Un
joven amigo arrastrado a la política por militantes de la vieja,
gastada y agotada escuela nos pide opinión sobre el proyecto de
restablecimiento de la unidad que proponen sectores de lo que
fue la Coordinadora Democrática (CD). Según su predica esta es
la única posibilidad real de derrocar ‘la dictadura
constitucional que preside el golpista-presidente (GP). Y como
argumento inicial y para zanjar algún reparo señala: ahora será
distinto a lo actuado hasta el 15Ag.-05. Todos los partidos,
grupos y personalidades están contestes en que en el pasado
reciente se cometieron errores, que una vez mas hubo sectarismo,
prepotencia e insinceridad entre los componentes y que
corresponde ahora actuar en la dirección correcta.
¿UNIDAD PARA
HEGEMONIAS?
¿Pero será esto
posible? La práctica de la unidad siempre se ha establecido como
una lucha por el predominio-hegemonía de una parte sobre las
demás. La propia CD ha sido un centro de y para la implosión y
ha hecho de la autodestrucción su principal y más acabado
objetivo. Concebirla de otra manera o pensar que hoy puede ser
diferente choca contra la más elemental lógica. No es verdad que
el fracaso enseñó o alecciono a la CD y que ahora esta dispuesta
a demostrar su aprendizaje. Estamos ante una política
tradicional, que no parece comprender lo que significa la
liquidación histórica, ni advertir lo que hoy ocurre en este
ex-país.
NADIE CREE
EN NADIE
Desde el 27F-89
aquí nadie cree en nadie. No hay instituciones en pie. El papel
de los partidos quedo relegado al pasado. Bastante le costó al
colectivo vuelto sociedad civil adelantar su lucha al lado de
organizaciones como AD y Copei. Sin embargo, en nombre de la
unidad, lo admitió. Y no debió pasar mucho tiempo para que estas
pasaran a hacer lo que es centro y fundamento de su oficio:
dirigir, mandar. No se ha establecido aún su
papel-responsabilidad en el acontecer de los anos 01 al 04.
¿SEGUIRA LA
CD JUGANDO AL GOBIERNO?
En muchas
oportunidades sostuvimos que esta oposición convertida en CD era
el principal soporte del llamado ‘gobierno revolucionario’ que
dirigía el GP. Y cada uno de sus actos parecen estar encaminados
a cumplir con esta misión. Una ‘direccion’ plegada al juego de
la emoción, la superficialidad y el inmediatismo. Ni siquiera se
detuvo a establecer la naturaleza-carácter de este ‘proceso’ y
llegó a la infundada conclusión de que podría derrotarlo por las
vías democráticas, dado que ese era su origen. En ningún caso
advirtió que estaba ante un régimen que juega a la democracia
pero que nada tiene que ver con esta practica.
BLINDADO EL
FRAUDE, NO EL VOTO
Bajo esta
creencia se decretó el paro general indefinido que conduce a la
masacre del 11A-02, al paro de Dic.-02 a E-03, a los firmazos,
reafirmados y reparaciones y al RRP del 15Ag.-04. En cada
oportunidad estaba montado y avisado el fraude. Pero la entidad
opositora pensaba que podía detenerla y hasta vencerla. El
colofón de las maniobras ‘revolucionaria’ fue la batalla de
Santa Inés que de inmediato denunciamos como la trampa de Santa
Inés, y no hubo nada diferente. El 15Ag.-04 es el escenario de
una trampa anunciada y vuelta a anunciar y a la cual se
respondía desde la CD que no se podía concretar “porque de
este lado estamos blindados”.
Hay personajes
de esta política que difícilmente podrán olvidarse por su
grosera prepotencia: los ciudadanos pueden ir a votar tranquilos
en la seguridad de que su voto será respetado porque
sencillamente está blindado. En el establecimiento de este
mecanismo jugó papel destacado Súmate, el PNUD y el Centro
Carter. Todos llamaron a votar confiados en la democracia. Y
cuando se consumó la trampa, materialmente todos, en forma
activa o pasiva, llamaron a reconocer el triunfo del GP.
VOTO SIN
DEFENSA
El amanecer del
16Ag.04 no podrá ser olvidado por ninguna de las personas que
creyeron en el mensaje de la CD. Se concluyó que el GP no tenía
otra posibilidad que irse. Y un analista afirmaba que la única
salida residía en el nombramiento de una comisión de enlace que
de manera pacífica fuera trasladando las responsabilidades de
gobierno para evitar de este modo mayores traumas. El ‘uu, ah,
el GP si se va’ rondaba por todas partes y el inmenso impacto
ante la alocución de la CD ese amanecer.
Su principal
vocero no tenía voz para informar lo que ocurría. Y por ello se
designa como tal al secretario general de AD quien dijo que
estábamos en presencia de un fraude y que pedía 24 horas para
presentar las pruebas. Eso nunca ocurrió. Aún no han sido
presentadas ni se presentaran. No hubo un llamado para que la
gente saliera a la calle a defender su voto. Ni siquiera lo
hicieron los radicales ahora metidos a demócratas.
LA DEFENSA
DE LOS ESPACIOS
Y los mismos
negociadores de votos y posiciones del 16Ag.-04 salen a levantar
la tesis de defensa de los espacios: si no asistimos a las
elecciones, se los dejaremos todos a la “revolución”. Una CD
dispuesta a morir frente a unas urnas electorales que sabe de
antemano amañadas. Para ellos la política se limita a votar o
disparar. No hay mas nada que explorar o inventar. ¿A quien se
le ocurre pensar en otras políticas, posibilidades o salidas? O
la fuerza o la paz. Y como no hay condiciones para lo primero
hay que alimentar la salida del voto por encima de la
trampa-fraude.
NO BASTA
DESLEGITIMAR
Por ello
señalamos que las elecciones del 07Ag.05 tenían un resultado
previamente emitido. Allí era importante el número de votantes
para dejar establecido que esta “revolución” ni siquiera tiene
dominio sobre su gente. Pero a la vez queda claro que esa tal
‘deslegitimacion’ nada significa cuando no hay nadie dispuesto a
pasar factura o a sacarle provecho político a las debilidades
del adversario.
¿NUEVAS
NEGOCIACIONES?
Y esto ocurre
simplemente porque no hay oposición, ni una política distinta a
la gubernamental. La única oposición con que cuenta este
gobierno está en su propio seno, en el enfrentamiento
intergrupal, en la lucha caudillesca que alimenta cada vez una
mayor implosión. Por todo esto debemos decirle a nuestro joven
amigo, arrastrado por la política del pasado y la derrota, que
el planteamiento de una neounidad que tenga su centro a la CD,
es la misma que hoy se lanza a construir el neosocialismo bajo
el esquema de la neomatanza, pero con la diferencia de que estos
últimos aseguran sus triunfos, no en sus propias fuerzas, sino
en los servicios prestados por la CD a la “revolución
neosocialista”, ante su incapacidad para levantar banderas y
políticas propias y su perversa habilidad para hacer de la
politiquería un negocio rentable hasta para los “cadáveres
insepultos”.
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