Hace
más de medio siglo los héroes de Hollywood cobraban vida
con actores como Gary Cooper, Clark Gable y Gregory Peck y
hasta en sus últimos filmes rescataban damiselas en
peligro, mataban peligrosos asesinos o eliminaban solitos
decenas de soldados alemanes o japoneses. En plena guerra
fría, los héroes cambiaron de cara y los villanos eran
generalmente un grupo de espías soviéticos o un traficante
de armas, con actores como Robert Redford, Paul Newman o
Sidney Poitier haciendo los papeles de duros. Pero en las
últimas décadas, los nuevos héroes son todavía más
duros…de matar, tanto en la pantalla como en sus carreras
cinematográficas.
Nos referimos a actores como
Bruce Willis, Sylvester Stallone y Harrison Ford, los más
cotizados de la pantalla desde que crearon ciertos
personajes de duros que se volvieron emblemáticos,
interpretados en series que siguen llevando gente al cine…
o a las tiendas de video. Y su atractivo se ve
repotenciado por los modernos efectos especiales, tanto en
los estudios como en las computadoras, que les permite
realizar proezas siempre más arriesgadas y espectaculares.
El eterno duro de matar
Empezando por Bruce Willis, su
oportunidad de oro llegó cuando interpretó a un policía
solitario, John McClane, que desarticula toda una banda de
terroristas que tomaron un edificio de Los Angeles, donde
estaba nada menos que la esposa del agente. La cinta, Duro
de matar, pegó y ya se ha convertido en un clásico de
acción, recaudando cerca de $ 400 millones a escala
mundial. Obviamente vinieron las secuelas, tituladas Duro
de matar Dos (secuestro de avión en eropuerto) y Tres
(amenaza terrorista en Nueva York), para explotar al
máximo el llamativo título.
Pero Willis, quien hizo otras
películas como duro (incluso interpretó a El Chacal en
una), no se resignó a que su personaje estuviera inactivo,
y aunque ya cincuentón, sigue siendo el mismo McClane de
siempre, el duro solitario e invencible, aunque sea un
poco más vulnerable por su edad. Ya está a punto de salir,
este verano, la cuarta entrega de la serie, donde
nuevamente se las arreglaron para incorporar las palabras
mágicas en el título.
rpalmi@yahoo.com
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Artículo publicado originalmente en el diario El
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