Señor general González González,
usted es hoy el comandante del Plan República y a usted nos
dirigimos haciéndonos eco de preocupaciones de numerosos
venezolanos que han votado en todos los procesos electorales
anteriores y que han sido testigos de comportamientos
indebidos de algunos oficiales, e incluso de soldados, en
los centros electorales.
No sabemos qué alcance pudieran haber tenido esas conductas
reñidas con lo que se espera de la FAN, pero es bueno que
las tenga en cuenta. Así como le decimos esto, también es de
justicia reconocer que en muchos otros sitios el
comportamiento de los militares ha sido impecable. De esto
tal vez podría inferirse que más que de una línea de arriba,
para hacer a la FAN cómplice del ventajismo oficialista, se
trataría de conductas, que no por relativamente abundantes,
responden más bien a posturas políticas individuales de
quienes las han protagonizado. Pero, correspondería a usted,
general González, impedir que oficiales y soldados de la FAN
actúen de modo contrario a los deberes que les imponen la
Constitución y las leyes para garantizar que todo venezolano
sienta que los hombres de uniforme que están presentes en
los centros electorales están allí para preservar el orden
público, sin inmiscuirse para nada en las actividades
propiamente electorales.
Por ejemplo, señor general, las mesas electorales tienen un
personal civil que las maneja.
Pero ha habido oficiales que han pretendido (y en algunos
casos logrado) revisar credenciales de testigos
(”coincidencialmente”, siempre las de los testigos de la
oposición) y decidir su acceso o no al recinto comicial. Ha
habido oficiales que han obligado a mesas electorales en las
cuales ya no había votantes en cola a permanecer abiertas
más allá de la hora legal de cierre de ellas.
Peor aún, ha habido casos, señor general, en que mesas que
ya habían cerrado por ausencia de votantes, han sido
reabiertas a juro por algunos oficiales, para permitir que
voten electores acarreados en vehículos oficiales, después
de la hora de cierre. Como usted comprenderá, señor general,
esto constituye un abuso de poder y un atropello a la ley al
cual esperamos que usted ponga coto.
En otros casos testigos de la oposición han sido
literalmente obligados a abandonar las mesas, debido a las
amenazas que abiertamente se han ejercido contra ellos, por
motorizados que cerca de la hora de cierre comienzan a
rondar los locales electorales, profiriendo toda clase de
improperios, y todo ello ante la indiferencia de los
militares que deberían impedir tales abusos. La ley prohíbe
también, señor general, que se realice propaganda electoral
en la vecindad de las mesas; sin embargo, a ciencia y
paciencia de los militares, el oficialismo ha instalado en
algunos sitios sus tarantines electorales al lado mismo de
los centros.
En fin, general González González, no vamos a continuar
echándole cuentos a quien sabe historias. Quisiéramos los
venezolanos que sea usted garante de un comportamiento de
TODOS los oficiales a su mando conforme a lo que la
Constitución y las leyes pautan para el Plan República. No
le estamos pidiendo una gracia sino que la FAN garantice la
igualdad ante la ley.
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Artículo
publicado originalmente en el vespertino
Tal Cual |