¿Por qué La
Marqueseña se convierte en especie de campanada-alerta sobre el
futuro de la propiedad privada en la recién nacida Venecuba?
Desde que comenzó el proceso de invasiones se pensó que se
trataba de situaciones coyunturales superables por vía legal o
acuerdos, y no de expropiaciones. Pero en la acción sobre esta
finca se expresa claramente el fin politiquero y las ansias de
poder de este régimen y sus líderes.
Al intervenir en La Marqueseña
se da inicio a las expropiaciones socialistas, tal y como lo
establece el código-legislación venecubano. Se pone a un lado
toda formalidad histórica o legal. En adelante se aplicará la
violencia más abierta y descarada, en nombre de un "pueblo" al
que se dice beneficiar. Y nada más indicado que comenzar esta
gran acción bolivariana en tierras con gran "abolengo heroicista".
Allí acampó Zamora, según el cuento que su abuela Rosa Inés le
sirviera al GP en la infancia. Pero éstas a la vez fueron
tierras de su bisabuelo Pedro Pérez Delgado, alias Maisanta.
Peón nacido en Ospino en 1880 y devenido en guerrero en el
escenario de la Venezuela del alzamiento permanente.
I
La montonera. Primero formó
parte de la montonera de Castro y cuando éste cae se pasa a la
de Gómez. Allí frecuenta hasta que se le ocurre participar en
una acción contra el régimen que al final terminará por
reducirlo al Castillo de Puerto Cabello, donde no se cansó de
pedirle clemenciaperdón al dictador para que le concediera la
libertad. Su terrible drama culmina en un infarto en 1924.
En tiempos de Castro, quien lo
nombra jefe civil y militar de Sabaneta, se hace propietario de
La Marqueseña, según el testimonio que nos sirve su bisnieto el
27 de abril de 1995 (Habla el Comandante. Caracas, 1998, pp.
47-50). Gómez lo despoja de su propiedad y la pasa al Estado. El
hoy GP considera llegado el momento de hacerle justicia a su
antepasado y reconquistar estas tierras para el "pueblo", para
la causa familiar y la socialista que, en definitiva, son una
misma cosa. De modo que la finca que fue del "cuatrero
revolucionario" comienza la transformación socialista del agro
venecubano. Según anuncio extraoficial, hoy se hará en el sitio
la declaración del inicio del Socialismo Maisantero.
¿Significa eso que vamos rumbo
al despojo de toda propiedad para que sea el tal Socialismo de
Estado, salvador y todopoderoso, quien administre y ejecute lo
que le dé la gana? Ya se anunció que se pasará también a la
transformación urbana. ¿Dejarán a cada quien con su vivienda
principal y despojarán e "indemnizarán" a quien tenga más de una
propiedad en las ciudades? ¿Se resolverá así el problema de la
vivienda? ¿Se apoderarán también de los ahorros y hasta de la
posibilidad de movilización? En el primer caso se afecta
supuestamente a los latifundistas y "oligarcas". En la ciudad se
perseguirá a la clase media, que no se ha caracterizado por
tener una conciencia crítica, pero a la cual los duros golpes la
han obligado a tomar el rumbo de la madurez. A esta clase le ha
tocado sortear una difícil problemática entre la pobreza y la
riqueza, cuyo enfrentamiento está en la base del acontecer que
ha destrozado este ex país. Mientras, los gobernantes,
burócratas y dueños del país, lejos de acortar brechas, las
profundizan y agravan.
Aquí no hay un Estado dispuesto
en la práctica a derrotar la pobreza para que las mayorías
tengan acceso al trabajo, servicios, salud, vivienda, educación.
Más allá del discurso lo que prevalece es un simple cambio de
dueños. Y los necesitados del medio rural o urbano, lejos de
avanzar, están cada vez más pobres y desvalidos. Entonces, ¿cuál
es la revolución y cuál la redistribución de la riqueza? ¿Es ése
el comunismo Venecuba hacia el que vamos?
En estas dos "revoluciones"
ahora fusionadas bajo la invocación de Maisanta, hay una élite
de privilegiados que son los dueños de todo y una mayoría que no
tiene ni siquiera posibilidad de pensar por sí misma. Y si bien
no se trata de convalidar los invasores que desde 1492 acumulan
tierras y privilegios, hay que preguntarse si el problema aquí
hoy es la propiedad privada de la tierra o la forma como se ha
manejado. ¿Está la solución en el Estado propietario y
administrador de todas las tierras? ¿Cuál es el proyecto de
transformación del agro? ¿Son los fundos zamoranos o endógenos
el punto de partida para la transformación de nuestra realidad
agraria? Porque el "socialismo irreal" demostró que el Estado
propietario puso esa condición al servicio de la manipulación y
represión de un colectivo que se sacrificó con la ilusión de
crear una nueva sociedad.
Aquí a lo largo de casi siete
años de "destrucción", la corrupción-enriquecimiento ocupa la
casi totalidad de las estructuras del poder. Son los principales
acumuladores y traficantes. Sus cuentas sobrepasan cualquier
estimación. Es gente unida a la compra de bienes inmuebles y a
comisiones, prebendas, extorsiones, abuso en el ejercicio del
poder, impunidad, ya presentes en los gobiernos anteriores pero
que, lejos de desaparecer, se han potenciado en este tiempo de
miserias. Un estado de corrupción sobre el cual se habla pero no
se enfrenta porque es un arma con capacidad suprema para
devolverse y liquidar hasta el propio gobierno, donde hoy
ejercen su poder los nuevos propietarios del robo mayor.
II
La propiedad privada en el
nuevo socialismo. El llamado "viejo socialismo" no acabó con la
propiedad privada. Intentó poner en práctica la tesis de Marx
según la cual la propiedad social sobre los medios de producción
permite avanzar hacia la extinción del Estado. ¿Pero dónde se
creó un modo de producción distinto al capitalista? Por mucho
tiempo se creyó que había surgido una nueva forma de propiedad y
producción. Y se pone el caso de la Comuna china como ejemplo de
desarrollo de la revolución socialista. En 1975 visitamos una
unidad agrícola de ese tipo. Pero cuando preguntamos por su
conexión con el mercado, se nos dijo que la entidad estaba
constituida por propietarios que actuaban de manera autónoma e
independiente y que al llegar el momento de la cosecha
negociaban con el Estado.
¿Y quiénes formaban ese Estado?
¿Es verdad, como reza la teoría leninista en El Estado y la
Revolución, que estaba constituido por un proletariado en
funciones de poder? En ningún caso se ha creado una nueva
sociedad y un nuevo modo de producción. La clase obrera, como
hoy los "excluidos", son tomados como instrumentos para
consolidar en el poder a nuevas minorías propietarias, que se
autoproclaman opuestas al capitalismo. Pero en la práctica, ¿a
qué se oponían? ¿Se creó acaso una estructura administrativa
guiada y dirigida por el colectivo? En general, se estableció su
"representación".
Y a ese efecto, la élite
capitalista se sustituyó por la socialista. Un nuevo discurso
con sus correspondientes lineamientos y procedimientos. Una
nueva legislación para una supuesta reorganización de la
sociedad, la producción y el propio Estado. En sentido estricto
se establece una estructura que apunta hacia una nueva forma de
dominación. La banda opresora del capitalismo es cambiada por la
"socialista". Hasta la fecha ésta ha sido la dirección de "los
procesos de cambio". ¿Se ha construido un "mundo mejor" en
alguna parte de nuestro planeta?
En ese marco, ¿qué propone
entonces el neosocialismo, socialismo del siglo XXI,
poscapitalismo o presocialismo, como lo denominó el GP en
Guayana, el 20-09? ¿Qué significa ir construyendo espacios
poscapitalistas "que se conviertan en el futuro en espacios
socialistas"? Refiere el GP un socialismo para Venezuela, no
impuesto por nadie, sin exclusión de medios y de los ricos de la
población. ¿De qué estamos hablando? ¿Acaso un Estado regido por
los intereses y puntos de vista y deseos de los
explotados-excluidos? Ese es el discurso. ¿Pero en verdad apunta
en esa dirección la política-acción del proceso
revolucionario-bolivariano? ¿Cuáles son los intereses que
prevalecen en el actual Estado venezolano?
III
La imposición del fracasado
modelo cubano. La República Socialista de Venecuba (RSV) se rige
hoy por una dinámica propia que crea e impone leyes específicas.
El proceso de cambios aquí sigue lógica y servilmente lo que ya
es su modelo. Y para corregir errores del pasado está
planificada y en pleno cumplimiento la connivencia con el
imperio, al que no le falta ni faltará un solo barril pues del
caudal de dólares dependen ahora estas "revoluciones". El cuerpo
de "leyes revolucionarias" ya aprobadas:
Fuerzas Armadas, Código Penal, Resorte, BCV, Ilícitos
Cambiarios y las que vendrán como la de Educación, Propiedad,
Custodia del Niño, Niña y Adolescente, Salud, le permitirán
profundizar los cambios a favor del "nuevo Estado" y garantizar
su supervivencia. Un régimen que proclama la
acción-poder-gobierno del colectivo pero que finalmente se
transa por su representación. Esto conforma la existencia de un
autoritarismo con firme inspiración totalitaria y fascista, cuya
dirección corresponde a un jefe único o salvador de salvadores.
Por ello, cada vez habrá mayor
participación-control del Estado venecubano en todas las áreas
de la vida política, social, económica, religiosa, publicitaria.
Los controles que coordina el G2 cubano estarán dirigidos a
formar estructuras que garanticen la tranquilidad del colectivo.
Se le limita en su acción a partir de la compra de su
voluntad-conciencia y esto se complementa con el control
comunicacional, institucional, educacional. Se crean trabas en
las posibilidades de movilización de la sociedad y se
instrumentan medidas para atemorizar a quienes no sean afectos
al régimen. Así se llegó a dividir al electorado entre firmantes
o despreciables escuálidos y los buenos o "revolucionarios". El
propósito fundamental es controlar la clase media, sobre la cual
recae el peso fundamental de las protestas del año 2002 y las
luchas entregadas por la "politiquería blindada" que tiene una
terrible culminación el 15 Ago.04, cuando se inicia el salto
venecubano que nos hunde cada vez más.
Un proyecto que pretende
imponer una economía endógena, solidaria o social, en la cual no
predomine la ley de la ganancia sino una ayuda humanitaria,
respaldada por créditos que se deben entender más bien como
tarifas para la creación de una gran estructura de apoyo al
mantenimiento del proyecto de destrucción que hoy "avanza a paso
de vencedores" para liquidar cada vez con mayor fuerza, empuje y
decisión lo que ya es un ex país.
Por esto hemos sostenido que
estamos frente a una batalla entre dos pasados, con idénticos
propósitos, apuntando a la consecución o conservación de
espacios, en medio de lo cual el colectivo es arreado,
manipulado para que sirva de sostén y fundamento del nuevo-viejo
poder.
En ese marco se producen
medidas como las de La Marqueseña y habrá quien opine que se
trata de expropiar a un expropiador, de tocar los intereses de
quienes siempre los han esgrimido a su propio favor. ¿Pero
realmente se trata de un acto de justicia social, que redundará
en beneficio de ese hombre del campo históricamente expoliado?
¿O se trata de crear un nuevo Estado latifundista a semejanza
del de Gómez? Aquel se entregó al imperio yanqui, y éste
pretende negociar su futuro en el diabólico juego de la guerra,
declarando el fin de los imperialismos, mientras coquetea con
él, para mantenerse en el poder con base en el barril cada vez
más alto.
IV
Y que hacer ante el socialismo
maisantero. Y ante este terrible cuadro, ¿qué hacer? Esto debe
resolverse colectivamente, porque de lo contrario
profundizaremos la misma derrota-destrucción ahora llamada
revolución. Indispensable avanzar en el trabajo consciente, en
el estudiocomprensión del monstruo de doble cabeza que asedia al
colectivo para establecer la política-acción para enfrentarlos.
Porque el objetivo de la gran mayoría tiene que ser la
refundación de Venezuela sobre las bases establecidas por ese
colectivo, no en el viciado, corrupto, manipulador y tramposo
pasquín electoral maisantista, ni en el enfrentamiento violento
que conduzca a nuevas masacres, sino en nuevas y creadoras
formas de acción que impliquen altos compromisos y mucho
sacrificio para hacerlos realidad. Sólo así podrá enfrentarse un
régimen dispuesto y armado para ejercer todo tipo de
supeditación, control.
¿Seremos capaces de crear
mecanismos colectivos de lucha dirigidos hacia la construcción
de un futuro sin privilegiados disfrazados de víctimas para
controlar y reprimir las mayorías? ¿Tendremos capacidad y fuerza
para crear políticas más allá del electoralismo tramposo y la
violencia masacradora? La pelea es dura y difícil. O se emprende
o quedaremos inscritos en el registro de la complicidad de tan
larga y "productiva" historia en este ex país.