Golpe y Contragolpe - Capítulo IV

 

 


Chávez formula llamado a unidad
 

por Clodovaldo Hernández

 

Presidente elogió la rápida 'contracontrarrevolución'

 

 

 

 

 

Hugo Chávez Frías agregó la madrugada del domingo otro vocablo al muy peculiar glosario que ha ido hilvanando en su intensa carrera política: contracontrarrevolución.

De esa manera bautizó al movimiento militar y de calle que, en menos tiempo de lo que nadie imaginó, lo reinstaló en el poder, luego de un breve paréntesis de dos días.

1. Larga noche

Chávez habló al país antes del amanecer del domingo, cuando reasumió la Presidencia de la República, de manos del vicepresidente ejecutivo, Diosdado Cabello, quien, a su vez, había sido juramentado por el presidente de la Asamblea Nacional, Willian Lara, alrededor de la medianoche.

Estos altos funcionarios y otros ministros del régimen depuesto, habían reconquistado Miraflores gracias a que los oficiales de la Guardia de Honor, el cuerpo que custodia al jefe del Estado, se declararon leales a Chávez y, por consiguiente, en rebeldía ante Pedro Carmona Estanga.

La experiencia de haber sido derrocado y detenido influyó en el tono de su discurso de reaparición. 'Llamo a todos a la unidad nacional', aseguró y, a manera de prueba concreta de disposición al entendimiento, anunció que había aceptado la renuncia de la junta directiva de Petróleos de Venezuela, en lo que podría significar la solución al conflicto que incendió la pradera y desencadenó el pronunciamiento militar que desplazó a Chávez de la Presidencia, el pasado jueves.

Le garantizó a los trabajadores de la nómina mayor y los cuadros directivos 'que no se atropellará a nadie, pero es necesario depongamos algunas actitudes y trabajemos juntos', tono que varió 180 grados respecto sus intransigentes posiciones hace una semana.

2. Ruleteo

El mandatario restituido llegó al palacio de gobierno a bordo de un helicóptero que surcó el cielo caraqueño alrededor de las 3:30 de la madrugada, mientras la multitud que rodeó la sede del Ejecutivo ovacionaba y gritaba vivas.

Los camarógrafos debieron realizar tomas sin encender reflectores, pues aún había riesgo de ataques de francotiradores. Se le vio ataviado con una chaqueta deportiva de varios colores, que luego se cambiaría por una de sus clásicas guerreras oscuras sobre una franela verde de cuello alto. Fue con esta indumentaria que apareció en el salón Ayacucho para la 'retoma de posesión'.

Venía, según explicó luego _confirmando versiones que circularon durante el día_, de dos días de 'ruleteo' por varias instalaciones militares, que comenzó la madrugada del viernes en Fuerte Tiuna e incluyó la base naval de Turiamo (Carabobo) y la isla de La Orchila. En este último sitio fue rescatado por las fuerzas leales y trasladado a Caracas.

La estrategia de movilizarlo de un lado a otro tenía por finalidad evitar precisamente el rescate. Esto no impidió que una multitud reclamase verlo en Fuerte Tiuna, desafiando una posible acción represiva con armamento de guerra.

3. 'No renuncié'

Los personajes como Chávez suelen protagonizar hechos que terminan convertidos en mitos y leyendas. Así seguramente sucederá con el relato de cómo el Presidente logró romper el cerco de la incomunicación y hacerles llegar a sus simpatizantes, a los militares y a la comunidad internacional, la negación de su proclamada renuncia.

En primer lugar, en las breves llamadas telefónicas que le permitieron, Chávez hizo que una de sus hijas y también la primera dama, Marisabel de Chávez, denunciaran ante las agencias internacionales de noticias y la cadena CNN la versión según la cual la dimisión nunca fue firmada.

La segunda rendija que encontró fue el soldado Rodríguez, en la base de Turiamo, quien le permitió escribir una breve nota en la que ratificaba que no había renunciado y que contra su gobierno se había ejecutado un golpe de Estado. Chávez colocó la nota en el fondo de la papelera y Rodríguez se encargó de ponerla a circular. 'Me sorprendí porque al llegar aquí, resulta que todo el mundo tiene una copia... gracias a Rodríguez', dijo Chávez en su alocución.

4. Rumores

La posibilidad de que Chávez estuviese de vuelta en Miraflores tan rápidamente sólo comenzó a perfilarse al entrar la noche del sábado.

A primeras horas del día se hablaba más bien del alzamiento militar de Maracay y de desórdenes en muchas zonas de Caracas y otras ciudades. Y en la tarde corrieron versiones que apuntaban hacia la muerte del Presidente depuesto o su delicado estado de salud. El gobierno provisional, tras anunciar la rectificación de sus decretos de disolución de los demás poderes públicos, lanzó la tesis oficial de que Chávez sería trasladado fuera del país a un destino que luego sería precisado.

Con los recursos informativos que tenían disponibles (primero la emisora YVKE mundial y luego Venezolana de Televisión), los aliados de Chávez negaron tal especie y alertaron sobre cualquier movimiento destinado a desterrar al comandante. La ministra del Trabajo, María Cristina Iglesias, difundió las siglas de la aeronave que supuestamente efectuaría el traslado desde La Orchila, en contra de la voluntad de Chávez.

La intención original de quienes se propusieron volver a colocar en el aire la señal del canal 8 era justamente tenerlo todo preparado para recibir allí a Chávez, una vez que fuese rescatado y traído a Caracas. Desde allí le dirigiría su primer mensaje a la nación. La transmisión comenzó con muchas dificultades y se cayó en varias oportunidades, pero poco a poco se incorporaron técnicos suficientes para realizar incluso avances desde Miraflores para reseñar la juramentación de Cabello como Presidente encargado.

Mientras avanzaba la noche fue creciendo la convicción de que Chávez aparecería de nuevo en Caracas antes de que saliera el sol.

6.¡Volvió, volvió!

La muchedumbre que se mantuvo en vigilia frente a Miraflores aplaudió a rabiar a su líder, entonó el himno nacional y le cantó '¡Volvió, volvió, volvió...', un remedo del '¡Se va, se va, se va..!' con el que los opositores han atormentado a Chávez durante los últimos meses.

El mandatario escuchó la lectura del documento mediante el cual Diosdado Cabello le traspasaba de nuevo el mando. Rompiendo el hielo, se volteó hacia el vicepresidente y le dijo: 'Bueno, ¿y éste no piensa entregar nada?'. Se dieron un fuerte abrazo.

También expresó su agradecimiento a Isaías Rodríguez, presente en el podio, por haber sido el primer funcionario que reclamó, aun a riesgo de su libertad e integridad, la violación de los procedimientos establecidos por parte del régimen transitorio.

En su alocución, dijo que no fue maltratado mientras estuvo en custodia y pidió calma al país, luego de violentas manifestaciones y de saqueos.

El reinstalado Presidente, a pesar del tono conciliador de su discurso, no dejó de criticar la actitud de los medios de comunicación, por no informar acerca de lo que estaba sucediendo en el país. Agradeció, en cambio, a los corresponsales extranjeros por reportar lo que realmente sucedía. Acusó a la policía de reprimir con crueldad a los manifestantes que exigían su regreso al poder, diciendo que hay versiones de que la policía abrió fuego contra manifestantes en algunas barriadas de Caracas.

7. Contracontra

En varias oportunidades insistió en afirmar que después de los vertiginosos sucesos acontecidos entre el jueves y el domingo, su gobierno no suscitará una escalada represiva. 'Así que no habrá ninguna retaliación, aquí no habrá ninguna cacería de brujas. No vengo con ánimos revanchistas. No, aquí no habrá persecuciones, aquí no habrá atropello ni abusos', garantizó.

'Yo estaba seguro, pero completamente seguro de que volveríamos... lo único, es que jamás me imaginé es que regresaríamos tan rapidito', bromeó.

Inventor de palabras como escuálidos para designar a sus opositores y 'la bicha' como sinónimo de la Constitución Nacional de 1999, acuñó una nueva, cuando dijo que 'todavía estoy estupefacto de esta contracontrarrevolución que permitió tan rápido retorno del Gobierno revolucionario, democrático y pacífico de Venezuela', expresó.
 

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Artículo publicado en el diario El Universal, lunes 15 de abril 2002


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El vice-presidente Disodado Cabello era juramentado como suplente legítimo del presidente Chávez


El presidente durante su breve detención en la base Naval de Turiamo


Copia del fax indicando que no había renunciado - enviado desde Turiamo por el cabo Rodríguez -

 


 

 

 

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