno quien les paga directamente.
Porque son banqueros… incluso de quienes llevan en su
nombre, nuestro gentilicio, para llevar las muy jugosas
ganancias a la tierra de los íberos… si de allá mismo, de
quienes querían venderle aviones al sabaneitor y los yanquis
le estropearon la alcahuetería de fabulosas cifras.
Pero basta una llamada del “tipo” o sus allegados, a algún
pez gordo y es este quien cumple el pedido y paga por cuenta
del beneficiario final, para insinuar, lo que conviene
insinuar, al que le pagan por insinuar y en este caso
asegurar, que es el gobierno quien gana.
Expresamente he ligado dos temas aparentemente distintos. Y
no lo son porque las benditas encuestas no torturan solo a
mi prima escéptica, sino que pone de nuevo a millón la
ansiedad de quienes han esperado y esperado, para ver
realizada su esperanza.
Pero hete aquí, que incluso entre gente muy crítica del
gobierno se sigue en la estupidez sin límites de conservar
la virginidad intelectual, con tal de no andar en compañías
dudosas de la oposición.
Son los abstencionistas oportunistas y cobardes a los cuales
se suman una especie muy rara, nacida en los últimos días,
los que a regañadientes van a votar, pero se dedican a
insultar a los que seguimos poniendo contra la pared a los
de opinión abstencionista inservible, a no ser
pro-gubernamental, por que a ellos si les sirven.
Estos beatos y beatas defensores ad honoren de la postura
irresponsable de dejar que Datanalisis tenga razón, según
sus pronósticos comprados, colaboran, aunque no lo admitan,
con hacer elegir a Chávez, agraciado por la defendida
abstinencia de un buen 40 % de venezolanos.
El régimen que seguiría según ellos en pie, luego del 3 D,
agrego yo, debería así su fatídica permanencia, de ser el
caso, con igual peso de auspicios, a la exclusiva y
explicable responsabilidad de sus beneficiarios parasitarios
y al concurso cínico o imbecil de quienes se negaron a
expulsarlo, ni con votos, ni con las batallas que originan
esos votos.
[b]Por eso son NINI. Faltará saliva para escupirles si aquí
llega la desgracia del despotismo escogido lectoralmente…
sin fraude porque según el carajito pavoso ese… jamás LEASE
BIEN, JAMAS, se estima que sea con fraude, como puede
mantenerse el sabaneitor cubano.
Hagan su lista y no le echen la culpa al infeliz que se
redondea el menguado salario o ingreso de hambre, con algún
repele de las misiones. Si Chávez sigue es por que lo
eligieron un sector de poderosos y Datanalisis trabaja para
esos intereses.
franceschi1947@gmail.com
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