Inicio | Editor | Contáctenos 
 
 

Bush, Congreso norteamericano y Putin
por Roberto Palmitesta  
lunes, 30 abril 2007


La semana estuvo marcada por dos hechos trascendentes. El primero fue la encarnizada confrontación de poderes en EE.UU.,donde la mayoría demócrata del Congreso de EE.UU. aprobó una ley que condiciona los fondos para las guerras asiáticas al retiro gradual de las tropas antes de un año, a pesar de la advertencia de Bush de que la vetaría. Aunque fue una simple demostración de fuerza y la condición del retiro no es obligante, no hay duda que Bush tendrá serios problemas para financiar ahora sus malogradas aventuras en Irak y Afganistán, donde los insurgentes locales y los terroristas importados sienten que están ganando la batalla de la opinión pública, gracias a la creciente indignación de los estadounidenses por las pérdidas humanas en ambos escenarios.

De alguna manera EE.UU mantendrá las tropas por un tiempo más, pero hay serios indicios que la nueva estrategia de la Administración Bush no está dando los resultados esperados, dadas las bajas que se registran tanto por ataques suicidas como por las causadas por rebeldes apoyados por Al Qaeda, que -de paso- ha declarado un “Estado Islámico de Irak”, a manera de un gobierno paralelo. Las repercusiones de la confrontación de poderes están por verse, pero es evidente que ambas guerras van por el mismo camino que otra guerra impopular como la de Vietnam, cuando los medios –un actro más en la guerra- resaltaban los hechos negativos, siempre más “noticiosos”, generando el natural disgusto en la opinión pública.

El otro hecho trascendente es el virtual inicio de una nueva guerra fría, al anunciar Vladimir Putin que Rusia se retiraba de un acuerdo previo con la OTAN, donde se especificaba un desarme gradual de Rusia por la distensión existente después de la caída del muro de Berlín y la desintegración de la URSS. Pero ahora Rusia se siente acosada por EE.UU. y otras potencias occidentales, ya que varios países de la antigua “órbita soviética” han ingresado a la OTAN y Moscú teme que se le está tendiendo un “cerco pro-occidental”, con escudo misilístico y todo, para que Rusia no vuelva a ser una potencia de cuidado con las visibles presiones militaristas.

Ahora que su economía va progresando gracias a los altos precios del petróleo, Putin ha querido aprovechar el sentimiento nacionalista para modernizar las fuerzas armadas, (antes muy reducidas por falta de fondos), y lanzar frecuentes mensajes patrióticos que le han dado buenos dividendos políticos. Y si bien no puede ser reelecto por segunda vez, su sucesor seguramente será del mismo partido y seguirá sus lineamientos. Aunque EEUU calificó de “absurdos” los temores de la dirigencia rusa, no hay duda que se inicia una etapa más difícil en las relaciones entre Occidente y Rusia, llena de incertidumbre y tensiones geopolíticas.

rpalmi@yahoo.com

*

  Artículo publicado originalmente en el semanario ZETA

 
 

© Copyright 2007 - WebArticulista.net - Todos los Derechos Reservados.