La
preocupación a nivel del alto gobierno USA debe ser muy alta.
Primero se le amenazó con una guerra asimétrica para destruir su
imperio unipolar e imponer la multipolaridad. Y ahora se le
advierte: extradite a Posada Carriles o se quedará sin
relaciones diplomáticas con este ex-país. Esta vez el gran
presidente (GP) no repitió la fórmula de cero petróleo,
anunciada en caso de invasión. Por tanto, no está en juego
nuestra condición de ‘suministrador confiable’. Este Proyecto de
Destrucción (PD) no está en capacidad de romper con el mercado
del Norte. Los altos ingresos-petróleo son hoy la base del
“populismo a lo revolucionario”. Una amenaza entonces que no va
más allá de la necesaria distracción de cada semana.
En este
sentido, el debate sobre Posada-Relaciones USA nos aparta de
la cuestión central: determinar hacia dónde nos llevan y
establecer políticas con potencialidad para enfrentar los
monstruosos planes que ya están en marcha y que tienen en el
llamado socialismo a la cubana (léase a lo Stalin-Castro) su
mayor concreción. Una manera de enfrentar la propia constitución
con relación a ‘lo protagónico y participativo’.
El enemigo a
vencer para que avance el PD, es la aspiración-sueño de
democracia y libertad. Una bandera que debe ser detenida a punta
de represión por quien tiene en sus manos los poderes para
ejercer la autocracia y la práctica dictatorial totalitaria.
Todo recubierto ahora con el manto de un socialismo que sería la
máxima expresión de la democracia que nunca hemos tenido.
Porque el GP ni
siquiera habla del “capitalismo socialista” europeo. Su proyecto
quiere destruir lo existente para levantar un paraíso socialista
a imagen y semejanza del cubano, y en el cual estarían
inscritas muchas raíces. Porque además de Bolívar, Zamora y
Rodríguez, también Sucre, Ribas, Castro, Maisanta y muchos otros
son socialistas y nunca lo supieron.
Nadie duda que
a esta hora, el PD atraviesa por una seria crisis interna que
se traduce en todo tipo de enfrentamientos, corrupción y
creación de poderes-grupos paralelos. Debe además enfrentar los
curiosos “enemigos externos” como USA, capaces de montar el
affaire Posada Carriles y la supuesta violación del
territorio que parece responder más bien a un guión bolivariano.
Un contrario a quien se le han otorgado beneficios petro-gas
sin precedentes. Y al lado de la carga enemiga está el apoyo
irrestricto de la oposición, que no se levanta de su
despedazamiento, con los cuarteles, misiones y demás tarifados
dispuestos a lanzarse a una tal construcción del ‘nuevo
socialismo’ del atraso y el mayor padecimiento.
Entonces ¿qué hacer? pregunta una lectora. La respuesta, más
allá de toda magia o espíritu mesiánico hay que parirla entre
todos. Si no es así, estaremos ante la misma práctica
autori-caudillista de siempre. Son muchos los retos que tiene
planteado el colectivo social. O se levanta la conciencia, la
voz y la acción o el PD seguirá su marcha triunfal hacia el
2013. Ya no es la habilitante sino la ley de impuestos a los
bienes, la represión a toda disidencia, el espacio para el
miedo-temor. Estamos obligados colectivamente a generar una
política para enfrentar esta situación. Sobre esto volveremos.
Porque no es tiempo de y para la complicidad.
abm333@gmail.com
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