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Álvaro Uribe heredero de Rómulo Betancourt
por Elizabeth Burgos
jueves, 24 enero 2008


En un continente, en donde desde hace casi cincuenta años la democracia ha estado siendo  sometida por el castrismo a la condición de rehén, al igual que Rómulo Betancourt que con entereza y sin ambigüedades, asumió exitosamente la defensa de la democracia, dotándose de las herramientas que el Estado le procuraba, al mismo tiempo que acudía a las instancias internacionales cuando Venezuela se convirtió en objetivo militar del castrismo, Álvaro Uribe ha retomado hoy la misión del venezolano, asumiendo con tenacidad la defensa de la democracia en Colombia, y por ende en el continente. 

Hasta ahora, Uribe había actuado prácticamente en solitario. En efecto, poca ha sido la solidaridad que sus colegas latino-americanos le han manifestado, que de manera oportunista prefieren mirar de lado en cuanto a las FARC se refiere; unos, para no indisponerlas en su contra y evitar así operen en sus territorios. Otros, por temor a indisponer al teniente-coronel Chávez, proveedor de maletas rebosantes de petrodólares y del abastecimiento de los tan indispensables hidrocarburos para sus economías. Sin contar con el débil nivel de visión política y la dramática falta de visión histórica que caracteriza hoy a la clase política que detenta el poder en el continente, cualquiera sean sus creencias doctrinarias. 

La reciente gira por Europa realizada por Álvaro Uribe, ha demostrado que su tenacidad le esta rindiendo frutos; el tratamiento que se le ha prodigado esta vez; tanto por los gobiernos como por la opinión publica, así como por la Unión Europea, lo ha demostrado ampliamente. En contraste con el viaje anterior del mandatario colombiano, en que las FARC lograron activar los grupos de apoyo con los que cuentan en Europa, creándole una atmósfera hostil, cuyo clímax fue el desaire que vivió en Bruselas, cuando izaron una caricatura en la fachada que lo comparaba a Hitler y parlamentarios europeos abandonaron la sala al hacerse él presente en el recinto. Hoy al contrario, fue recibido por Xavier Solana, representante de la Unión Europea para la política extranjera, que de entrada le manifestó de manera tajante su negativa al pedido de Hugo Chávez porque  “no hay razones para excluir a las FARC de la lista de grupos de terroristas”, como lo ha pedido el gobierno de Venezuela.

Todavía quedaban las secuelas del paso de Hugo Chávez por Paris cuando llego sin las prometidas pruebas de vida de los rehenes. Hecho que trató de disimular, sin éxito, usando y abusando de su estilo circense, al cual se le ha agregado el personaje barroco de la colombiana Piedad Córdoba. En cambio, tanto el discurso como el sequito que acompañaba al presiente colombiano, dio muestra de seriedad, austeridad y compostura, contrastando radicalmente con el estereotipo del latino-americano, revolucionario y folklórico, actuando en el papel, que tanto gusta en ciertos medios europeos, del “buen salvaje”.

El discurso de Uribe en la conferencia de prensa que realizo en Paris, en el mejor estilo de un estadista a la manera de Rómulo Betancourt, expreso con vehemencia su programa de acción que de manera muy cartesiana desgloso en tres puntos. Primero, hizo una introducción en la que expreso su agradecimiento al Presidente Sarkozy “de quien siempre había recibido apoyo  incluso desde cuando éste era Ministro del Interior” y con quien “todos los temas se han coordenado de manera excelente”.

Luego pasó al enunciado de los tres puntos que constituyen de hecho una filosofía de acción, que parecerían servir de revelador de cuanto hay de desatino, por no decir delirio, en las ideas que motivan a su vecino venezolano. Las premisas desarrolladas por Uribe tienen la cualidad de la claridad y del buen sentido; elementos ausentes en quienes practican indigestiones doctrinarias. 1 - seguridad desde la democracia. Álvaro Uribe explicó que no incurrirá como sucedió en el pasado en otros países del continente, en su lucha contra la guerrilla, en violaciones de los derechos humanos. Aclaro que en Colombia existe una democracia; que en otros países la guerrilla logro legitimidad por oponerse a dictaduras, en cambio en Colombia la “guerrilla maltrata la democracia”. Que en sus comienzos las FARC actuaban movidas por una ideología, que ha degenerado en un grupo mercenario que practica la delincuencia  e incurre en delitos de lesa humanidad. 2 – Promover una política de inversiones desde y en la ley, condición de creación de riqueza para forjar una economía sana. Léase, la guerrilla atenta contra la dotación tecnológica del país, incendia campos petroleros, y su economía estriba en el comercio ilícito de la droga.  3 – desarrollar una política social desde la base de la libertad. Contrariamente a la guerrilla, que no ejerce justicia, sino que tortura, humilla y veja a los rehenes, los guerrilleros presos gozan de todas las garantías de la ley.

En cuanto a hechos prácticos en relación a los rehenes, manifestó que esta dispuesto a declarar una zona de encuentro rural a efecto de entablar el dialogo con las FARC, alejada de centros militares y policiales, y desde donde no se ponga en riesgo a la población. De ahora en adelante actuara como mediador la Iglesia. Además anunció que reactivó el mecanismo del Grupo de facilitadotes del diálogo, integrado por España, Francia y Suiza que “debe trabajar articulado con la Iglesia”. Tampoco se opone a la presencia de observadores internacionales, ni a un “intercambio simple” a “condición que no colabore con la recuperación de las FARC”: sobre entendido, como fue el caso de la mediación de Venezuela. En ese sentido, fue particularmente vehemente al afirmar que “no se pude permitir que las FARC recuperen su capacidad de hacer daño”, pues es evidente que el Estado colombiano ha logrado debilitarlas. Las pruebas de ello sobran, en la cacofonía demostrada en el caso de la liberación de los rehenes y en particular, del hijo de Clara Rojas, el pequeño Emmanuel.

El hecho de que en la conferencia de prensa en París, ningún periodista francés le preguntara por el caso de Ingrid Betancourt, demuestra hasta que punto, ha cambiado la matriz de la opinión pública a quien los allegados a la rehén, como la maquinaria de propaganda FARCO/venezolana, habían inducido en la sugestión de que el culpable de su calvario era el gobierno colombiano y no las FARC

En cuanto a la pregunta acerca de la actitud que pensaba tomar ante las agresiones verbales del presidente de Venezuela, declaró que  “prefería no referirse al tema por respeto al pueblo venezolano, por el que sentía un particular afecto”.

Aclaró, al ser aludido por la pasión de Nicolás Sarkozy de liberar a Ingrid Betancourt, que toda causa noble requiere motivación, pues la de Sarkozy es una obsesión noble, al igual que “la nuestra, (la de Uribe) que nos obsesiona  la paz y la democracia” .

Concluyo diciendo que al termino de su viaje a Francia, se va satisfecho por las palabras con las que lo despidió Nicolás Sarkozy: “Los relojes de Colombia y Francia están sincronizados y dan la misma hora”.

Más rotundo ha sido el éxito de la gira por España del Presidente colombiano a quien Rodríguez Zapatero ofreció todo su apoyo al “gobierno de Colombia cuando debe enfrentar un problema de su soberanía en su frontera y cuando deba determinar qué hacer en su relación con las FARC”. Por su lado, Felipe González declaró que “No se necesita de un show para liberar rehenes”. Y hasta el complaciente secretario general de la OEA José Miguel Insulza, se atrevió a declarar de que no tiene dudas de que las FARC “han cometido algunos (sic) actos terroristas”.

Cuán diferente fuera la situación hoy , tanto de las FARC como de Hugo Chávez, si las primeras hubiesen liberado a un grupo de rehenes, entre los cuales a Ingrid Betancourt. La ley del todo o de la nada conduce al callejón sin salida. Nunca  ha sido tan radical y tan dramática la soledad de un gobierno como la del venezolano hoy.

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 Especializada en etnopsicoanálisis e historia, consejera editorial de webarticulista.net,
autora de "Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia" (1982).
- Artículo publicado originalmente en el semanario ZETA


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