La
torta puesta en la pagina 118 del libro titulado “15-08-2004:
una experiencia democrática”, con el cual el presidente
del CNE celebró el primer aniversario de la mayor hazaña de la
historia electoral de este ex-país, puede llevar a muchos a
incurrir, una vez mas, en el mal de la ingenuidad. El debate no
puede dirigirse simplemente a determinar si hubo o no descuido o
error o si el funcionario asume o no su responsabilidad.
Tal y como se
plantean las cosas no es aventurado pensar que estamos ante una
de las tantas trampas a que esta acostumbrado este régimen, que
ya ha hecho de la rotación de escándalos una norma permanente.
Ahora nuestro “debate político” por un buen tiempo estará
circunscrito a la torta-118. Y junto a ella se armaran otras de
igual o mayor dimensión como la expuesta en el comunicado del
CNE que pretende explicar lo sucedido con el libro del festín:
...“dada la gran cantidad de errores, omisiones,
tergiversaciones y mentiras, el CNE manifiesta su disposición de
recurrir a las instancias correspondientes a fin de indagar
sobre el origen de tales fallas, en razón de determinar la
intencionalidad que dio como resultado esta publicación.”
El
libro esta lleno de falsedades cuya intención no esta claramente
determinada. Por ello ...“el poder electoral le niega veracidad,
seriedad y rigor histórico al material expuesto y se reserva las
acciones a las que haya lugar.” Esto obliga a pensar que el
presidente del CNE le encargo a una compañía que le escribiera
la historia del 15A-04 de la cual el es actor principal y esta
dejo a un lado la seriedad y el rigor. Y es por ello que el
comunicado-torta señala: “Nos disculpamos sinceramente por
haber presentado al pais una muestra de tan lamentables
paginas.” (UN, 20/08/05, p.15) ¿Y como no pensar que esas
paginas recogen lo que es una historia que tiene como centro el
fraude-trampa-perversión? ¿Que otra historia puede generarse en
ese CNE?
Pero la
lamentable torta todavía se extiende: ‘Redactores del libro
asumen su barranco’. En efecto, en declaración publica,
Redactores 158, la empresa que se encargo de la producción y
redacción del libro (también conocida como Comunitron), señala:
“Es desde luego, absoluta responsabilidad nuestra que en algún
momento de la producción del libro se haya cometido tan
lamentable error. Trabajamos en este momento para determinar si
se trato de un saboteo (sic) de parte de alguien del equipo de
corrección o diseño, o de un error involuntario.” (Ibid., p.14).
No hay correspondencia entre las lamentables paginas y el error
en que dice haber incurrido la empresa.
Pero lo que
parece estar completamente establecido es la existencia de un
CNE que hace con esta ciudadanía lo que le da y como le da la
gana. Según Sobella Mejías, el presidente del CNE habría dicho
que reconocía su error, que el no reviso, que se mando a recoger
los libros y ya esta (UR, 19/08/05). Según el basta con apelar
al viejo borrón y ‘ya esta’.
Para nada se
hace un examen del contenido de la gráfica-torta de la página
118 donde aparecen los resultados del Referendo Revocatorio
Presidencial: 59,25% para el ‘Si’ y 40,75% para el ‘No’. Según
Alfonso Marquina el error consistió simplemente en que Rodríguez
mandó a la imprenta los resultados verdaderos y no los alterados
que le quitan el triunfo al pueblo venezolano (Idem).
Cualquiera sea
la intención-programa de este libro, lo cierto es que viene a
estrujarle en la cara a los políticos venezolanos, no solo que
aquí hubo un fraude sino que el mismo contó y cuenta con el
apoyo visto bueno de una gran parte de las organizaciones
políticas que, o llegaron al plano de la negociación o
simplemente dejaron hacer para poner a prueba su ‘alta
capacidad de pelea’ en defensa de los derechos de los
venezolanos que seguían su guía-orientación.
Todavía están
en la mente del colectivo de este ex país las palabras del
secretario general del partido de Marquina, vocero accidental de
la CD debido a la imposibilidad de Enrique Mendoza para
dirigirse a la audiencia, la madrugada del 16A-04 pidiendo 24
horas para presentar las pruebas del fraude. Esto se le olvido a
el y a la casi totalidad de las toldas políticas. Pero el CNE
tiene ahora la sabia y oportuna actuación, mediante la cual se
burla una vez mas de esa oposición, de enrostrándole sus
debilidades que en criollo pudiera traducirse por cobardía. Esto
nos coloca en el plano que tantas veces hemos señalado: el
oficialismo maneja este ex país como le da la gana y en la
seguridad que no hay quien le enfrente.
La cuestión
electoral es hoy aquí una instancia de alta violencia. Y si es
el CNE es capaz de hacer fraude y luego recrearlo para burlarse
del adversario, a quien de paso desafía porque sabe que carece
de fuerza para toda empresa de enfrentamiento, es porque tiene
la disposición mas que tomada de hacer con lo electoral todas
las maniobras que requiera “la revolución” para mantener en
alto su acción redentora.
Cada día esta
mas claro que este ex país está muy lejos de una salida
electoral. ¿Quien dijo entonces que el colectivo debe prepararse
para las próximas elecciones de la maquinaria del fraude que
dirige tan acertadamente el CNE? A la cómica de la torta-fraude
le quedan aun muchos capítulos.
abm333@gmail.com