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La NASA busca "un millardito" para salvar la tierra
por Roberto Palmitesta  
martes, 8 mayo 2007


Desde hace más de medio siglo, los científicos están de acuerdo en que la Tierra está en riesgo de ser golpeada algún dia por un asteroide, que podría no sólo acabar con muchas especies en el planeta, sino desviar al mismo de su órbita, exponiéndolo a cambios climáticos catastróficos. Todo depende del tamaño del asteroide, del ángulo con que impactaría la Tierra y del sitio del impacto.

No se trata de una simple teoría, pues tenemos la experiencia –con pruebas generalmente aceptadas-- de que hace unos 65 millones de años un asteroide de un kilómetro de diámetro impactó en la península de Yucatán y levantó una enorme polvareda y oscuridad que duró por años, acabando con la mayor parte de la vegetación, necesaria para la supervivencia de los gigantescos dinosaurios. La especie humana no existía entonces, sino sólo unos pequeños mamíferos de los cuales evolucionamos, pero afortunadamente el hombre tiene ahora incluso el potencial de defenderse gracias a los avances tecnológicos.

Un Sistema Solar lleno de asteroides

Las probabilidades de que una catástrofe similar volviera a suceder son muy bajas pero no despreciables, ahora que se conoce que el cinturón de asteroides contiene al menos unos 90 mil objetos de distinto tamaño y forma –quizás producto de la desintegración de un planeta entre Marte y Júpiter-- algunos con centenares de kilómetros de largo (Ceres, el mayor, tiene 950 km de diámetro, la cuarta parte del de la Luna). Las dos lunas de Marte, Fobos y Deimos, son probablemente asteroides capturados por ese planeta, y la altísima gravedad de Júpiter hace que algunos asteroides se salgan del cinturón y vaguen por el Sistema Solar a latas velocidades. Los planetas rocosos, incluyendo la Tierra, tienen todos marcas visibles de los impactos de asteroides, cometas y meteoritos en el pasado, especialmente los que no tienen atmósfera como Mercurio, Marte y la misma Luna, cuyos cráteres podemos ver fácilmente, así que no necesitamos buscar pruebas concretas de la ocurrencia de las colisiones en el pasado, cuando los asteroides eran más numerosos.

Se sabe que algunos asteroides pasaron cerca de la Tierra en el pasado, y decenas de ellos deben haber impactado al planeta en sus 4,5 millardos de años de existencia, influyendo tanto la geología como en la evolución de seres biológicos. Aquí no se ven los cráteres debido a la erosión causada por las lluvias y vientos, pero alguna cicatrices son todavía visibles en varias partes secas del mundo, como el sur de EE.UU.y Australia. El mejor estimado actual, de acuerdo con los astrónomos de la NASA, es que hay al menos unos 20 mil cuerpos errantes –entre asteroides y cometas- con un potencial destructivo, que podrían golpear a nuestro planeta y destruirlo o acabar con la vida como la conocemos.

Conferencia de Defensa Planetaria

Esto no es simple especulación de aficionados o teóricos, sino que aparece en un informe muy bien documentado de la NASA, único organismo que tiene un plan concreto para destruirlos o desviar a los más peligrosos pero -aunque sea difícil de creer- no tiene los fondos necesarios para detectarlos e implementar un plan de defensa. ¿Cuánto necesita? Apenas un millardo de dólares para empezar, o sea cerca de lo que se gasta en la guerra de Irak en apenas tres días.

En la Conferencia de Defensa Planetaria que tuvo lugar hace poco en Washington –con asistencia de expertos de varios países avanzados-- se presentó dicho informe, donde se concluye que la NASA necesitaría unos 1,1 millardos de dólares para financiar el programa, que involucra la puesta en órbita de un gran telescopio espacial de tipo infrarrojo, que detectaría más fácilmente a los asteroides peligrosos. Luego haría falta un conjunto de cohetes y un arsenal de bombas nucleares apropiadas para destruirlos o desviarlos, tal como ya ha sido visualizado toscamente en algunas películas de Hollywood.

Ciertamente, no es tan sencillo como en esos filmes, pero el plan básico es dispararles con cohetes o colocar en ellos poderosas bombas para fragmentarlos o desviarlos. Llegar al asteroide no sería un gran problema con la tecnología actual, y ya se hizo algo similar hace unos años, cuando la NASA impactó en febrero del 2001 al asteroide Eros con la sonda NEAR, después de estudiarlo por un año. También se aproximó al cometa Hyakutake y al asteroide 253-Matilde, enviando asombrosas fotos de esos cuerpos, así que no se trata de ciencia ficción. Anteriormente, la sonda Galileo, en camino a Júpiter, pasó cerca de los asteroides números 951 y 243, y la misión Stardust regresó a la Tierra en enero del 2006 una sonda con polvo del cometa. Pero la NASA canceló –por falta de fondos-- la misión Dawn, que hubiera salido en 2006 para estudiar los dos asteroides mas grandes Ceres y Vesta en algunos años.

Sustos del pasado

La Tierra ya tuvo algunos sustos antes, aunque ninguno se acercó suficientemente al planeta, pero en 2004 se alertó que el asteroide 99942 –bautizado como Apofis-- podría impactar a la Tierra antes del 2036, con probabilidades de uno en 45 mil, que no se considera tan despreciable en términos astronómicos. Si Apofis –un bólido de unos 300 metros de diámetro- llegara a impactar algún continente, causaría una devastación similar a la que hubo hace 65 millones de años, con la posible extinción de muchas formas de vida, y aún si cayera en un océano, causaría un tsunami de grandes proporciones que inundaría las costas de varios continentes.

Hay miles de asteroides vagando por el sistema solar, algunos aún más grandes que Apofis, y muchos de los cuales podrían terminar con la vida en nuestro planeta o llevarnos a una órbita más cercana al Sol, con lo que el actual calentamiento global palidecería en comparación, al subir la temperatura planetaria unas decenas de grados. En este momento, un telescopio en Italia es el único otro aparato que vigila continuamente el cielo en busca de asteroides peligrosos, pero sólo EEUU tiene un plan concreto para evitar un choque catastrófico.

Sin embargo, los congresistas no le aprueban los fondos, ya que – con su típica miopía- hay proyectos más apremiantes que, naturalmente, dan mayores dividendos políticos a corto plazo. De la Conferencia de Defensa Planetaria se sugirió pedir a algún país o ente filantrópico el millardo de dólares que requiere la NASA para financiar su ambicioso programa, que nos salvaría a todos en caso de que tengamos la mala suerte de estar en la mira de algún asteroide.

rpalmi@yahoo.com

 
 

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