Ya
era hora de impedir el desafuero de la abstención. Algo que
ataca la democracia en su propia esencia debe ser eliminado de
raíz, porque sin votantes ella se auto-elimina y pierde su razón
de ser.
Por esto, hay que saludar la reciente decisión del CNE que,
actuando con la sabiduría, oportunidad y ponderación que le
caracteriza, prohibió que cualquier organización, grupo o
individualidad, promueva o llame a la abstención. Se salva así
un vacío legal de la Ley del Sufragio de la cuarta y de la
Constitución de la quinta. El CNE no puede permitir que cada
ciudadano haga lo que le dé la gana en relación al sufragio.
El voto hoy no es obligatorio. Pero, según el CNE, esa
discrecionalidad no puede convertirse en abstención como
posición ‘anti-política’. La persona puede dejar de sufragar
pero en forma silenciosa y clandestina, proclamando la grandeza
del voto.
Se crea así un clima-condiciones para garantizar larga vida a
nuestra democracia, bien alejado del peligro que significaría el
surgimiento de un frente pro abstención y anti-fraude electoral,
que tuviese pegada y sirviera para organizar un poco de gente y
ponerla a actuar en dirección opuesta al CNE y a los
beneficiarios de sus honorables políticas.
Esto es algo que no puede permitir quien defienda la democracia
y a lo que deben oponerse incluso los medios de comunicación
que, de manera desinteresada, tendrían que promover el voto para
que nuestros gobernantes sean el producto de la expresión de
todas las voluntades y no de componendas de abstencionistas
renuentes a cumplir la orden de clandestinidad.
Así, el organismo electoral, los partidos políticos, ONG y
medios estarían obligados a ver la abstención como un enemigo a
quien se deber cortar las patas para que no se produzcan eventos
como el del 04D-05. Entonces los partidos se retiraron y
llamaron a la abstención para unirse a la prédica común en la
ciudadanía. Después esos partidos, que no acompañaron esa línea
con un programa de luchas-calle contra el fraude, se quejan
porque la AN quedó en manos del oficialismo y tuvieron que salir
ahora el Dip. Carlos Escarrá y el PPT a solicitar la
relegitimación de la AN.
La medida de persecución a los abstencionistas es, en
definitiva, justa y oportuna. Ya partidos como AD, PV, ABP
aprobaron la abstención como su línea. Mucha gente se mueve hoy
en esa dirección. Por eso es que debe celebrarse el instrumento
dispuesto por el CNE para aplastar el fenómeno, aún actuando de
espaldas a la constitución y la ley electoral, pero teniendo en
cuenta sus altos criterios, cuyo patriotismo, hidalguía,
suficiencia y aporte a la democracia nadie podrá dudar. La
historia reconocerá como una de sus mayores contribuciones, esta
inteligente guerra a muerte al abstencionismo, convertido hoy en
uno de los principales enemigos de la legitimidad del gobierno,
causa de divisiones en la oposición y mancha de la democracia.
Por ello, el CNE no debe escatimar esfuerzos para que los
comicios del 03D-06, en los que se hará la reelección vía
smarmatic-fraude, no se vean empañados por los bajos índices de
votantes. Sería simplemente humillante que se repitieran los
numeritos del 4D-05 y al GP se le quedaran fríos los 10 millones
en el buche de la abstención.
abm333@gmail.com
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