Los profesores de las
Universidades nacionales de Venezuela respaldamos la
valerosa lucha de los estudiantes, quienes no han dudado en
salir a la calle en defensa de la democracia. Sentimos un
compromiso moral con la posición asumida por estos jóvenes,
porque recoge los preciados valores de la libertad y del
respeto a la pluralidad, nutrientes irrenunciables de
nuestro quehacer académico, como de la convivencia
civilizada en sociedad.
El movimiento estudiantil
venezolano ha escrito gloriosas páginas de lucha en la
conquista y defensa de la democracia y de la justicia
social. En 1928 los universitarios se movilizaron para
denunciar a la tiranía gomecista y en el 36, para exigir un
régimen de libertades, una vez muerto el dictador. La huelga
estudiantil del 21 de noviembre de 1957 fue una clarinada
que animó al país a no tolerar más los abusos y atropellos
de la dictadura perez-jimenista. En las luchas de los años
’60 y ’70 los estudiantes reclamaron sus derechos políticos,
denunciaron la represión y se movilizaron en defensa de la
autonomía universitaria. Hoy los jóvenes del país recogen
estas banderas, construyendo un inmenso movimiento de
protesta en defensa de su futuro y del derecho a vivir en
una sociedad libre. El presidente Chávez se equivoca
rotundamente al despreciar y querer descalificar a estos
valientes jóvenes.
Compartimos la preocupación
de los jóvenes por la restricción a la libertad de
expresión, representada en el cierre del canal de televisión
de mayor audiencia del país, debido a sus críticas a la
gestión gubernamental. Lamentamos que la estrechez
ideológica de algunos voceros del Ejecutivo lleve a percibir
las movilizaciones estudiantiles a través del lente de la
confrontación con “el enemigo”, negándose al diálogo y a la
búsqueda de acuerdos que respeten la convivencia con amplios
sectores que tienen razones legítimas para protestar.
Repudiamos que la represión sea la única respuesta y
calificamos de infame el llamado a activar gavillas armadas
pro-gobierno para arremeter contra la justa protesta de los
jóvenes, reminiscente de lo que hicieron en su momento
los camisas negras de las
fascio, los
camisas pardas nazis, los camisas azules de la falange y
ahora los uniformados de rojo del oficialismo. Consideramos
criminal que se intente, desde algunos medios de
comunicación oficialistas, fomentar el odio contra los
estudiantes, diciendo que responden a “planes
desestabilizadores” de intereses extranjeros o de la
“oligarquía”.
Nos preocupa, las
arremetidas en contra de la autonomía universitaria y los
principios cardinales del quehacer académico por parte del
presidente Chávez en su alocución del pasado jueves 24 de
mayo en el Teatro Teresa Carreño.
Las
universidades son instrumentos indispensables de desarrollo,
ventanas al mundo y a los avances en la frontera del
conocimiento científico y humanístico. La autonomía es
crucial para esta misión, pues impide que la universidad sea
colocada al servicio del poder y/o de intereses
oscurantistas. Es oportuno recordar las palabras del Rector
de la Universidad de Salamanca, Miguel de Unamuno, en
respuesta al insolente grito, “¡Muera la inteligencia! ¡Viva
la muerte!” proferido por el General falangista Millán
Astray:
“Este es
templo de la inteligencia. Y yo soy su sumo sacerdote.
Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Yo siempre he
sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio
país. Venceréis pero no convenceréis. Venceréis porque
tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis, porque
convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis
algo que os falta: la razón y derecho en la lucha”.
Como profesores
universitarios, nos sentimos comprometidos a participar
activamente en las jornadas que se desarrollan, al lado de
los estudiantes y demás sectores de la sociedad, en defensa
de las libertades consagradas en la Constitución y en los
acuerdos internacionales de los cuales Venezuela es
signataria. Sobre éstos se sustenta nuestra vida en
democracia. Sin ellos, es inconcebible la autonomía
universitaria que ampara nuestro quehacer académico.
¡Que vivan los
universitarios!
¡Defendamos la autonomía,
en libertad y democracia!