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¿Último acto de la guerra de sucesión?
por Elizabeth Burgos
domingo, 30 noviembre 2008


Martine Aubry, alcaldesa de la ciudad de Lille, obtuvo confirmación de su elección como Primera Secretaria del Partido socialista francés tras haber atravesado por una de las crisis más graves de ese partido, en la que se habló hasta de fraude electoral. Así lo dictaminó la mayoría del Consejo Nacional del Partido Socialista tras recibir el veredicto de la Comisión de Comprobación, integrada por representantes de ambas facciones, que debía analizar los sufragios emanados de las federaciones que planteaban dudas en cuanto a sus resultados.

La nueva Primer Secretaria del PS, ex ministro de trabajo durante el gobierno de cohabitación Chirac-Jospin, la “dama de las 35 horas”, como suelen calificarla con sorna las elites empresariales quienes le adjudican la responsabilidad del descalabro económico de Francia por haber reducido el tiempo legal de horas de  trabajo. Reproche que amainó desde el estallido de la severa crisis económica en el centro mismo en donde se practica el dogma del capitalismo “salvaje”.

Desde mediados de mes, los medios franceses se han centrado en la crisis del PS, en la elección de su nueva dirección, olvidándose prácticamente del resto del mundo y de las crisis graves que lo aquejan. Una demostración de la tendencia de  las elites del país al aislamiento, a no ver más allá de sus problemas domésticos. Precisamente, uno de los males de los que sufre el PS, es el haber permanecido en el enclaustramiento cómodo de quien tiene la verdad en la mano y el resto del mundo es quien se equivoca.

La elección de un nuevo primer secretario hizo estallar ante el público, lo que era un rumor: el descalabro del partido, su falta de liderazgo, su falta de propuestas, su equilibrismo entre el conservadurismo en materia económica y su modernidad en materia de usos y costumbres. Este último monopolio, que los  socialistas se arrogaban ante la derecha, lo perdieron ante el desparpajo de Sarkozy.   De allí las connotaciones de psicodrama, como llaman en Francia lo que se llamaría en Venezuela simplemente una telenovela, que en la segunda semana cobró visos de culebrón. Se llegó a acusaciones graves de fraude; incluso se amenazó con someter el caso al veredicto de la justicia, lo que hubiese significado que se le cedía a la justicia la prerrogativa de elegir a la máxima autoridad del principal partido de oposición del país.

Pero para ser justos, la crisis del PS francés, es la expresión de la crisis que está afectando a todos los partidos de la Social Democracia europea, que en Francia se expresa de una manera que recuerda el veredicto de Norbert Elías de que pese a la Revolución, en Francia sigue vigente la sociedad de corte.

El programa de cambio presentado por Ségolène Royal obtuvo la mayoría, pero no absoluta. Se decidió ir a una segunda vuelta; las diferentes ramificaciones que integran el aparato, se unieron en contra de la ex candidata presidencial.

Detrás de estas crisis de poder, está presente la apuesta de las elecciones del 2012. El cargo de Primer Secretario, es un trampolín hacia la nominación a la candidatura a la primera magistratura del país. Lo que sucede en el seno del PS  es su orfandad de un liderazgo indiscutido e indiscutible, en su lugar existe una corte integrada por potenciales candidatos a la presidencia que actúan como los cangrejos en un cesto, que cuando alguno intenta salir, el otro lo hala hacia adentro para impedirle la salida, pues cada uno está preparándose para ser él, el candidato presidencial y se desgastan neutralizándose los unos a os otros.

Desde François Mitterrand, ningún socialista se había anotado un triunfo electoral como el de Ségolène Royal, sin ni siquiera ser miembro de la dirección de su partido, en la última elección presidencial. Cabe recordar que Lionel Jospin, no obtuvo los votos suficientes para participar en la segunda vuelta en las elecciones de 2002 y Chirac tuvo como contendor al ultraderechista Jean Marie Le Pen.

Cabe preguntarse si ese mecanismo fratricida que impera en el PS, impide el surgimiento de una cabeza y de un equipo rector que logre reactualizarlo, le permitirá a Martine Aubry obrar para que ese partido cumpla con el papel esencial en una democracia, de una oposición seria y responsable, pues el  vacío de una oposición democrática le deja la vía libre a los populismos y radicalismos irresponsables siempre al acecho. Durante los días que duró la crisis de la elección en el PS, muchos responsables de la mayoría gubernamental, lejos de congratularse,  opinaban en este sentido, incluso mostraban preocupación.

También es cierto, que Nicolás Sarkozy le ha dejado poco espacio al PS, pues muchos de sus puntos programáticos lo está realizando su gobierno, de allí que varias connotadas figuras del PS hayan aceptado altos cargos ministeriales. Se puede afirmar que antes que Barack Obama, ha sido Sarkozy quien ha impulsado un gobierno de alianzas; una suerte de centrismo pragmático que busca más la eficacia que la fidelidad a los dogmas.

El panorama para Martine Aubry no se presenta fácil. Incluso, está a punto de surgir una nueva organización política cuyos integrantes son en su mayoría ex miembros del PS, cansados del inmovilismo y de la falta democracia interna, abandonaron el partido durante o antes de la última campaña electoral, pues coincidían con muchos de los puntos propuestos por el entonces candidato Sarkozy. El grupo tomará por nombre la “Gauche Moderne”, Izquierda Moderna, según ellos, en contraste con la izquierda obsoleta del PS. Continúan considerándose socialistas, adhieren a los principios del socialismo, pero profesan el liberalismo en materia económica. La “Gauche Moderne”, celebró el congreso de su fundación este fin de semana.

Al mismo tiempo, un grupo de izquierda radical, también integrado por miembros del PS, representantes de la izquierda más radical, también celebró su primer congreso este mismo fin de semana  para anunciar el surgimiento de un nuevo partido que se llamará “La Gauche”. Por cierto que la embajadora  de Evo Morales en Francia, leyó un mensaje de felicitación del presidente de Bolivia. El líder de este nuevo partido, Jean Luc Malenchon, de formación trotskista, forma parte de las élites radicales europeas que suelen frecuentar Caracas y que profesan el dogma de la “revolución bolivariana”, como también una adoración ilimitada por su líder, el teniente-coronel  Chávez.  Esta nueva organización política, comparte el mismo discurso de otra que acaba de fundarse también, cuyo líder es el cartero más célebre y sifrino de Francia, Olivier Besancenot, militante de la Liga comunista, trotskista, que hace poco se disolvió para formar el “Partido anti-capitalista”. También él se ha sumado al turismo revolucionario que ofrece Caracas. No creo que sea coincidencia viajar a Venezuela y proceder a fundar  partidos siguiendo el ejemplo que Caracas dio, pero no deja de intrigar la coincidencia….

Por lo pronto, se le ha puesto término a la guerra de sucesión dentro del PS. Martine Aubry  convocó a Ségolène Royal para invitarla a trabajar juntas por la renovación del partido, ésta consideró que el ambiente de la reunión fue bueno y constructivo y  le recordó a la flamante Primera Secretaria, que el cincuenta por ciento de los militantes abogaban por la transformación del partido.

Inmediatamente después, como siempre Ségolène Royal se salía con las suyas y enviaba a través de un video transmitido en el blog de su asociación “Désir d’avenir”, - suerte de foco guerrillero desde donde opera hacia la militancia joven y que le fue de gran utilidad durante la campaña electoral – en el que les notificaba que “continuaremos” y que “2012 estaba a la vuelta de la esquina.

El topo continúa horadando en silencio.

¿Se puso término a la guerra de sucesión o se trata de una tregua?

Martine Aubry no se dio por enterada del video y convocó de nuevo a la Royal a una nueva reunión para debatir la cuestión de la constitución de la nueva dirección del partido que se anunciará la semana próxima. Es de suponer, que durante el período de discusión que se avecina, los cangrejos se pondrán en alerta máxima.

En todo caso, lo que se puede constatar es una fragmentación espectacular de la izquierda francesa.

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 Especializada en etnopsicoanálisis e historia, consejera editorial de webarticulista.net,
autora de "Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia" (1982).
- Artículo publicado originalmente en el semanario ZETA


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