La
pregunta que se nos hace tiene que ver con el supuesto cambio
táctico en la campaña oficialista, que muchos leen como una
campanada de emergencia al Comando Miranda y organismos
gubernamentales, ante la acelerada caída en picada que registra
en las encuestas el golpista-presidente-candidato, mientras
crece con empuje-decisión la ‘candidatura unitaria’.
Materialmente, se llega a la convicción de que
ahora es oportuno entonar aquella canción de alto contenido
político e ideológico que dice: ¡Uh, ah, ahora si es verdad, que
Chávez se va! Quienes proceden de esta manera no han logrado
precisar el carácter de este régimen y continúan
pensando
que aquí prevalece una democracia basada y fundamentada en el
voto y que por ello se promoverá y permitirá un juego electoral
limpio y transparente.
AUTORITARISMO Y ELECCIONES TRANSPARENTES
Sobre este tema, hemos debatido con muchos
actores en la Cátedra ‘Pío Tamayo’ y el Centro de Estudios de
Historia Actual del IIES / Faces / UCV. En el foro del lunes 09
/10, el jefe de campaña del señor Rosales decía que ‘a una mata
de mangos no se le puede pedir que dé peras y a un régimen
autoritario no se le puede pedir elecciones limpias y
transparentes’. Y, agregó: es con la lucha en la calle o con
eventos de ‘otra naturaleza’ como pueden lograrse las
condiciones que permitan esos comicios confiables.
Esto llevó la discusión a la consigna
‘ganar-cobrar’ y a varias interrogantes: ¿Cómo ganarle a una
maquinaria montada sobre la estrategia fraude-trampa? ¿Cómo y
con qué fuerzas cobrarle a una empresa afianzada en todos los
poderes, recursos y las instancias armadas? ¿Se olvidó, por
ejemplo, que el Comando Miranda tiene a su disposición la
brigada del mismo nombre, dispuesta para cualquier ‘ajuste de
cuentas’?
¿CÓMO COBRARLE AL MALANDRAJE POLÍTICO?
Y, ante estas interrogantes que dejan traslucir
la fuerza del malandraje gubernamental, la insinuación de
‘cobro’ y ‘eventos de otra naturaleza’ adquieren peso
considerable. ¿Hasta que punto son realidad? Y, si no hay una
clara explicación sobre el asunto, es necesario acudir a la
interpretación que permita la formulación de hipótesis. A la
‘lógica mango’ un participante señaló: si le voy a cobrar a un
deudor tramposo que se las sabe todas no puedo ir con manos y
cara limpia, a pedirle que me pague porque simplemente me va a
tirar de tres a cinco trompetillas. Si se lo pido de otra manera
y haciendo uso de algunos otros recursos, su respuesta podría
tener otro contenido. Esto es elemental.
¿UNA CANDIDATURA SIN APOYO MILITAR NI CIVILES
ARMADOS?
Ahora, al preguntarle al politólogo José Vicente
Carrasquero sobre la materia, no asoma ninguna concreción. Y, al
referir lo que por todas partes se comenta sobre la existencia
de un ‘Plan B’, sale a relucir la afirmación de Maria Corina
Machado quien en el mismo escenario, el 02/10, señaló que en la
‘candidatura de la unidad’ ni siquiera hay un ‘Plan A’. Si nos
atenemos a este testimonio no se puede pensar, por ejemplo, en
contingentes civiles armados ni en apoyo militar para dicha
candidatura. Y, cuesta admitir que pueda haber algún
ofrecimiento exterior que ‘ayude’ a enfrentar al ‘monstruo’.
LAS POSIBLES ARMAS DE ‘LAS OPOSICIONES’
De ningún modo se percibe que ‘las oposiciones’
puedan sacar al ‘régimen del engaño-falsedad’ por la vía
electoral. Pero tampoco se tiene idea de que pueda contar con
planes en los que la fuerza o posible asalto del mando-poder
ocupe lugar destacado. De aquí surge la incertidumbre que
obliga a considerar las posibilidades de esas ‘oposiciones’. En
principio se descarta lo de elecciones limpias, porque una mata
de robo nunca podrá dar el fruto de la honestidad y porque eso
significaría hacer gala de una ingenuidad fuera de toda escala.
Por ello, es obligado pensar que detrás de la
candidatura de ‘las oposiciones’ debe haber aunque sea
ofrecimientos para su debida o eventual defensa. Ahora, esto
debe verse con sumo cuidado. ¿Cuál es el plan? ¿Dónde se quiere
llegar? En el seno del ‘proceso’ se maneja muchas tesis, y una
de ellas señala que ‘las revoluciones necesitan sangre para
consolidarse’.
LAS OPOSICIONES Y LAS EMOCIONES-DESESPERACIÓN
No hay que perder de vista que la supuesta
fortaleza de esas ‘oposiciones’, reside en las emociones que
ponen a un lado lo político-ideológico-organizativo. El factor
miedo-temor produce una reacción de desesperación creciente. La
gente en esta posición está obligada a agarrarse de cualquier
posibilidad que pueda creer salvadora. El 04D-05 ese colectivo
marcó la pauta y ‘triunfó’ la abstención. Ahora, los políticos
de ‘las oposiciones’ convocan a ese colectivo a las urnas en el
entendido de que se puede ‘ganar y cobrar’.
Y la emoción acepta el ofrecimiento. A esto
contribuyen los medios de comunicación contrarios a la llamada
‘revolución’. ¿Se invita al colectivo a luchar con base a un
plan o para que sirva como simple entidad para la manipulación?
¿Se tiene en cuenta la necesidad de no caer en los territorios
que favorecen al “adversario”?
EL COLECTIVO Y LA POLARIZACIÓN
Los dos bloques de la ‘polarización’ están cada
vez más definidos y hasta pierden de vista que el tercer
componente, que no cree ni en uno ni otro, puede ser aún la
mayoría. El colectivo opositor en general está regido hoy por
el ‘pragmatismo’. Y ante el señalamiento de que ‘las mismas
oposiciones’ hayan vuelto por las mismas políticas de la
Coordinadora Democrática, se produce este tipo de respuesta
conformista: ‘Bueno, ¿y qué vamos a hacer’? ¡Esto es lo que
tenemos!
Frente a la maquinaria que se apoya en la tarifa
y la que se basa en la emoción, se encuentra la que no acepta ni
una ni otra fórmula. Un colectivo dispuesto a participar en una
política distinta en la cual sea verdadero agente histórico. No
para la inmovilización sino para trabajar en vías de
organizar las fuerzas para enfrentar las viejas políticas de la
llamada cuarta república que ha encontrado una total
continuación en la quinta y ‘revolucionaria’ república, ahora
hacia el ya fracasado socialismo del siglo XXI.
LA NUEVA ESTRATEGIA Y LA CONFUSIÓN-ENGAÑO
De acuerdo con este contexto, se impone analizar
el significado del anuncio oficialista de un supuesto cambio en
la campaña electoral para las elecciones del 03D-06. En
principio, hay que decir que la estrategia electoral
oficialista, montada sobre la base del fraude-trampa, no admite
cambios esenciales.
Eso significaría devolverse hacia los cauces
democráticos, restablecer las posibilidades de la convivencia,
el respeto a las otras posiciones, poner a un lado la decisión
de aplastar para seguir por el camino de imponer un régimen cada
vez más autoritario y represivo.
LA MAQUINARIA LISTA-TERROR-MIEDO
Si se admite que este es el fin último de este
‘proceso bolivariano y pacífico pero armado’, no se puede dar
espacio a la consideración de ninguna modificación que vaya más
allá de la forma. Sólo en ese campo, en la
publicidad-comunicación y en el discurso, es posible introducir
algunas ‘innovaciones’ como la que ahora se adelanta cuando se
decide poner el acento en el ‘amor’, una vez que ha quedado
claramente establecido-posesionado el concepto y la
realidad-maquinaria del odio.
En efecto, ya la ‘Marea Roja’ tiene un puesto
inamovible como entidad de fuerza-miedo-temor-represión. Ya cada
quien debe saber, tiene que saber, lo que le espera en caso de
no formar parte del ‘proceso’. Quien no es amigo está ubicado de
la otra acera y debe ser enlistado y combatido con todas las
armas que otorgan la ‘democracia’y la ‘revolución’ de firme
inspiración totalitario-fascista.
Y ante este cuadro, que apunta hacia una
estrategia ‘criminal-revolucionaria’, es tiempo de plantear la
necesidad de la realización de una política distinta a la
‘conciliación’, la negociación y el engaño, en la cual surja un
colectivo consciente y organizado que se aparte de la
manipulación-control de los politiqueros de la destrucción y el
pasado-atraso-perversión y se lance a construir su propio
destino.
INSISTIENDO
Para la Nueva CD luchar por condiciones es ganar
con votos y cobrar con algo que nadie conoce. El GP reta a quien
se atreva a intentar un golpe... En el ‘proceso’ hay quienes
quieren sangre.¿También en ‘las oposiciones’? ¿Vamos hacia una
confrontación desigual-suicida?