La imposición política
por lo general está unida a un proyecto criminal. La
fuerza-coacción siempre responde a objetivos específicos.
Cualquier invasión significa la aplicación de procedimientos
destructivos. Es la acción de tomar y aniquilar. De esto está
llena la historia de lo que aún se considera humanidad y que ha
tenido en el saqueo-asalto-sometimiento una de sus armas de
mayor contenido y proyección. Por ello coexisten legiones de
asesinos en cada una de las entidades que se califican como
países-naciones, convertidos en espacios-organizaciones para el
resguardo de determinados intereses, con sello clasista.
LOS FABRICANTES DE
MUERTES
Y en cada uno de
ellos se reproduce una determinada sociedad con un pensamiento,
un comportamiento, un hacer adecuado al lineamiento-modelo de
la imposición. Por ello a lo largo del tiempo ha quedado
demostrado que las sociedades de clases, intereses y
polarizaciones necesitan del asesinato para lograr su
nivelación-equilibrio.
En cualquiera de
los estadios del capitalismo está el crimen como actor central,
desde el ‘ajusticiamiento’ callejero hasta los fusilamientos o
sillas eléctricas ‘amparadas en la justicia’. El mal llamado
socialismo le dio continuidad a la monstruosidad, ahora en
nombre de la libertad y la justicia. A la larga el mismo crimen.
La misma legión de fabricantes de muerte.
UN TIEMPO DE
ASESINOS
Y es así como se
lleva al colectivo de una a otra experiencia para que sirva a
los fines de los dueños del mundo y su sociedad. Una vez la
confrontación fue púnica, cruzada, independentista, mundial,
coreana o vietnamita y hoy es el enfrentamiento de una sociedad
contra sí misma porque la globalización nos permite a todos
disfrutar de la muerte mientras la vida sigue aferrada a la idea
y propósito de la acumulación.
Y hoy más que
nunca es urgente que prosigan los escenarios del temor, el
miedo, la amenaza. Un terror que se confunda con el asesinato,
que lo anuncie y corrobore. Vivimos, para decirlo con Henry
Miller, un tiempo de asesinos y en una sociedad reproductora de
asesinos y asesinatos. ¿Y qué rincón de los tantos que registra
este planeta puede estar libre de condiciones para el crimen?
¿CONDICION HUMANA?
Mientras
permanezcamos y “vivamos” en un ambiente en el cual prevalece la
muerte-destrucción y donde no está siquiera insinuada la
posibilidad de poner a un lado la desigualdad, la destrucción
será dueña de espacios y situaciones. Porque nadie puede
adelantar otros tiempos, otros contenidos y otra
condición-proyección mientras lo que hoy conocemos como hombre
no extienda su naturaleza más allá de su denominación de
‘humano’ para convertirse en un ser en verdad apegado a una
condición que no sepa de superioridad económica, social, bélica,
religiosa, racial.
Cuestionar hoy la
tan conocida como ignorada condición humana es tarea
indispensable. ¿Cómo explicar que la inteligencia actúe en
dirección a la destrucción, la descomposición, el asesinato? ¿De
qué sirve una condición “superior” al servicio de la
muerte-destrucción? ¿Inevitable entonces que sigamos por este
camino? ¿Tendremos que admitir finalmente que el hombre nació
para el crimen, para matarse entre si y hasta a sí mismo?
¿PATRIÓTICO
ASESINATO?
Era cerca de la
media noche cuando la policía acudió presurosa al lugar en el
cual culminaría su labor ‘patriótica’. El grupo compuesto por
seis jóvenes huyó de quienes recubiertos con pasa montañas
supuestamente dieron voz de alto. Pensaron que eran asaltantes.
Y no estaban errados, salvo que en este caso se trataba de
delincuentes que cuentan con el apoyo de las instituciones y las
leyes. Se detuvieron cerca de la casa de la compañera a quien
dieron la ‘cola’ que al igual que las otras dos muchachas, tenía
heridas. A uno de los jóvenes le dispararon con arma larga y le
metieron el tiro en un ojo. A los otros dos les inmovilizaron
las manos, los golpearon, los pusieron boca abajo y les
dispararon a quema ropa.
¿MASACRE ORDENADA
Ó POR LA LIBRE?
De nada valió el
pedido de clemencia ni el alegato de ser estudiantes. La muerte
estaba decidida. Los guardianes del orden social, los luchadores
contra la delincuencia preferían aplicar las reglas vigentes:
practicar el asesinato contra cualquier `sujeto’. Algo
absolutamente discrecional. No hay nadie a quien preguntar. Ya
la orden está servida y apenas se trata de cumplirla. Para estos
cuerpos de “seguridad” lo importante no es apresar sino
liquidar, extinguir, acabar el mal de raíz. Para eso se es
policía del poder, del régimen cívico-caudillesco-militar y
policial-torturador y criminal. ¿O habrá que admitir la
presencia de simples y espontáneos delincuentes -asesinos que
actúan ‘por la libre’? ¿Quién está a salvo de esta ‘jauría’?
Inevitable el recuerdo: ¿Y por fin, quién mató a Anderson, a
Antonio López Castillo, a Juan Carlos Sánchez? ¿Tendrán algo que
ver en estos casos las policías en estado de “depuración” por
la vía de las millonarias y masivas jubilaciones? (EM, 08/
07/05, p.10).
ESCENARIOS DE LA
SIMULACION
Según testimonio
del ministro Chacón (Cadena, 31/06/05) después de la Masacre
Kennedy se procedió a la construcción de un escenario simulado
en el cual se habría producido un enfrentamiento. Según el
director (¡ratificado!) del Cicpc esta es una práctica enraizada
en nuestras policías: ...“Es decir, una vez cometido el exceso
se monta un escenario para, de un ajusticiamiento, convertirlo
en un enfrentamiento entre funcionarios y unos supuestos
delincuentes, que jamás existieron.” (Idem.) También el GP acaba
de descubrir y denunció la simulación el 03/07/05). Pero en este
caso algo les falló. Hubo vecinos que manifestaron su
disposición a declarar como testigos. Algo poco usual, porque la
gente atemorizada no se muestra dispuesta a implicarse en estos
casos por el peligro que comportan. Además se trata de seis
estudiantes universitarios, es decir, con dolientes para el
reclamo.
Eso hizo posible
que `las autoridades competentes’ desde un primer momento
califiquen lo ocurrido como un crimen-masacre. La veintena del
DIM andaba tras la cacería de un ‘sujeto’ que había agredido a
un miembro del cuerpo, cinco Cicpc y un metropolitano los
apoyan. Estaban dispuestos a matar y los muchachos se
convirtieron en el objetivo de esta monstruosidad sin límites.
¿Pero que se
persigue con este nivel de terror sin precedentes? Se siembra de
este modo el mayor escenario de temor y la imposibilidad de
crear el más mínimo resquicio de democracia. ¿Y quién puede
mantener a estas alturas que vivimos en un Estado de Derecho?
LA MASACRE APENAS
COMIENZA
A estas horas el
ministro del interior, la fiscalía, demás autoridades y el GP
condenan estos asesinatos. Afirman, como siempre, que son
acciones aisladas y de ningún modo conductas propias del
presente régimen. El mismo discurso de todas las repúblicas,
para confundir y distraer a la gente. Lo escuchamos, por
ejemplo, cuando los casos de Alberto Lovera y Jorge Rodríguez.
Pero la masacre no se ha detenido. Nos hallamos, una vez más,
ante la clara expresión de un Estado asaltante, delincuente,
criminal, que tiene en el asesinato su primera palanca de
control social. Una constante en nuestras dictaduras o
“democracias”, en ‘defensa del régimen respectivo’. El
neosocialismo no podía ser una excepción.
LA REVOLUCIÓN DEL
MISMO CRIMEN
Por eso afirmamos
que el ‘nuevo socialismo’, cuyo nacimiento ha decretado el GP,
trae inserto en su partida de aparición el sello del asesinato.
Nadie puede extrañarse del imperio de la muerte en el
capitalismo o en el llamado socialismo. Y menos en el caso de
este expaís donde la masacre se ha vuelto cotidiana. Y es tal el
fenómeno que en ningún momento ha llevado a la condena rotunda y
terminante. Simplemente se hace el reparo a los “excesos
policiales”. Buena es la acción-participación de este cuerpo de
defensa de la sociedad, pero no se pueden permitir los ‘abusos’,
es decir, que se mate más de la cuenta, o que se cometa
equivocaciones.
LAS BASES POR
BOLAS DE LA JUSTICIA
Estos reparos han
salido a relucir en los casos de
exterminio-desapariciones-‘ajusticiamientos’ o “muertes
extrajudiciales” de los últimos años en estados como Guárico,
Aragua, Portuguesa, Táchira, Anzoátegui, Lara y Zulia. Y son
oportunidades en las cuales se luce el Estado masacrador.
Manuitt acusado por 200 exterminios ya recibió la base por
bolas para que no se altere su status. Didalco Bolívar acusado
por más de mil exterminados también recibirá la base de gratis.
Lo mismo ocurrirá con los demás. De este modo se da muestras de
lo que es la justicia del ‘nuevo socialismo’. Hace apenas horas
se produjo la masacre de Barcelona. Los policías ‘ajusticiaron’
a once (11) presuntos delincuentes (EU, 25/06/05, p. 4/14) y ya
el caso quedó en el olvido. Todo está dispuesto para que no
ocurra nada, para que el exterminio siga vivo. En esta ocasión
ni siquiera se aludió a ‘exceso policial’.
VENECUBA ESTÁ
ENSANGRENTADA
Este neosocialismo
venecubano, producto de la fusión de las dos revoluciones y los
dos pueblos, como señaló el GP al condecorar a asesores cubanos
el 08/07, nace manchado de sangre. Y como en todos los casos de
esta naturaleza, y para garantizar el mayor dominio sobre la
actividad masacradora, el alto gobierno muestra su decisión de
‘depurar los cuerpos de ‘seguridad del Estado’. Al igual que en
los llamados ‘gobiernos de la democracia’, los aparatos
represivos se declaran intervenidos y en reorganización. De eso
hay muchas listas. Y por ello el aspaviento oficialista para
una tal justicia que nunca pasará más allá de la pantomima.
DE LA VIEJA
POLICIA AL NUEVO G2
Pero esta
‘revolución de la farsa’, actuando con inusitada habilidad,
repite el esquema de la fuga del ‘Bayaco’. La fuga, permitida o
vendida, sirvió para decretar la intervención y consecuente
desmantelamiento de la institución, que ahora pasa a otras
manos. Y el comentario crece. El nuevo cuerpo de inteligencia
estará a cargo de gente de mucha calificación proveniente del
G2 cubano. ¿Harán algo similar con la DIM? ¿Un centro de
inteligencia civil para enfrentar la conspiración civil y
militar? ¿Y con el Cicpc?
LAS DENUNCIAS DEL
VICEPRESIDENTE
Estos asesinatos
le sirven al gobierno para darse un baño de justicia. El
min-interior habla como un funcionario opositor: contamos con
una policía podrida. El vicepresidente a la vez celebra la
ejemplar reacción del Estado. Y anuncia que desarmarán a los
gatillos alegres y desterraran la impunidad policial
(EU,01/07/05, p.4/22). Esto es lo mismo que el vice denunciaba
en la ‘democracia’. A casi siete años del gobierno de la
destrucción, la descomposición policial marcha paralela a la
social. ¿Que habrá que esperar para crear conciencia del
escabroso y criminal camino en el que permanecemos?
EL ESTADO
DELINCUENTE
La nueva acusación
deja hoy en el camino a estos tres muchachos: Leonardo González,
Erick Montenegro y Edgar Quintero y tres estudiantes heridas:
Elizabeth Rosales, Daniza Coromoto Buitriago Gamboa e Irúa
Coromoto Moreno García. La relación es inevitable. Siguen
matando estudiantes. Ayer lo hizo el gobierno de la ‘reacción’ y
hoy lo hace la “revolución”, en la cual milita una buena parte
de lo que fue la lucha armada de los sesenta y los setenta,
ahora realizados en tareas de gobierno y destrucción. La voz del
GP se alza (Aló P., 03/07/05) para acusar a los “asesinos con
carnet”, a los delincuentes carnetizados. Pero no se pregunta
quién carnetiza, tal vez para no sentirse obligado a reconocer
que es el máximo representante de un Estado asesino y
delincuente.
Mientras, pequeños
grupos de estudiantes de la USM y mucho más reducidos de otras
universidades, vencen el miedo-temor para hacer alguna mínima
protesta. Los medios levantan moderadamente la voz para
reclamar el ‘exceso policial’. No hay quien esté dispuesto a
enfrentar al Estado delincuente y criminal. Voces, casi
aisladas, lanzan viejas consignas: ‘Si somos el futuro, ¿porqué
nos asesinan’? Y una joven escribió otra consigna en su
franela: “El futuro está en el más allá. Aquí es de muerte”.
EL MAS ACA DEL
PORVENIR
Los dos monstruos
que dominan la conducción de este expaís están ubicados en la
vía del pasado, el atraso, la polarización, la muerte. Pero aún
así no se puede abrir la puerta a la desesperanza y trasladar la
construcción de otra realidad de justicia, belleza y amor al
‘más allá’. Estamos obligados a construir, con inteligencia,
organización y capacidad creadora, el más acá del hombre.
Inevitable enfrentar el asesinato, cualquiera sea su signo,
carnet y dirección. Ningún asesino puede ser constructor del
porvenir.
Nota: Cátedra
‘Pío Tamayo’. Lunes 11/07: Continúa el curso sobre la
Venezuela Actual: 1936-2006. Tema: De la pacificación a
la Masacre Venezuela del 27F-89. Sala ‘E’, 6pm.
abm333@gmail.com
|