Como me acuerdo,
Reina!
Temblando bajo sombras la amaba con angustias.
En mis venas lloraban los miedos por su vida.
Y un día me la raptaron.
Un día se la llevaron.
Desde los horizontes,
allá donde hace señas de adioses el crepúsculo,
vi encenderse los últimos luceros de sus besos.
Pero no, Majestad,
que ha llegado hasta hoy
Vos sonriente promesa de encendidos anhelos
y el nombre de esa novia se me parece a vos:
se llama Libertad.
Pío Tamayo. 1928
Buena parte de
los larenses nos sabemos de memoria los versos de Pío
Tamayo a la Reina Beatriz I. Al menos los de mi generación
llevamos siempre el poema, un tanto oculto y misterioso –
no había otra manera- , que nuestro paisano tocuyano
dedicó a aquella muchacha a quien identificó con la
libertad. No bastó hacerlo difícil, pues de todas maneras
terminó en la cárcel aquel marxista que habría de morir
joven, pero que recordamos con gran amor y aún
conmoviéndonos cada vez que recitamos sus versos. Ese
poema, por encima de cualquier discurso, encendió a una
generación y todavía debe encender a otras.
La voz de Pío
–encomendada la tarea al poeta- se constituyó en el
rotundo NO de una generación a una dictadura.
Yo llegué de ese
altiplano
a avivarme en mis hermanos
los de la Universidad
Es que la voz
de Pío Tamayo repica en nuestras mentes y corazones cuando
vemos lo que pasó con un par de estudiantes de la
Universidad “Fermín Toro” (allí fui profesor). Los dos
muchachos salían de un centro comercial de Barquisimeto,
fueron detenidos por dos sujetos con pasamontañas,
introducidos en una camioneta negra sin placas, golpeados
inmisericordemente, interrogados sobre la dirección del
movimiento estudiantil larense y quemados sus brazos con
cigarrillos. ¿Quién puede cargar álbumes con las
fotografías de los dirigentes estudiantiles? ¿Quién puede
preguntar sobre direcciones personales y responsabilidades
en la conducción del movimiento? ¿Quién está tan
interesado en determinar información sobre los líderes
universitarios? Las respuestas son obvias, como es obvio
que estos dos muchachos fueron torturados. Esto se llama
tortura, aquí y en cualquier parte. Se ha torturado a dos
estudiantes.
Sangre en
sangres dispersas,
almagre oscuro y fuerte,
estirpe jirajara,
cacique Totonó;
baile de piaches, rezo de quenas,
Soy un indio Tocuyo
yo.
La furia sobre
la Universidad “Monte Ávila” no tiene parangón. Los
muchachos reparten volantes y hasta cordializan con los
policías, hasta que llega la orden de arremeter contra
ellos, con saña y brutalidad. ¿Quién toma el celular y da
la orden de atacar a esos muchachos con todo el poder
represivo? ¿Quién es el enfermo que piensa que esos
“hijitos fascistas de papá y mamá” deben ser reducidos por
el “terrible crimen” de llamar a votar “NO”? ¿Quién es el
jefe supremo de esa policía que manda todos los
instrumentos de la represión a golpear a esos muchachos
quizás pensando que le está dando en el alma al Opus Dei o
a la Iglesia? Es un enfermo, sin duda, un verdadero
fascista vestido de rojo.
¿Quién ha
dicho que el fenómeno de las pandillas es, con
exclusividad, el problema número uno de Centroamérica? ¿No
es acaso un pandillero el que alega que el jueves 29 no se
permitirá a la oposición realizar su anunciado mitin en la
avenida Bolívar porque ese día ocuparán ese espacio que
–según se alega- pertenece a la “revolución”? El jefe
máximo arguye que “Miraflores es “territorio liberado”.
Podemos aceptárselo, pero recordando que el palacio ocupa
unos cuantos metros cuadrados y el país millones y que su
“territorio liberado” es una insignificancia ante la
magnitud de la nación. ¿No es acaso un émulo de Juan
Vicente Gómez quien –ante la inminencia de la derrota-
dice que se pondrá a buscar sucesor, afirmación hecha
entre un chantaje afectivo que no le produce resultado y
un desvarío gomecista de poner a alguien en la presidencia
mientras él se retira al interior hasta cuando le de la
gana de regresar al poder?
Es ahora
cuando se debe apretar los dientes y conservar la calma.
Ya lo advertí: la guerra psicológica tratará de llevarnos
a callejones sin salida y las provocaciones procurarán el
caos. Es correcta la decisión de aplazar el gran acto del
“Bloque del NO”. Si quieren la avenida Bolívar el 29 allí
la tienen. Si siguen poniendo obstáculos con razonamientos
de patotero, pues se cambia la sede. Hay que mantener una
calma que sólo puede darnos la profunda conciencia de que
el objetivo es llegar al domingo 2 y votar “NO”.
La abstención
se ha reducido al mínimo. Hablo con infinidad de amigos
que eran abstencionistas y ahora van a votar, pero no
creen en que la victoria será reconocida. Las encuestas
dicen lo mismo: la votación a favor del “NO” crece, pero
pocos creen en la victoria. No hemos tenido mentalidad
victoriosa y hay que construirla. Cuando uno va a ganar
debe tener presente el valor de la calma. Y que no se
atrevan a la marramucia. Como ya lo advirtieron los
dirigentes estudiantiles ¡Mucho cuidado!
En 1957 Luis
Herrera Campins, desde el exilio, escribió: “En
la realidad venezolana, la abstención no solo es una
posición romántica, equivocada y teórica, sino también una
deserción política llamada a allanar el camino de la
prolongación dictatorial”.
Los hechos le dieron la razón. Ahora mismo debemos apelar
a todos los resortes de la calma, de una mentalización
profunda que se traduce en un “debemos llegar al domingo
2”. No hay más, llegar y sembrarse en la calma de los
músculos tensos. Dos pasos al mismo tiempo no se dan.
Primero un pie y después el otro.
tlopezmelendez@cantv.net