El trayecto desde nuestro hotel en la avenida Paulista, hasta el circuito de Interlagos, el domingo en la mañana lo hicimos bajo un torrencial aguacero que presagiaba - de celebrarse - una caótica carrera. Además, el sábado en las calificaciones habíamos constatado que tanto Michelin como Bridgestone, trajeron a Brasil solamente cauchos intermedios, los cuales a altas velocidades son incapaces de evacuar enormes cantidades de agua, como las que cayeron éste fin de semana en Sao Paulo.

Tercer gran premio de frustración para la Ferrari, a pesar de la pole de Barrichello; su posterior retiro mientras lideraba la carrera, junto al aquaplaning de Schumacher en la "corba do sol" demuestra que las tragedias nunca vienen solas.

Sin embargo, éste enredado gran premio de Brasil constituyó una victoria moral para Fisichella, a quien vimos celebrar en los pits junto a los miembros de su escudería, salvo el jefe Eddie Jordan, quien conoce el reglamento. En caso de bandera roja, las posiciones se establecen en función de la clasificación existente en la penúltima vuelta previa a la suspensión de la carrera. Sin menospreciar, que Fisichella arrancando la carrera de 8vo. sorprendió a todos reabasteciendo combustible en la 7a. vuelta, de allí en adelante el italiano hizo una carrera sólida, constante y dando lecciones de pilotaje.

De todos los accidentes de éste domingo, el de Alonso pudo evitarse; Fisichella y Raikkonen, lograron hacer slalon entre los destrozos del Jaguar de Webber; ambos pilotos habían sido prevenidos por radio y levantaron el pie del acelerador; Alonso venía a 280km/h y no sabemos si la Renault previno al asturiano, o si es que éste no vio la bandera amarilla. Una rodilla morada, y pequeñas heridas en el pie izquierdo del joven piloto español, luego de un terrible e impresionante accidente, demuestran la efectividad de las draconianas normas que impone la FIA en los crash-test.

Igualmente la lluvia impidió que disfrutáramos del habitual desfile de belleza en que se convierten los pits de Interlagos; sin embargo la presencia de Naomi Campbell fue más que reconfortante.

Pero quien debió llevarse un premio fue Bernd Mayländer, el piloto del safety car, quien condujo magistralmente el Mercedes CLK 55 AMG, 8 cilindros, 5.5 litros a 200km/h bajo la lluvia durante aproximadamente 15 vueltas.

Au revoir, y nos vemos en Imola.