“La FAN está politizada y
partidizada”, dice hoy el General Alberto Müller Rojas en
una entrevista en el diario “Ultimas Noticias”, donde
reconoce también que Chávez ha perdido contacto con la gente
y algo más sorprendente: “La izquierda no es mayoría en la
FAN”.
Al general (r) Alberto Müller Rojas le sorprendió la rapidez
con que el presidente Hugo Chávez resolvió el pase a retiro
que le solicitó el sábado 23 de junio, en el acto de la
segunda fase del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
El Primer Mandatario no respondió de inmediato ese día, pero
un par de horas después Müller Rojas recibió una
comunicación que le notificaba que en el evento del 24 de
junio, Día del Ejército, se haría un punto aparte para darle
de baja. Sonríe al recordar las palabras que el Presidente
le dedicó aquella tarde.
Aunque creía pertinente que el Jefe de Estado hubiese
conversado con él antes de aceptar o rechazar la moción, no
menoscaba su decisión, y confía en que hablarán a su
retorno.
¿Qué lo motivó a pedir el retiro de la FAN?
Lo pensaba desde diciembre. No lo había hecho porque mis
compañeros del Estado Mayor me presionaban para que siguiera
en la coordinación, pero yo estaba medio fastidiado.
¿Por qué?
Por que mi actividad después de pasar al retiro en 1985 fue
política, la reincorporación a la FAN implicaba
restricciones, yo como es obvio no las cubrí todas, y esa
fue una condición que yo le puse al Presidente cuando me
pidió volver, le dije que no me podía retirar de la
actividad política, él me dijo “hágalo pero con discreción”.
Así lo hice, esa discreción tuvo que abandonarse en el
momento en que él me nombra integrante de la Comisión
Promotora del Psuv, actividad esencialmente política, y de
hecho con eso me estaba incorporando al partido.
¿Le sorprendió la reacción de Chávez ante su solicitud?
Esa rapidez con que se produjo la decisión de hacerlo al día
siguiente fue relativamente sorpresiva. Yo pensaba que
previo a tomar la decisión de separarme debía haber habido
una conversación entre el Jefe de Estado y yo para evaluar
el referente, pero eso no se produjo. (…) Sin embargo
conozco bastante bien al Presidente y sé que no es un hombre
que se detiene para tomar decisiones cuando le parecen
convenientes. Él toma decisiones muchas veces impulsivas que
en momentos le han generado problemas, pero generalmente sus
decisiones son acertadas porque tiene una gran intuición y
conoce muy bien la realidad venezolana.
Usted decía que su ingreso a la Comisión Promotora reflejaba
la posición de Chávez sobre los militares en política…
Eso es obvio porque no solamente el nombramiento mío va
hacia allí, hay otros indicadores de la simpatía del
presidente Chávez de sincerar la situación que de hecho
existe.
¿Cuáles indicadores?
La presencia de militares uniformados en actos políticos,
eso es una politización y partidización de la Fuerza Armada,
como lo es la adopción general en la FAN del lema “Patria,
socialismo o muerte”, esa es una indicación clara. Yo creo
que él (Chávez) se contradice cuando señala que llegar a la
partidización de la FAN no es su objetivo inmediato.
Su posición desató una polémica que protagonizaron también
Francisco Ameliach y el ex ministro Orlando Maniglia. ¿Usted
recibió muestras de apoyo del sector castrense?
No recibí ninguna señal en ninguna dirección (…) Lo raro de
la actitud de Ameliach y de Maniglia es que coincide con el
planteamiento del Frente Institucional Militar y con la
oposición. Ese ataque que ha hecho el Frente Institucional
no va dirigido a mí, sino expresamente al Presidente y al
movimiento que él encabeza.
Pero Chávez terció por esa posición…
Ésa es una de las contradicciones que yo observé en el
discurso que el Presidente pronunció el 24 de junio, una
contradicción muy profunda. Él allí habló de la
profesionalización de la fuerza activa cuando
simultáneamente hablaba de la defensa de todo el pueblo y de
la guerra de resistencia, y son dos conceptos absolutamente
incompatibles.
¿Por qué?
Porque la defensa de todo el pueblo no distingue entre
ciudadano y soldado, y no mantiene Fuerzas Armadas fijas
profesionalizadas, todos los ciudadanos tienen la
responsabilidad de defender el Estado, hay un grupo
importante de cuadros profesionalmente calificados desde el
punto de vista del dominio de las técnicas militares que se
encargan del entrenamiento permanente de la sociedad para la
defensa. La existencia de ese modelo de unas fuerzas activas
profesionalizadas y una reserva es el modelo que usa Estados
Unidos (…) en el caso de Venezuela, resulta inoficiosa la
adopción de esa tesis norteamericana en el ámbito militar
porque nosotros no tenemos la posibilidad de tener una
Fuerza Armada altamente tecnificada disuasiva contra nadie,
porque ni producimos energía bélica de ninguna naturaleza ni
tenemos la capacidad industrial como para sostener una
Fuerza Armada de ese tipo.
¿Entonces qué está ocurriendo en los cuarteles?
Hay un debate que considero debe hacerse público, unas
fuerzas profesionalizadas tienen un costo extraordinario. La
FAN, compuesta en más de la mitad por conscriptos, ha
generado un pasivo laboral en términos de pago de
prestaciones laborales sumamente alto, lo que hace que el
75% de los gastos militares en el país sean para cubrir el
costo del potencial humano y solo 25% para las operaciones
de equipamiento y mantenimiento de las infraestructuras del
Estado, eso históricamente ha permitido que el país
virtualmente esté en una situación de indefensión frente a
las amenazas que ha tenido que enfrentar a lo largo del
siglo XX, porque la operatividad de las estructuras es
sumamente baja, y en las condiciones actuales no va a
mejorar, mi posición personal es totalmente opuesta a
profesionalizar la Fuerza Armada.
¿Y hacia dónde debe ir?
Debe apuntar a la defensa de todo el pueblo, hacia la guerra
de resistencia que hace el pueblo frente al invasor externo.
¿Cómo evalúa los cambios de posición del Presidente?
Yo podría considerar que hay presiones en los mandos
militares en relación al cambio que significa la adopción
del nuevo modelo de defensa, porque eso quita una serie de
privilegios y le quita definitivamente a la FAN el papel de
actores políticos dominantes en la realidad venezolana. (…)
De alguna manera las Fuerzas Armadas se habían convertido en
un movimiento político supraconstitucional (…) La democracia
venezolana era de hecho tutoreada por la FAN.
¿Con su pase a retiro abandona el Estado Mayor Presidencial?
Por supuesto.
¿Quién queda a cargo?
El general Jacinto Pérez Arcay. El Presidente me dijo que yo
continuaría asesorándolo en materia militar.
¿Qué desea conversar con él cuando regrese?
Deseo poner mi punto de vista sobre la defensa nacional (…)
para ver cuáles son los argumentos que él tiene para ir
atrás y asumir totalmente las tendencias que eran dominantes
en la Cuarta República tendientes a la profesionalización de
la FAN (…) pudiera ser que los militares han presionado, y
él, en aras de mantener la armonía, asume esta posición
aunque entienda que no es la más apropiada.
Se dice que Chávez ha perdido el contacto con la gente, ¿qué
hay de cierto en eso?
Algo hay de verdad en eso, el problema que tiene relativo a
la seguridad lo obliga a tomar muchas precauciones en sus
vinculaciones directas con la multitud, pero eso no le
impide dedicar tiempo en su agenda a personas que son
reconocidas en la sociedad como portavoces que le pueden dar
enfoques diferentes a lo que él recibe de un entorno que a
veces suele comportarse como lo describiría Pío Gil cuando
hablaba de Cipriano Castro y los aduladores (…) esa ausencia
de comunicación con la sociedad lo ha venido alejando un
poco del conocimiento directo de lo que siente la gente.
¿Y mantiene contacto con los cuarteles?
Él sí va a los cuarteles, siempre hace escalas en las
instalaciones militares (…) Creo que de esa actividad sale
esa contradicción porque conociéndolo no creo que se deje
intimidar por un grupo de militares por muy preparados que
sean. El apoyo que tiene lo libera de la necesidad de
sucumbir ante las presiones de sectores específicos de la
sociedad.
¿Predomina la derecha en la FAN?
No lo sé. Los de izquierda siempre hemos tenido presencia en
los cuarteles, pero nunca hemos sido mayoría.
¿Cuál es la tendencia que podría tomar auge?
No lo sé, yo desde que era Capitán añoraba el retornar a la
práctica que tuvo Juan Vicente Gómez de tener ministros
civiles, casi todos los pueblos lo aplican, porque el
ejercicio de la cartera es político y no técnico militar.
Eso permite solventar muchos de los problemas políticos en
los que se usa el chantaje como instrumento de acción. Me
emocionó cuando el Presidente nombró a José Vicente Rangel,
un político con experiencia.
¿Y los cambios posteriores?
Después que reemplazaron a Rangel no me gustó porque no
seguía ese hombre flexible y político que demanda la
dirección política del esfuerzo de defensa del Estado. El
Ministerio de Defensa no tiene mando, orienta políticamente
el esfuerzo de defensa del Estado y lo ejerce mediante la
administración del presupuesto fiscal. Entre el Ministerio
de Defensa y la FAN hay una cadena administrativa no de
mando. El mando nace directamente en el Presidente, quien no
lo puede delegar, sólo en tiempos de guerra.
¿Qué opina de la gestión del general Baduel?
Lo único que puedo decir en su condición de Ministro de la
Defensa es que los Ministros anteriores nos permitieron a
los miembros del Estado Mayor, por nuestra experiencia y la
confianza que el Presidente tenía en nosotros, participar en
las deliberaciones de la Junta Superior de la FAN, con voz y
sin voto, sólo como orientadores y asesores. La primera
decisión que tomó Raúl Baduel fue excluirnos porque se ciñó
estrictamente a la letra de la Ley. En mi opinión eso
empobreció la discusiones que se realizan allí.
¿Cree que se mantendrá la línea conservadora en el sector
castrense?
Pareciera que fuese así, porque la decisión de la
profesionalización de la FAN que tomó el Presidente es una
clara indicación de que por lo menos al momento prefiere la
línea conservadora que la revolucionaria en relación a la
defensa del país. Él tendrá sus razones.
MILITARES A LA ESPERA
Cuando el general (r) Alberto Müller Rojas anunció su
inscripción al Psuv, acotó que no era el único, sin embargo
evitó dar nombres. Consultado sobre el destino de estos
efectivos, el entrevistado subrayó que no es una decisión
que corresponda a la Comisión Promotora que él integra. Pese
a la promesa del presidente Hugo Chávez de no modificar lo
referente al tema en la Constitución, Müller Rojas sostiene
que será el Congreso Fundacional de la organización en
ciernes el que deliberará si acepta entre sus filas a
miembros del sector castrense. “La práctica aquí ha sido que
los militares se inscriban en listas secretas, yo estuve
inscrito así y era conocida mi filiación política, ésa es la
Constitución real” dijo.
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Entrevista publicada originalmente
en el diario Ultimas Noticias |