Lo
que muchos temían, está por llegar; quienes anunciaron que el régimen haría todo
lo abusivamente posible para impedir la realización del revocatorio, parecen no
estar tan equivocados. ¿Pero los que nunca creyeron en la posibilidad de un
desenlace democrático, están a caso hoy resignados a ese destino? ¿Esos
rendidos, habitan y parasitan dentro de la Coordinadora Democrática, o en la
periferia de ésta?
Claro está, que la sensación de sumisión
que deja entrever, a través de su silencio el vocero mayor de la Coordinadora;
puede muy bien ser explotada por el extremo talibán de la oposición, quienes no
aguantan dos pedidas, para apropiarse de plazas públicas, imágenes de vírgenes y
afines; y gritar a los cuatro vientos abajo Chávez y así volver a encender la
llama con que carburan los bobos feroces. Eso no va a tardar en suceder.
Mejor hubiera sido que nada ni nadie, le
otorgara pretexto alguno a los bobos feroces, quienes no han comprendido que a
los venezolanos nos encanta una campaña electoral, con caravanas, afiches,
comandos, y la TV transmitiendo en vivo todo cuanto sucede, cual serie mundial.
Por otra parte, pareciera que bastara
con que se cumpla, lo que dicen la Constitución y las leyes, por cuanto en
materia electoral, todo está allí escrito. Pero el profeta mayor – que se sabe
derrotado – insiste en que la Asamblea apruebe la reforma del TSJ, y de lograrlo
habrá efectivamente cruzado el Rubicón y solo nos quedará el pelero.
De igual manera, es el colmo ver en la
Asamblea a los tostados diputados oficialistas exigir que se cumplan las leyes
en nombre de la pluralidad y el respeto por las libertades; cuando sabemos como
fuera del recinto legislativo, ellos a palo y plomo ejercen su concepto de
libertad. Igualmente a estos diputados – democráticamente elegidos – en mal
momento; los hemos visto pasarse por el forro, las libertades individuales, en
particular cuando amenazaron funcionarios de la administración pública central,
para que no firmaran solicitando el revocatorio presidencial.
Pero la pelea es peleando; y quienes no
se identifican con los extremistas, ni con el militarismo rancio, ni con el
oficialismo; es decir la gran mayoría de los venezolanos, debemos perseverar de
cualquier modo y a cualquier precio, porque se respeten las leyes y las reglas
de juego. Celosa e intraficablemente atentos porque se celebre primero el
revocatorio, para luego, con experticia política acceder a las respectivas
elecciones regionales.
Al mismo tiempo se le estaría enviando
una señal clara al oficialismo de por donde es que vienen también los tiros de
la oposición. Y en consecuencia, el CNE, tendrá que enseriarse y dejar de
despachar cual Tribunal de Parroquia.
¿Será que estamos todavía a nivel de
cacerolas?
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