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Suicidio en primavera
por Teódulo López Meléndez  
lunes, 29 enero 2007


 

“Aquí va a pasar algo”
Jóvito Villalba
 

El gobierno está irritando. El gobierno desbocado cree que aplasta, y puede que lo logre momentáneamente, pero está acumulando rencor y rabia. Este es un país que ve pasar los días y los meses sin acción de gobierno, sólo con “revolucionarismo” estatista y expropiador. El gobierno hace nada por gobernar, se limita a gorjeos revolucionarios. El gobierno provoca inflación, crisis financiera, arruina a honrados ahorristas con sus gritos creyendo que asusta, no más, a los inversores en Wall Street con la esperanza de ponerle la mano a precio de gallina flaca a la CANTV y a la Electricidad de Caracas. Dispara el dólar al eliminar el escape estabilizador del bolívar que representaba la cotización de la telefónica en Nueva York. El extremista no sabe lo que hace, improvisa, dispara, destruye.

“Aquí va a pasar algo”, dijo hasta el cansancio Jóvito Villalba sin que nadie escuchara y el día menos pensado se produjo el “Caracazo”. Aquí no hay más tranquilidad, mas calidad de vida, aquí lo que hay es vociferante discurso, vocinglería estruendosa, escándalo trasnochado. Aquí no hay acción de gobierno, construcción, desarrollo, aquí lo que hay es teoría inventada, reciclaje de socialismo real del siglo XX. El gobierno debería comenzar a asustarse. El gobierno debería dejar de creer que tiene al país en un puño. El gobierno debería comenzar a pensar en la famosa frase de que este país es un cuero seco, cuando se pisa por un lado se alza por el otro. El gobierno nada en la prepotencia y saca sus cuentas, todo bajo control, pero se olvida que la falta de gobierno, de eficiencia, de obra, lo está estrangulando.

No ven, inmersos en la bonanza personal, que esas rebajas de sueldo le suenan al país como una burla. Ya las camionetotas están en la calle, a la vista, pasan delante de los chavistas que van, ilusionados, a los Consejos Comunales. La riqueza mal habida es lo más difícil de ocultar, dice otro viejo refrán. Las casas y los apartamentos de lujo no pasan desapercibidos. El gobierno se la anda buscando. Hay escasez en Mercal, desde hace meses no tenemos azúcar, se ve venir escasez de productos, mientras el gobierno rediseña, en sueños de burócrata que no haya que hacer con tantos juguetes, la parafernalia, el trasnocho, la borrachera ya convertida en resaca. El gobierno está abusando. Se refocila en que tiene al país aterrorizado y olvida que el supuestamente aterrorizado reacciona con inusitadas formas. El gobierno mira a la Fuerza Armada Nacional y a la reserva y a los batallones y piensa que con tanta potencia de fuego ni Mr. Diablo puede con él. Pónganse a creer.

El gobierno se venda los ojos. Dice que el dólar paralelo a montos escandalosos no afecta para nada los precios. No ve la inflación galopante, sólo piensa en más impuestos para paliar la baja del barril de petróleo. Huele a devaluación, a carestía. El gobierno debería estar aterrorizado con sus medidas grandilocuentes, si alguien tiene que estar asustado no es la población sino el gobierno, pues cada día cava su tumba. Lo dije en mi artículo que está en esta página: "3 de diciembre: comienzo del fin". El país se cansó de esperar gobierno. Ya sabe que no habrá gobierno, sólo reuniones de madrugada, extenuantes reuniones, para acabar con el Estado Vargas, para procesar la lista de los cinco nuevos vicepresidentes, para preparar en la mente alucinada el discurso televisado del día siguiente donde de nuevo la población comprobará que aquí no hay ni habrá gobierno, sólo basura verbal, nacionalizaciones, quiebra de empresas, pérdida de puestos de trabajo.

El gobierno es víctima de su propia arrogancia, de su desenfreno, de sus elucubraciones de beodo de petróleo. La gente común, incluyendo a los chavistas, saben que no habrá más bienestar, mayor cantidad y calidad de productos alimenticios, que no habrá un gobierno resolviendo problemas sino creándolos. Este gobierno es un borracho de botiquín, camorrero, ineficaz, sordo y ciego. El gobierno debe comenzar a asustarse. El gobierno debería comenzar a tomar pastillas para la diarrea. El gobierno se está poniendo la soga al cuello. Aquí no habrá chavistas y no chavistas, como en el pasado no hubo tampoco ninguna división a la hora de pasar la factura. Aquí será pueblo venezolano sin distinciones.

Este gobierno cansa, obstina, perturba, enardece, al mismo tiempo que produce risa. Este gobierno desprecia, ofende, limita, abusa, destruye, se muestra en pelota como el rey del traje inexistente. Este gobierno es intragable, insoportable, insufrible. Chavistas y no chavistas pensamos lo mismo. Aquí va a pasar algo, Jóvito dixit.

tlopezmelendez@cantv.net

 
 

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