Si
los comentaristas franceses hubiesen leído la larga
entrevista de Raúl Reyes, miembro del Secretariado del
Estado Mayor de las FARC y portavoz del mismo, publicada el
19 de noviembre, víspera de la esperada llegada del
teniente-coronel Hugo Chávez a París, en el diario
L’Humanité, órgano del Partido Comunista francés, se
hubiesen podido ahorrar la decepción que sufrieron hoy ante
la ausencia de las tan ansiadas pruebas de vida de Ingrid
Betancourt que el teniente coronel se había comprometido a
presentar, razón, por cierto por la cual fue invitado a
Francia por el presidente Nicolas Sarkozy.
En la entrevista realizada en las “montañas de Colombia” (el
diario no especifica al fecha de la entrevista) el vocero de
las FARC anuncia que no habrá pruebas de vida de Ingrid
Betancourt, porque ella no es la única “prisionera” – usa
este eufemismo en lugar de rehén – “porque todos los
prisioneros son importantes; todos tienen familias que se
preocupan por ellos, por lo que es necesario mostrar pruebas
de vida de todos, que es cierto, presentarlas es
importantes, pero debido a las operaciones de rescate que
realiza el ejercito es más importante preservar la vida de
los prisioneros”. -“¿Pero quién se preocupa por las familias
de los guerrilleros?” “Quién se preocupa por ellos?”- :
pregunta por su lado el vocero a la
periodista-entrevistadora, dando muestras de cinismo.
Pregunta extraña porque parecería que se tratara de los
guerrilleros alzados y no de los que están presos, que en
todo caso, si están presos tienen condiciones de detención
adscritas a las leyes; gozan de derecho a visita, de visitas
conyugales, disponen de teléfonos celulares, lo que no es el
caso de los rehenes. Y si se trata de los que están en la
guerrilla, se supone que lo hacen voluntariamente. De igual
manera, cuando la periodista le responde que no es una razón
par justificar la captura de prisioneros, Raúl Reyes
contesta, que no se trata de justificar, sino que la
explicación es que “existe en Colombia un conflicto interno,
una confrontación social, política y económica, y que en
caso de conflictos hay rehenes de parte y de otro”. La
periodista no tuvo la idea de cuestionar al jefe guerrillero
por el hecho de que, por ejemplo, Ingrid Betancourt y los
diez diputados asesinados hace dos meses, y la mayoría de
los rehenes, no son combatientes, sino simples ciudadanos,
mientras que los guerrilleros presos, lo están porque
cometieron delitos y tomaron las armas contra el Estado.
Raúl Reyes expresó que las FARC
consideran que debe establecerse un “mecanismo de canje de
prisioneros, mientras dure el conflicto” – es decir algo que
debe prolongarse en el tiempo – y que el canje involucra a
unos cuarenta y siete o cincuenta rehenes “considerados
canjeables” contra la “totalidad de los guerrilleros presos,
(unos quinientos) incluyendo a Simón Trinidad y Sonia,
presos en Estados Unidos. “El gobierno de Uribe los
extraditó, debe encargarse de obtener que sean liberados”.
Continúa el jefe guerrillero desgranando condiciones: a la
firma del convenio y la entrega de los guerrilleros, las
FARC entrega a los rehenes y a Ingrid Betancourt, pero por
supuesto, la condición previa es la apertura de una zona de
despeje formada por las municipalidades de Pradera y
Florida, que para ellos significa “una cuestión de seguridad
sobre la cual no van a transigir.” “El presidente posee los
instrumentos constitucionales para realizar esta condición”,
apunta el guerrillero, pero seguidamente expresa una idea en
contradicción con lo que acaba de afirmar. “Las FARC
rechazan entrevistarse con representantes del gobierno de
Álvaro Uribe pues lo consideran “ilegítimo”, puesto que él
no representa sino un número restringido de colombianos; la
burguesía, la oligarquía, del narco-paramilitarismo”.
A la pregunta de la periodista
sobre lo que las FARC esperan de Francia, la respuesta tiene
un largo preámbulo: agradece a Sarkozy por haber mediado en
la liberación de Rodrigo Granda, “es un gesto muy importante
para nosotros”, pero “nosotros no le pedimos nada. Tampoco
fue una petición dirigida a Álvaro Uribe”. “Nosotros , nos
proponemos el canje de prisioneros”. “El canje es una
negociación al término de la cual, los guerrilleros y los
prisioneros recobran su libertad” “Una cosa es que el
gobierno libere guerrilleros” (…) , otra cosa es la
negociación”.
Ante la insistencia de la
periodista acerca de lo que esperaba de Francia; el
guerrillero abandono los rodeos y entró realmente en
materia: Francia debe continuar a apoyar el acuerdo
humanitario hasta que “lleguemos a la liberación de los
prisioneros” Y aquí viene el quid de la cosa: “De igual
manera esperamos de Francia, como de los otros países
mediadores favorables a una salida política del conflicto en
Colombia, que “las FARC sean excluidas de la lista de
organizaciones terroristas.
Se trata de darle a las FARC un
estatus de fuerza beligerante.” Haber incluido las FARC en
esa lista significa que Europa le ha “hecho el juego a
Estados Unidos”. Tacharnos de terroristas es una arma
política utilizada por Uribe. Insiste en el hecho de los
predecesores de Uribe dialogaron con las FARC menos él, que
“rechaza la discusión sobre una salida de paz y de justicia
social.” “Con Uribe no podemos concluir la paz por que él
está programado para la guerra”. Una fuerza beligerante
significa “una fuerza reconocida por los otros gobernantes
como un actor político que lucha por intereses diferentes
que los del gobierno establecido.” (…) “Nosotros somos una
organización político-militar contra el Estado.” “Una
oposición política al régimen actual con vistas a la
creación de otro.” (…) “La firma del acuerdo humanitario es
la antecámara para una salida institucional, gubernamental”.
“Proponemos la composición de un nuevo gobierno que
realmente quiera la paz y busque resolver los problemas que
afectan a los colombianos por la vía de la concertación.”
“Es necesario un gobierno patriótico, democrático,
pluralista que sea garante de los acuerdos que resuelvan la
injusticia social, política, económica, y asegure la paz (…)
Por supuesto que esos acuerdos deben ser sometidos a un
proceso de referéndum vía una Asamblea constituyente con el
fin de elaborar un nuevo texto fundamental para Colombia.”
¿No les suena familiar este
discurso? Lo que queda claro es que las FARC tienen un plan
general que nadie va interrumpir, que una salida humanitaria
no es su primera preocupación, que la liberación de los
rehenes está supeditada al cumplimiento de ese plan.
Esta es la verdadera respuesta
de las FARC a Sarkozy; así queda claro que la mediación de
Chávez es un artefacto mediático más, que significa para las
FARC ganar tiempo, mientras se monta la maquinaria electoral
que desembocará en el referéndum y la constituyente. Un
escenario que ya no tiene nada de inédito en el marco del
proyecto “bolivariano” del socialismo del siglo XXI. Si cae
Colombia, ya no habrá obstáculo para que se convierta en
realidad el proyecto de la confederación
cubano-venezolano-andina prevista en el artículo 153 de la
reforma constitucional que se someterá a aprobación el 2 de
diciembre próximo a los venezolanos, cuando, según el
analista Alexandre Adler, Venezuela pase de una semi-dictadura
a una dictadura total.
Los comentarios en los
informativos de radio y televisión fueron unánimes en
Francia: Chávez vino con las manos vacías, después de haber
jurado que traería las pruebas de vida de Ingrid Betancourt,
“ ¿por qué no se calló el César tropical?”, preguntó Hervé
Vouët, el comentarista del programa político más importante
de la cadena LCI, y acto seguido, sintonizó el clip del
pasodoble español que está haciendo furor en el mundo “¿Por
qué no te callas?” y las imágenes caricaturales que lo
acompañan. A la salida del palacio del Eliseo el teniente
coronel cantó una ranchera y “se fue en palabras” para
“ahogar el pez”, expresión francesa que significa, eludir un
tema engorroso.
Mientras duraba, la ya poco
original puesta en escena del “César tropical”, el ministro
Ramírez se ocupaba de cosas serias; se reunía con el
patronato francés y le proponía invertir en Venezuela, en
particular en la faja del Orinoco, pues “ellos no estaban en
contra de las inversiones privadas.” Y quién sabe qué otros
tipos de compra de juguetes se negociaron entre bastidores,
mientras los hijos, hermana y madre de Ingrid Betancourt
eran objeto ante las cámaras de televisión, del cariño
desbordante del teniente coronel. Eso se llamaba antes,
cuando todavía se podía citar a Marx: la división social del
trabajo.
“Chávez llegó con las manos
vacías”, es el titular de hoy en todos los medios franceses.
La evidencia de este nuevo acto
del drama de los rehenes de las FARC, es que se trata de una
fase de un plan político, cínicamente disfrazado por éstas,
de acuerdo humanitario, en el que se explota los
sentimientos de los familiares, y se ha jugado con la
diplomacia francesa, la cual se ha caracterizado por su
sutileza y serenidad, pero que en este caso ha dado muestras
de torpeza, e incluso de ingenuidad. Que los familiares
presionen y toquen a todas las puertas que puedan ayudarles
a recuperar a sus seres queridos, es absolutamente
comprensible. Pero una diplomacia experimentada no debe
confundir un acuerdo humanitario, cuando lo que exigen las
FARC, es un acuerdo político, y en este caso, el único
interlocutor válido, es el gobierno de Colombia.
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Especializada en etnopsicoanálisis e historia,
consejera editorial de webarticulista.net,
autora de "Rigoberta Menchú
y así me nació la conciencia" (1982).
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Artículo publicado originalmente en el semanario ZETA |