El fraude contra Linda Loaiza -
por Luis DE LION
viernes, 22 octubre 2004
Me
disponía a escribir sobre el reciente comunicado de la Conferencia
Episcopal Venezolana, cuando me enteré de la sentencia absolutoria
a favor de Luis Carrera Almoina, acusado de provocarle gravísimas
lesiones a Linda Loaiza.
La
Conferencia Episcopal en su guabinoso y acomodaticio comunicado
siempre con ese estilo propio que los ha distinguido en los
últimos 2000 años, le propone al electorado venezolano que ponga
la otra mejilla, ya que sin duda ellos – los curas - ya pusieron –
digo yo - el otro bolsillo; porque si no es así, entonces que fue
lo que se acordó en esa reunión con el vice-presidente JV Rangel.
Volviendo al caso de Linda Loaiza; quiero que ustedes lo sepan:
el jefe de todos los hombres es Cristo; y el jefe de la mujer es
el hombre. Si bien dicha frase pareciera sacada del Código
Penal que utilizó la jueza que absolvió a Carrera Almoina, sin
embargo la misma le pertenece a San Pablo en su primera epístola a
los Corintios; y en los bajos fondos San Pablo era conocido, como
el arquitecto del cristianismo.
Igualmente el mito de la Eva tentadora, encarnado en la persona de
Linda Loaiza no presagiaba nada bueno para su causa. …mujer tu
eres la puerta por donde entró el demonio… son frases de
Tertuliano, que luego hizo suyas Monseñor Lefebvre y en la
actualidad el ala tradicionalista de la iglesia Católica
reivindica con fuerza. En fin la misoginia sigue vigente.
Pero
no hay que ser un experto en temas religiosos, solo basta con
saber leer, en particular los llamados textos sagrados, bien sean
musulmanes, judíos o cristianos, para darse cuenta que dichos
textos tienen en común; la inexistencia absoluta de los derechos
de la mujer, la sexualidad como una aberración, así como la
intolerancia cultural y la violencia, como practicas corrientes.
Tampoco habría que ser un experto en Derecho Penal, para concluir
que quienes redactaron el artículo 393 de nuestro código penal
vigente, estaban profundamente impregnados e influenciados por la
vertiente más integrista del catolicismo. Los casos de abusos
sexuales tienen más una connotación moral que penal, a los ojos
del legislador y de los curas.
Dicho esto, se deduce que la absolución de Luis Carrera Almoina,
representa una pesada condena moral, para Linda Loaiza.
¿Pero Venezuela no era una República laica?
Digamos que en el papel están separados Estado e Iglesia, así como
hay plena libertad de culto. Sin embargo, cultural e
históricamente la Iglesia ha jugado un influyente papel dentro de
nuestra historia republicana, al punto que a pesar de las
subvenciones multimillonarias que recibe la Iglesia Católica
venezolana de manos del Estado, ésta sigue siendo un contrapoder
atento y vigilante, ante cualquier intento del Estado por extender
la frontera laica.
Sin
duda que no se hizo justicia con Linda Loaiza no solamente por
culpa de una jueza pusilánime, sino igualmente la condenó una
sociedad machista, excluyente, clasista y profundamente
tradicionalista – yo diría integrista - en su visión Católica del
puesto que debe ocupar la mujer en la sociedad.
Y
peor aún, por cuanto paradójica e inútilmente – vistos los hechos
- en Venezuela existía desde 1992 la Ley de Violencia Contra la
Mujer y la Familia. Y antes de eso, Venezuela había ratificado la
convención contra todas las formas de discriminación hacia la
mujer.
Pero
a los ojos de mucha gente, toda ésta historia de Linda Loaiza,
representa un fenómeno marginal, folclórico, que en el pasado
había sido reproducido en muchas telenovelas, pero que a fin de
cuentas no tiene mayores consecuencias.
En
fin una estupidez mas, dentro de una sociedad víctima de su propia
simpleza, fatal actitud ésta que ha impedido ayer y hoy, que los
venezolanos escuchen las señales de alarma cada vez que se ha
intentado abolir las libertades.
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