Un
alcalde de peluquerías -
por Luis DE LION
lunes,
18 octubre 2004
Cada
quien tiene el derecho y hasta la obligación, de pensar y decir lo
que sea, en contra de las pretensiones autoritarias del gobierno
de Chávez y en particular cuando se trata de amenazas a la
libertad expresión. En este último punto la mayoría de los medios
han cerrado filas, para poder luchar contra las pretensiones
hegemónicas-comunicacionales con las que el presidente sueña poder
imponer un día en Venezuela.
Pero
qué pasa cuando ese mismo sueño casi se hace realidad, a través de
un alcalde de oposición, es decir un alcalde que no es chavista,
el cual en un gesto de nepotismo criminal, envía como emisario a
su propio padre para que mate a un periodista que se atrevió a
criticar públicamente la labor del alcalde en cuestión. Por cierto
que casualmente el mortal mensajero es un militar retirado, y
todos sabemos que bien sean activos o retirados, para los
militares la libertad de expresión mide apenas 9mm. Pero
felizmente dicho militar retirado, al igual que los activos, en
particular los que están por los lados de la frontera
colombo-venezolana, llegó tarde a su destino y no se encontró cara
a cara con el enemigo.
Pero
recordemos brevemente los hechos; la víctima es el periodista
Nelson Bocaranda quien a través de su programa radial presentó,
una serie de denuncias contra Alfredo Catalán alcalde del
Municipio el Hatillo, dichas denuncias consistían palabras más,
palabras menos en lo siguiente:
la memoria y cuenta del año 2002 le fue improbada al Alcalde y la
del 2003 todavía no ha sido presentada.
La firma de diversos convenios suscritos por la alcaldía, han sido
llevados a cabo de manera unilateral, disponiendo de los bienes
del Municipio sin consultar a la Cámara Municipal y la
contratación por parte del Alcalde de miembros de su partido –
Proyecto Venezuela -, como asesores personales, cuyos honorarios
habrían sido pagados con dineros municipales.
Dichas denuncias han sido ratificadas por vecinos del municipio, y
algunos de ellos me han escrito señalando que una
tal
Operación Alegría la cual se encarga, entre otras cosas, de los
trabajos de jardinería en las vías de acceso al Municipio, también
sería la portadora de una alegría pecuniaria en dirección a las
arcas del partido político al cual pertenece el alcalde del
Hatillo.
En fin hasta aquí todo parece un típico caso de corrupción.
Pero por qué el mismo no ha sido abiertamente señalado por los
principales medios venezolanos, tan ávidos en el pasado, como en
el presente en denunciar casos de corrupción. ¿Será porque dichas
denuncias no tienen que ver con un alcalde chavista?
¿Estamos ante una doble moral por parte de los medios?
¿Qué piensa la gente? No es acaso, la lucha contra la corrupción
administrativa, una batalla frontal y global, cualquiera que sea
el color y la inclinación política del malamañoso en cuestión.
Será entonces que algunos casos de corrupción, no resultan tan
sensacionales a los ojos de algunos medios, los cuales casualmente
habrían recibido favores de parte del alcalde del Hatillo, un
municipio en donde por cierto viven muchos directivos de medios.
Visto así, los vecinos podrían muy bien pensar que ciertos medios
estarían jugando en dos tableros al mismo tiempo. Y que a fin de
cuentas en ambos tableros, los vecinos del Hatillo y sus impuestos
salen siempre perdiendo.
Hasta aquí la connivencia de algunos medios con el caso Bocaranda,
los cuales por menos de eso, en ocasiones previas han salido
corriendo a poner la denuncia ante la organización Reporteros sin
Fronteras.
Pero que podemos decir del silencio de Proyecto Venezuela, el
partido al cual pertenece el Alcalde del Hatillo. El catire
Florentino, como se autodenomina el líder máximo de dicho partido,
le pidió recientemente al presidente Chávez que abriera las cajas
para contar los votos. Henrique Salas Romer tengo entendido que es
un político serio, de ser así, que estará esperando para pedirle a
su alcalde que le rinda cuentas claras a sus vecinos, que abra los
libros y que todo se aclare.
Pidaselo pues catire Florentino, antes que sea muy tarde, mire que
su alcalde anda por ahí diciendo que todo esto es puro chisme de
peluquerías.
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