¿Se imagina el chavista Carrasquero, arbitro ya vendido, que sus normas fulleras concebidas para guindarse del testículo derecho del presidente pueden derrotarnos en frío, así sin anestecia, esperando quizá que nos vayamos a casa, frustrados en nuestro intento de llevar al país, ceñidos a la constitución, a una salida electoral y pacifica a la crisis ?.

Que equivocado está el maestro. El hombrecillo está pasando a la historia como el más ingenuo de los instrumentos ruines de Chavez para instalar en el país su dictadura legal. Se imaginó quizá que la baina era como la habló él con su mujer, la noche cuando Ivan y los otros de la Sala Constitucional le llamaron para decirle que sería escogido para presidir el CNE.

Seguramente le sorprendió el atribulado rostro de su señora al que luego tranquilizó cuando oyó complacida al compañero de tantos años exclamar, ya con aire ponticifio: “El deber llama mujer, si él me pide que asuma esta responsabilidad tengo que hacerlo, aunque existan riesgos. Pero no te preocupes mi amor, yo puedo lidiar con ésta e incluso con tareas aún más complejas” lo increible es que el pequeñin se lo creyó al dar oídos a su propia voz sonora dándose ánimo.

Carrasquero puede salir buchón y hasta renombrado, pero que mal negocio hizo, porque lo que le queda de vida será signado por el tormento del tamaño de su torta, si sigue actuando como en los 10 dias de marramuncias que lleva . Será el presidente de más corta duración en ese Consejo Nacional Electoral o le tocará llorar, con su familia, la desgracia a la que llevó al país, por su infinita cobardia si es que no queremos suponerle todavía un designio personal de obscuro cinismo oportunista propio de un empleaducho de Chavez, o de un voraz negociante irresponsable que quiere morir rico aunque su país se vaya al infierno.

Para los cándidos opositores que confiaban en el arbitraje del Tribunal Supremo; para aquellos que no se mueven sin consultar los artículos de la constitución chavista: allí tienen el resultado de esa manía por hacer esperar por la nueva regla, el nuevo elemento, el nuevo equilibrio, la última gestión necesaria, la inclinación tenue de no sé quién por la hermenéutica jurídica expuesta a dificultades de no innovar sobre el ejusden tercero de la regorgaya jurisprudente de la sentencia apriorística. Gazmoñerías de leguleyos para disimular sus trapacerías. Aquí estamos ante un problema político y vamos a ver si Carrasquero lo entiende, SI o NO.

Este país si no va a Referendum antes de Diciembre del 2003, entra en el torbellino de la violencia. ¿Lo sabía Carrasquero cuando salió a defender la estupidez de anular los tres millones de firmas del 2 de Febrero? ¡ Si lo sabía ¡ porque es un viejo zorro de la política, militante del MAS de Ismael García y de Crapulin Sosa, sólo que estaba enchinchorado y empantuflado esperando las órdenes del comandante araña.

Y ahora ante la gravedad de lo actuado por este obscuro representante de la antizulianidad, tengo que suponer que él, Carrasquero, sabe que acaba de encender la tea de la confrontación nacional, lo cual deja muy poco margen para suponerle ingenuidad en sus ejecutorias. Y de dos cosas una: O renuncia cuando vea el tamaño de la torta que ha puesto o sabe más que pescao frito y conoce de la voluntad genuflexa y el vuelo gallinaceo de la dirección de la oposición, que le ayudará a sacar las castañas del fuego, con alguna triquiñuela para morigerar el atropello, pero donde quede a salvo la sangrienta batalla digna del armagedón de una nueva firmadera que imaginan suficiente para evacuar al malandro.

Cada quien con su afan. Que carrasquero ajuste cuentas con su doblez por prometer imparcialidad mientras sabía que era designado para ser el desafinado solista mayor de las trapisondas de los chavistas. Él sabía que se convertiría en el lacayo de los atrincherados en nimiedades jurídicas convertidas en colosales obstáculos para aplicarle a la oposición la ley del embudo, que impida defecar constitucionalmente al atronao.

A nosotros lo que debe preocuparnos es lo que haremos. Cuando los famosos portavoces de la oposición entalcada anunciaban, antes del primer fallo rastrero de Carrasquero anulando las firmas, que “estaban listos para un nuevo firmazo si anulaban las de Febrero”, no podía creer que eso se dijera a grandes titulares.

En lenguaje de cómplices o de imbéciles eso quería decir: anulen las firmas NO nos alzaremos. Y cuando el hombre poder-electoral-chavista decide hacerlo, con argumentos redactados por plumíferos de Miraflores, hasta se oyó decir a opositores connotados que eso era UN TRIUNFO, porque se obligaban a redactar las reglas a fecha cierta etc.

¡ Ajá ! ¿ y ahora que dirán ? Le encontrarán la vuelta para negociar poder recoger las firmas a pesar de los Siete Trabajos de Hércules, interpuestos para impedir su recolección y procesamiento, y que en lugar de Mayo el Referendum se haga en marzo del 2004 y esto será presentado como un triunfo de la oposición. Según estos mariscales de la derrota, habríamos dado un paso enorme evitándole al país una confrontación innecesaria. Total ¿Qué son cuatro meses más? Esto dirán como argumento supremo para volver a arrancarnos otra frustrante espera. Chávez habrá cumplido entonces 5 años en el poder, desde que decisiones como las de la Doctora Cecilia Sosa, Presidente de la Corte en 1999, facilitaban a Chávez, como hoy lo hace Rincón y Carrasquero, su perpetuación en el ahora truculento poder de estado forajido. ¿Alguien duda que carecemos de la paciencia para aguantar hasta marzo o abril, si de verdad hay garantías de Referendum? Esa no es la discusión. La verdadera razón para oponernos a estas posposiciones es que ellas constituyen victorias políticas para el chavismo que hace de cada dia en el poder una batalla ganada para su sobrevivencia indefinida.

El color de la situación política esta pasando de castaño a obscuro. El color de hormiga se dibuja en el horizonte. Cosas parecidas planteé en septiembre del 2002 cuando veiamos venir la ola gigantesca de movilización nacional. Y nos llevaron con paciencias y plazos hasta diciembre, para ensayar lo que ya fracasó por siglos en otras latitudes y que aquí eran y son presentadas como las grandes novedades de Melquiades, aquel decrépito anciano gitano que llevó el hielo y el imán a Macondo. Novedades como ser las bondades del pacifismo unilateral. Lo que equivale a lanzarle besitos a Barreto, a Lina y a Alcala Cordones, cuando te lanzan balas de allá para acá, tirandote a matar a nombre de la revolución bonita.

Felizmente se está acabando el arsenal de sandeces con las que los de vuelo gallinaceo empalagan a quien quiera dejarse engatuzar. SE ACABÓ el margen de maniobra para andar de reconciliadores y pacientes. Los arruinados de todos los calibres, de todos los estratos sociales y de todos los niveles de frustración NO aceptan que sigan los mismos pescueceros llamando a la calma y a la espera. Si quieren hacerlo están en su derecho pero la condición que les exigimos es que digan claramente que le piden al país que soportemos otros años más con Chávez. Así, sobre bases claras, la mayoría nacional les dirá APARTENSE. Necesitamos otra dirección para ganar, y ganar ahora, porque después, con otros seis meses regalados al malandraje, la espera puede hacerse infinita o la desesperación nos meterá en la maldita tronera de la violencia.