No
es común que un historiador vea la demostración real y de
manera tan factual de sus investigaciones, como es el caso
de Domingo Irwin y su noción de simbiosis civil-militar. Así
califica este especialista de la historia militar venezolana
la singular relación de complicidad que mantiene el ámbito
civil con el estamento militar en Venezuela desde los
comienzos de la vida republicana del país. Las recientes
manifestaciones provenientes del estamento militar del
chavismo no sólo expresan esta particularidad venezolana,
sino que además está dando indicios claros de que enfrenta
una crisis debida a divergencias de puntos de vista acerca
del papel que las FAN están llamadas a jugar como base
incuestionable del poder chavista y del futuro socialismo
del siglo XXI, que se supone va regir los destinos del país
y de América Latina y tal vez del mundo, según los deseos
del teniente-coronel presidente quien abriga también el
deseo de “salvar al mundo”.
La crisis se manifestó de manera
tajante tras el discurso del teniente-coronel Presidente el
24 de junio al anunciar el pase a retiro del general Alberto
Müller Rojas, - entonces Jefe del Estado Mayor presidencial
y miembro de la Comisión promotora del PSUV, seguido de la
defenestración del general Raúl Baduel del Ministerio de
Defensa, - en la entrevista concedida por éste a “Ultimas
Noticias” el 30 de junio en donde expresa la “contradicción”
por parte del Presidente al rechazar, lo que el general
considera como una evidencia; la partidización de la FAN, al
mismo tiempo que aboga por la profesionalización de la
fuerza activa militar, y por la “defensa de todo el pueblo y
de la guerra de resistencia” , lo que este general-ideólogo
considera “conceptos completamente incompatibles, pues este
tipo de guerra no distingue entre ciudadano y soldado”.
Por otro lado, la líder
militarista Lina Ron, informa en “El Nuevo País” que
el Comandante Jefe de las Fuerzas Bolivarianas de Liberación
(FBL) Jerónimo Paz está dedicado a “levantar un verdadero
ejército insurgente en respaldo de su comandante en jefe”,
pero que “jamás enfrentarán a la FAN así los ataquen,
siempre y cuando Hugo Chávez sea presidente”. Denuncia a los
que transitan en Hummer y comparten la visión de la Escuela
de las Américas, visión que la acerca de la postura del
general Müller Rojas.
La tercera vía, es la
institucionalista representada por el General Raúl Baduel,
al que el general Müller Rojas reprocha su postura que
“ciñéndose estrictamente a la letra de la Ley”,
“empobreciendo” las discusiones que se llevaban a cabo en el
Estado Mayor presidencial.
Las posturas de los
militaristas, Müller Rojas y Lina Ron parecen más bien
derivadas de un imaginario de ficción guerrera, pues
difícilmente se le pueda ocurrir a alguna potencia
extranjera o al “imperio” americano considerar a Venezuela
un peligro suficiente como para invertir los medios que
requiere una intervención militar. Aunque en su columna en “El
Nuevo País” este comienza a considerar al Brasil como a
un contrincante en términos militares. En cuanto a las FBL
que según Lina Ron “jamás enfrentarán a las FAN” cabe
preguntarse a quién van a enfrentar entonces.
Queda la postura
institucionalista que sería la del general Baduel, pero como
dice el general Müller, representa un “actor político
dominante” que tutorea a la democracia venezolana.
En los hechos se impondrá el
modelo cubano por el que ha optado Hugo Chávez; una fuerza
armada altamente calificada, para lo que se está entrenando
en Cuba el futuro Estado Mayor del futuro Ejército
Revolucionario Bolivariano, que ocupará el lugar de la FAN
actual, secundado paralelamente por una milicia igualmente
bien entrenada que sirva de elemento de encuadre de la
población al mismo tiempo que de elemento disuasorio, más
que ante el “imperio”, ante Colombia, - en caso, que se de
la alianza del futuro ejército revolucionario venezolano y
las FARC-, y el Brasil, pues antes de que intervenga el
“imperio” en Venezuela, intervendrá el Brasil, que sabe
pertinentemente que una intervención militar estadounidense
en América del Sur, le cortaría irremediablemente su marcha
irreversible hacia el rango de gran potencia que espera
detentar, meta de todos los gobiernos brasileños, cualquiera
sea su credo político.
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Especializada en etnopsicoanálisis e historia,
consejera editorial de webarticulista.net,
autora de "Rigoberta Menchú
y así me nació la conciencia" (1982).
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Artículo publicado originalmente en el semanario ZETA |